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Desalojan al público y a los acusados de un juicio por gritos de "Gora ETA" e insultos al tribunal

  • Se juzga el intento de asesinato de un concejal de Galdakao en 2007
  • Los presuntos etarras tachan al tribunal de "torturador y fascista"

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La Audiencia Nacional juzga a tres presuntos etarras por un atentado con bomba-lapa
La Audiencia Nacional a los tres presuntos miembros del "comando Otazua" de ETA (de i. a d .) Daniel Pastor Alonso, Beatriz Etxebarria Cabaallero, e Iñigo Zapirain Romano por un atentado con bomba-lapa en el vehículo de un edil del PSE en Galdakao (Vizcaya), en 2007, en el que resultó herido su escolta, hechos por los que la Fiscalía pedirá 55 años de prisión para cada uno.

El juicio  contra los miembros del 'comando Otazua' Daniel Pastor,  Iñigo Zapirain y Beatriz Etxebarria ha desembocado este lunes en un  violento altercado en la Audiencia Nacional que ha incluido gritos de  "Gora ETA", "Jo Ta Ke" (Dale Duro) e insultos al tribunal, que han  provocado el desalojo de la sala de los acusados y del público  asistente.

El enfrentamiento se ha desencadenado a raíz de la declaración de  uno de los guardia civiles que asistieron a la declaración de los  tres presuntos etarras tras su detención. El agente ha explicado que  los tres arrestados testificaron "libre y voluntariamente" y dieron  detalles de su participación en los hechos juzgados, en concreto, el  intento de asesinato en octubre de 2007 en Bilbao del concejal del  PSE-EE de Galdakao, Juan Carlos Domingo, y su escolta, Gabriel  Ginés.

Una vez finalizada la declaración, uno de los acusados, Daniel  Pastor, ha comenzado a insultar al guardia civil, desde el interior  de la Sala, donde asistía al desarrollo de la vista oral junto a sus  dos compañeros de comando y custodiados por cuatro policías.

La presidenta del tribunal, Teresa Palacios, pidió entonces  refuerzos y ordenó su desalojo a la urna blindada. La resistencia  mostrada por Pastor suscitó el apoyo de Etxebarria y Pastor, que  también fueron levantados por los agentes para ser trasladados a la  zona acristalada.

En un movimiento masivo y unánime, la situación provocó el  respaldo del público asistente -- una decena de familiares y amigos  de los acusados-- que comenzaron a jalearles y a gritar "Jo ta Ke",  "Aupa", mientras se levantaban, mostraban su apoyo con el puño en  alto e intentaban acercarse al cristal que les separaba de ellos.

"Las esposas no me van a callar"

Los acusados continuaron con su actitud desde la urna blindada.  Pastor gritó 'Gora ETA' y se resistió a que le pusieran las esposas.  "Aunque me pongas las esposas no me vas a callar", ha dicho. "Me dais  asco", gritaba, rodeado por los policías.

La actitud evidentemente violenta de los familiares condujo a los  agentes presentes en la zona reservada para público y prensa  a  desalojarles del edificio. Por su parte, la juez Palacios decidió  ordenar que se condujera a los acusados a los calabozos y se  continuara el juicio sin su presencia.

El juicio comenzó ya con incidentes también provocados por Pastor,  que se negó a declarar y a reconocer "a un tribunal de torturadores y  fascistas". Sus palabras provocaron que el fiscal Jesús Santos  pidiera a la Sala una deducción de testimonio para investigar la  posible comisión de un delito por su parte. Los tres magistrados  aceptaron enviar sus declaraciones a un tribunal ajeno a la Audiencia  Nacional para examinar si son constitutivas de delito.

Bomba-lapa en el coche oficial de un concejal

La Fiscalía solicita para los tres acusados la imposición de una  pena de prisión de 55 años de prisión por la comisión de delitos de  intento de asesinato terrorista con resultado de lesiones y de  lesiones terroristas.

Según explica el Ministerio Público en su escrito de conclusiones  preliminares, la noche del 8 de octubre de 2007 Pastor y Etxebarria  colocaron una bomba-lapa en los bajos del coche oficial que empleaba  el concejal en sus desplazamientos, mientras Zapirain vigilaba y les  ofrecía cobertura.

La explosión se produjo al día siguiente después de que el  automóvil hubiera recorrido 600 metros desde el lugar donde se  encontraba aparcado en una calle de Bilbao. En el coche solo viajaba,  en aquel momento, el escolta del concejal, ya que el miembro del PSE  llevaba dos días de vacaciones.

Ginés, consiguió salir del coche por su propio pie a pesar de la  gravedad de la deflagración. No obstante, sufrió graves heridas y  quemaduras de segundo y tercer grado. Otras tres personas sufrieron  lesiones de poca consideración.