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Europa pacta perdonar el 50% de la deuda griega y ampliar el fondo de rescate a un billón de euros

  • Los acreedores aceptan la quita de la deuda de forma voluntaria
  • El fondo de rescate se potencia gracias a su capacidad de endeudarse
  • La UE obligará a la banca a recapitalizarse antes de julio de 2012
  • Ver también:Ver también: Especial sobre la crisis de deuda

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Los líderes de la zona euro acuerdan elevar al 50 % la quita de Grecia

Los líderes europeos han logrado sacar adelante un plan para afrontar y solucionar la crisis de deuda, la más grave de la historia de la moneda única. Los tres pilares básicos del acuerdo son: la condonación voluntaria del 50% de la deuda griega por parte de los acreedores privados; el refuerzo del nuevo fondo de rescate, que pasa a contar con un potencial de un billón de euros (más del doble del actual) sin nuevas aportaciones de los Estados ni del Banco Central Europeo (BCE); y la recapitalización de la gran banca europea, que debe tener un 9% de capital de máxima calidad antes de julio de 2012. Ha sido un acuerdo esquivo que ha requerido dos cumbres en cuatro días, y varios aplazamientos.

"Hoy, los miembros de la zona euro hemos dado un gran paso.  Son medidas excepcionales, para tiempos excepcionales", ha indicado el  presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, tras la reunión. Barroso se ha mostrado satisfecho, además, de que  la  Unión Europea sea capaz de presentar ante la cumbre del G-20 que se  celebra el 3 y 4 de noviembre en Cannes su hoja de ruta para salir de la  crisis, tras las diferencias y divisiones de las últimas semanas.

El pacto se ha forjado tras ocho intensas horas de negociaciones en Bruselas a múltiples bandas. Primero, entre los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete estados miembros; luego, entre los líderes de los 17 países de la zona euro; y, finalmente, entre la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, Nicolás Sarkozy; la directora del FMI, Christine Lagarde; y los representantes de la banca acreedora de Grecia, que se negaban a aumentar su contribución. Finalmente, el director ejecutivo del Instituto de  Finanzas Internacionales (IIF), Charles Dallara, quien negoció en nombre  de la banca, aceptó la propuesta europea.

Redefinición del segundo rescate a Grecia

La hoja de ruta aprobada por Europa consta de tres brazos entrelazados entre sí, ideados para restaurar la confianza en los mercados y evitar el contagio de la crisis a otros países de la zona euro.

El primero de ellos es la redefinición del segundo rescate a Greciaaprobado el pasado día 21 de julio y que estaba valorado en 158.000 millones de euros. Sin embargo, la degradación de la economía helena en los últimos tres meses hizo que el plan se quedara pequeño antes de ponerse en marcha. Ahora, la ayuda a Atenas asciende a 230.000 millones de euros. 

De ese dinero, 100.000 millones serán aportados por el sector privado después de que la banca asumiera aceptar de forma voluntaria una quita (unas pérdidas nominales del valor de los bonos griegos) del 50%, más del doble de lo pactado en verano, cuando el porcentaje era del 21%. La condonación de la mitad de la deuda griega permitirá al país  heleno rebajar al 120% del Producto Interior Bruto (PIB) su deuda pública en 2020  -desde el 180% previsto en 2012-. Esta quita se hará mediante un programa de canje de bonos que deberá estar listo en enero de 2012.

El resto, 130.000 millones de euros, será aportado por los estados miembros de la zona euro a traves del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). Según ha explicado la canciller Angela Merkel, del programa griego de privatizaciones, 15.000 millones irán  destinados al fondo. El nuevo rescate, que debe estar listo en diciembre, se extenderá hasta 2014,  que es cuando la eurozona  prevé que Grecia pueda volver al mercado para financiarse por sí mismo, e  incluirá la recapitalización de la banca griega.

A cambio de esta reducción del nivel de deuda de Grecia, Merkel ha  reclamado que la UE establezca una supervisión permanente sobre el  país para garantizar que lleva a cabo las reformas comprometidas para  recortar su déficit y mejorar su competitividad.

Después de la reunión, el primer ministro griego, Yorgos Papandréu, ha asegurado que "Grecia habría colapsado" de no llegar a un acuerdo con sus acreedores privados para condonar parte de su deuda. "Ha llegado un nuevo día para Grecia, esperemos que también sea un nuevo día para Europa y que lo peor haya pasado", ha dicho.

Ampliación del nuevo fondo de rescate

El segundo pilar del pacto contra la crisis de deuda consisten en aumentar la capacidad de actuación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) a un billón de euros, desde los 440.000 millones de la actualidad. Llegar a esa cantidad se logrará sin que los estados miembros pongan más dinero y sin recurrir al Banco Central Europeo (BCE),  tal y como exigía Alemania.

El fondo se utilizará para avalar parte (entre  el 20% y el 25%) de las nuevas emisiones de deuda de Italia y España, en lugar de comprar directamente los bonos. De este modo se multiplicaría por cuatro la potencia de fondo,  teniendo en cuenta que en realidad solo quedan alrededor de 250.000  millones tras los compromisos asumidos con Grecia, Portugal e  Irlanda.

Además, los líderes han aprobado crear un vehículo especial  garantizado por el fondo de rescate y en colaboración con el Fondo  Monetario Internacional (FMI) con el objetivo de atraer inversiones  de países emergentes como China para comprar bonos de países con  problemas. De momento no se ha estimado cuántos fondos podrían  lograrse con este instrumento.

El director del fondo, Klaus Regling, viajará esta semana a China  para buscar inversores mientras que Sarkozy tiene previsto llamar al  presidente chino, Hu Jintao.

Además de este refuerzo del fondo de rescate, el gobernador del  Banco de Italia, Mario Draghi, que asumirá la presidencia del BCE el  1 de noviembre, ha anunciado este miércoles que seguirá con la  política de compra de bonos de la entidad.

Recapitalización de la banca

El último punto de la hoja de ruta es el de la recapitalización de la banca europea, a la que se pide que se dote de unas espaldas más anchas para soportar el impacto de la crisis griega, y de un posible contagio a otros países, sin peligro de desmoronarse. La UE obligará a los 70 mayores bancos europeos a alcanzar antes de julio de 2012 un core capital -o capital de máxima calidad- del 9%, lo que le obligará a recabar recursos por importe de 106.000 millones de euros.

La peor parte se la llevan, después de los bancos griegos, los cinco grandes bancos españoles -Santander, BBVA, Popular, Caixabank y Bankia- en los que Europa ha detectado unas necesidades de capital de 26.000 millones de euros.

Los bancos que estén inmersos en procesos de recapitalización no podrán repartir beneficios vía dividendos o bonus para los empleados hasta que cumplan los objetivos requeridos.

En el comunicado final de la cumbre, los líderes de la eurozona tuvieron palabras de bienvenida a las reformas que ha acometido España, y al plan que ha presentado en las últimas horas Italia, y con el que pretende poner orden a sus fianzas. No obstante, la eurozona advierte a España que debe hacer más para impulsar el crecimiento y poner freno al desempleo, que está en niveles "inaceptablemente" altos.