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'Cinco mil kilómetros por segundo', la mejor novela gráfica en Angoulême

  • Es obra de Manuele Fior ('La señorita Else')
  • Cuenta la historia de un amor adolescente que se pierde en el tiempo

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Viñeta de 'Cinco mil kilómetros por segundo', de Manuele Fior
Viñeta de 'Cinco mil kilómetros por segundo', de Manuele Fior

"¿Sabes lo que es peor que marcharse?... Volver. Decirte que ya has vivido tus experiencias y es hora de que vuelvas a casa... y encontrarte todo tal y como lo dejaste." (Cinco mil kilómetros por segundo)

Tras la fabulosa La Señorita Else (sins entido), la adaptación libre de la novela de Arthur Schnitzler,  Manuele Fior se consolida como uno de los grandes del cómic europeo gracias a su nueva obra Cinco Mil Kilómetros por segundo (Sins entido), que consiguió el Premio Fauve d'Or en Angoulême 2011(Mejor álbum del año).

Una maravilla visual, con la que el artista alcanza nuevas cotas de maestría, a lo que se une un estupendo guión que nos narra la historia de un amor adolescente y cómo va evolucionando a lo largo de la vida, perdiéndose en el tiempo, los viajes por el mundo y los azares de la vida, para reencontrarse muchos años después, cuando ya no es posible.

Una gran historia de amor

El libro cuenta una gran historia de amor y de cómo esa pasión va evolucionando y desvirtuándose, hasta quedar en un sincero afecto. Una obra melancólica sobre una generación perdida en el tiempo y el espacio, que nunca encontrará su lugar porque ya no existe. Una generación que, seducida por millones de vidas posibles no sabe que camino elegir.

Una obra sobre los sentimientos que a todos nos recuerda a algún amor imposible. Y que guarda una sorpresa final.

Fior se inspira en el popular anime Cinco centímetros por segundo (Supuestamente la velocidad con al que cae la flor del cerezo) una obra maestra dirigida por Makoto Shinkai para hablar, también en tres momentos del tiempo, del amor a distancia entre dos jóvenes.

Una obra en la que los gestos, las miradas, los silencios... lo dicen todo, en la que el autor solo usa los diálogos cuando es imprescindible.

Cuando el cómic es arte

Las acuarelas del italiano Manuele Fior son auténticas obras de arte. Sus espectaculares imágenes pictóricas y su estilo minimalista deben mucho a Edvard Munch (El grito) y Egon Schiele, un protegido de Gustav Klimt. Y son ideales para una historia romántica como esta.

Y con unos colores espectaculares que también tienen mucho que decir en la narración, desde los luminosos con los que se abre la historia, cuando los protagonistas son jóvenes y creen que su amor va a durar para siempre, hasta los ocres (del medio) y los violetas oscuros del final, cuando la historia de los dos debe seguir caminos diferentes.

Sin duda uno de los tebeos más interesantes de los últimos años, un auténtico deleite para los sentidos y una de las historias de amor más bellas que ha dado el mundo del cómic.