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Barroso contesta a Merkel y pide "avances decisivos" el día 23 para que Europa sea creíble

  • El presidente de la Comisión ve a Europa está en un momento decisivo
  • La canciller advirtió de que la crisis no se puede solucionar en una cumbre
  • Merkel y Sarkozy mantendrán una reunión telefónica este miércoles

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El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha pedido a los Veintisiete "avances decisivos" en la cumbre de líderes del domingo para cerrar un plan integral anticrisis, porque la credibilidad de Europa está en juego.

"Este fin de semana insistiré en que haya avances decisivos en los cinco puntos de la hoja de ruta" para la estabilidad y el crecimiento -presentados por el propio Barroso la semana pasada-, ha declarado en una rueda de prensa.

"Es una cuestión de credibilidad para Europa", porque los líderes no pueden ir en noviembre a la cumbre del G20 en Cannes con las manos vacías, ha indicado.

Barroso ha pronunciado estas palabras en un momento que ha calificado de "decisivo para el futuro del euro y para el futuro de Europa", un tono que contrasta con el empleado hasta ahora por la canciller alemana Ángela Merkel, que ha advertido de que la crisis de deuda no se resolverá en una sola reunión.

"Yo no quiero dramatizar, pero cada uno tiene sus responsabilidades. Las decisiones tomadas o no tendrán un impacto", ha declarado a pocos días de una cumbre de líderes europeos que tiene como objetivo acabar con la crisis de la deuda lleva más de dos años.

Conferencia de Merkel y Sarkozy

Pero Merkel está en una línea bien distinta. "Estas deudas soberanas han sido construidas durante décadas y por tanto no podemos resolverlas con una sola cumbre si que requiere un trabajo difícil y a largo plazo", ha declarado la canciller, que ha matizado que, con todo,  "podremos tomar decisiones relevantes e importantes".

Mientras, el gobierno francés ha confirmado a través de su portavoz, Valerie Pécresse, que el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y Merkel mantendrán una conferencia telefónica este miércoles.

Pécresse ha explicado a la prensa al término del Consejo de Ministros que Sarkozy no había entrado "en los detalles" del acuerdo que se espera en esa cumbre, y que simplemente había recordado "todos los desafíos" a los que se enfrenta la eurozona.

"Es evidente que los contactos franco-alemanes serán constantes y permanentes hasta el 23 de octubre", ha subrayado Pécresse.

La prensa francesa había especulado en las últimas horas con la posibilidad de que hubiera este miércoles una entrevista entre el Sarkozy y Merkel en Fráncfort (Alemania), con motivo de la ceremonia de despedida del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet.

El pasado 9 de octubre, los dos mandatarios se reunieron en Berlín, y de allí salió la promesa de que antes de finales de mes habría una "solución duradera" para atajar definitivamente los problemas de capitalización de la banca europea y la crisis de la deuda griega, pero ninguna concreción sobre en qué consistiría.

Presión de los mercados

La conversación de este miércoles se desarrollará bajo una presión evidente, con la rebaja desde hace unas horas de la calificación crediticia para España de Moody's, la misma agencia que el pasado martes advirtió de que en los próximos meses examinará si hay motivos para modificar la nota de Francia, que por ahora conserva la máxima posible (Aaa).

Esa advertencia provocó una movilización del Gobierno francés, que aseguró que tomará las medidas necesarias para mantener esa calificación, fundamental para financiar su propia deuda pública a un tipo de interés favorable, pero también para mantener la credibilidad de los mecanismos financieros europeos, que se sustentan en la solidez de Francia y Alemania.

El diferencial del tipo de interés de la deuda entre Francia y Alemania había marcado ayer, tras el anuncio de Moody's un récord que no se alcanzaba desde que existe el euro al superar el listón simbólico de los 100 puntos para los bonos franceses a diez años

Se espera que la cumbre de este domingo acuerde nuevos acuerdos para reducir la deuda griega, reforzar el capital de los bancos expuestos a las deudas soberanas más problemáticas de la zona euro y aumentar la cuantía del fondo de rescate para evitar nuevos contagios a economías más grandes, especialmente España e Italia.

Según el periódico británico The Guardian, París y Berlín habían llegado un acuerdo para aumentar el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), el conocido como fondo de rescate, hasta multiplicarlo con cinco, de 440.000 millones de euros a más de dos billones.