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Desarrollan el motor eléctrico más pequeño del mundo, con una sola molécula

  • El motor tiene un tamaño de una milmillonésima parte de un metro
  • Puede ser usado en medicina, nanotecnología o ingeniería
  • Los creadores piensan presentarlo al Libro Guiness de los Récords

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Desarrollan el motor eléctrico más pequeño del mundo
Diagrama de funcionamiento del motor eléctrico. La molécula de sulfuro de metil-butil está situada sobre la base de cobre (en naranja) y se le aplica electricidad haciendo que gire sobre la base de sulfuro (en amarillo)

Un equipo de químicos de la Escuela de Artes y Ciencias de la Universidad de Tufts ha desarrollado el motor eléctrico más pequeño del mundo.

Este motor ha sido realizado a partir de una sola molécula, y según los investigadores su tamaño es de un nanómetro, una mil millonésima parte de un metro, según el artículo publicado en la revista especializada Nature Nanotechnology.

"Ya se sabía que se pueden hacer motores impulsados por la luz o por reacciones químicas, pero la cuestión es que se pueden implusar miles de millones de ellos a la vez", afirma Charles Skyes, director de la investigación y profesor de química de la Universidad de Tufts en declaraciones recogidas por la BBC.

Además, el equipo dirigido por Sykes ha anunciado que presentarán este nuevo motor al Libro Guiness de los Récords, ya que ha batido al anterior poseedor del récord de motor más pequeño, que tenía un tamaño de 200 nanómetros.

Los investigadores llevarán este motor al Libro Guiness de los Récords

De acuerdo con los científicos, las aplicaciones prácticas de este minúsculo motor van desde la medicina, la nanotecnología o la ingeniería.

"El acoplamiento molecular con las señales eléctricas podrían crear engranajes en los circuitos eléctricos a nanoescalas. Estos engranajes se podrían utilzar en líneas de retardo en miniatura, que se utilizan en dispositivos como los teléfonos móviles", asegura Sykes

¿Cómo funciona?

Para desarrollar el motor, los científicos aplicaron cargas electrícas a una molécula de sulfuro de metil-butil que había sido colocada sobre una superfice conductora de cobre.

La base de azufre de la molécula se adhiere entonces a la superfice de cobre y y la energía aplicada hace que la molécula comience un movimiento de rotación, girando sobre el azufre.

Para obtener los datos necesarios para el descubrimiento, los investigadores tuvieron que controlar la temperatura de la molécula para incidir diréctamente en la rotación de la misma. La temperatura óptima para recoger los datos resultó ser los 5 grados kelvin, es decir, los 268 grados bajo cero.

Sin embargo, para hacer funcionar correctamente el motor, este necesita estar a una temperatura adecuada, al igual que otros motores eléctricos moleculares. El equipo de Sykes advierte que cuanto mayor es la temperatura a la que está sometida esa molécula, mayor es la velocidad de rotación del motor.