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'La mano del diablo', un premiado cómic antibélico de Brais Rodríguez

  • Narra las vicisitudes de tres soldados dedicados a masacrar pueblos
  • "Llevamos toda nuestra historia generando guerras", asegura el autor
  • Premio Castelao de Cómic 2010 de la Diputación de A Coruña
  • Mira el dibujo que nos ha dedicado Brais en el blog de 'Viñetas y bocadillos'

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Viñetas de 'La mano del diablo', de Brais Rodríguez
Viñetas de 'La mano del diablo', de Brais Rodríguez

Brais Rodríguez (Boiro, 1980)

Es uno de los talentos más destacados de la nueva generación de artistas de cómic españoles, además de pintor. Licenciado en Bellas Artes, ha conseguido numerosos galardones como el primer premio del Certame Galego de Creadores Novos 2009 y el de las Xornadas de Banda Deseñada de Ourense, por su obra 'Os Mortos'. Además ha publicado en numerosos fanzines y revistas como 'Barsowia', 'El Fanzine enfermo' o 'Dos veces Breve' y forma parte del colectivo artístico Polaquia. También ha recibido el premio "Creación joven Injuve 2010", en el apartado de cómic e ilustración y el Premio Castelao por 'La mano del diablo'.

"Llevamos toda nuestra historia generando guerras, no es una excepción, es parte del carácter humano". Así opina Brais Rodríguez, uno de los actuales talentos del cómic español que no deja de conseguir premios por cada nuevo trabajo, y que relata lo absurdo de cualquier conflicto bélico en su obra La mano del diablo (Astiberri)

"La historia, asegura, parte de la misión de tres soldados que deben adentrarse en una región y destruir los poblados que van encontrando, aniquilando a sus habitantes. Aunque su superioridad es notable, la resistencia les crea problemas que les obligarán a replantear el transcurso de la misión y su consideración sobre lo sucedido".

Una historia bélica en la que Brais relata la deshumanización del ser humano en situaciones extremas, ya que algunos de sus protagonistas no muestran un ápice de piedad, como en cualquier guerra real.

"Debe de ser traumático afrontar una situación así, tanto para las víctimas como para los verdugos.   Me imagino lo importante que debe ser crear una veladura de la realidad, ante lo trágico de la situación", comenta Brais.

Matar o morir

Brais no sitúa su historia en ningún conflicto en concreto, "Pero creo que tiene ciertas similitudes con cualquier guerra", asegura.

El joven autor sigue la misión de esos tres soldados dispuestos a matar por la razón más vieja del mundo: el miedo. El miedo a los extranjeros, al enemigo (en este caso campesinos), a los que son diferentes y a la misma muerte.

"Los personajes de este tebeo están sometidos a un chantaje que les obliga a asesinar sino quieren ser asesinados -explica Brais-. En el caso concreto de esta historia, resultaba necesario que los soldados actuasen con cierta lógica en sus acciones, que soportasen la violencia".

El lector no es un mero espectador de la historia

Brais no ofrece una historia lineal, sino que dejas numerosas elipsis para que nosotros la interpretemos, buscando la implicación del lector.

"La elipsis es, a mi modo de ver, el recurso propio del cómic, que pudiera hacerle intraducible a otros medios. A partir del ahorro de información es posible construir un mensaje estructurado. Y creo que precisamente este ahorro, lo sugerido, que es la parte que imaginamos o intuimos, la parte del cómic que no está dibujada, es la más importante".

El azar también es uno de los motores de la historia. "Como en muchas historias, asegura Brais, el azar interrumpe las aspiraciones iniciales de los personajes para convertirse en su destino. Pero también me planteé bastante, ya en las historias cortas, el modo como el azar podría intervenir en el cómic, tal como lo hace en otros medios como la música, la pintura o el cine".

"En el caso de esta historia, continúa, procuré un esquema a modo de esqueleto, sobre el que pudiese sustentar la historia, y luego fui realizando la historia. Digamos que sabía de antemano cual sería el destino del viaje, pero no el camino que tomarían los personajes hasta llegar allí".

Admirador de David Lynch o Francis Bacon

"En cuanto al guión, apunta Brais, procuré vincular dos estilos probablemente antagónicos; por una parte la historia de género, de aventuras o bélica (lo que me sirvió para establecer el esquema o esqueleto), y por otra, narraciones experimentales como las primeras películas de Cassavetes, por ejemplo".

"No me interesa el azar por sí sólo, sino como parte de un esquema o un diagrama puede (o no) intervenir de manera positiva. A este respecto me interesa, por ejemplo, el modo de trabajo de David Lynch o el proceso constructivo de las imágenes de Francis Bacon".

"En cuanto al dibujo, quizás los autores que más me pudieron influir son algunos de L´Association como Sfar o Blain, por su manera de trabajar".

Buscando su propio estilo

"En este tebeo me dejé llevar por las condiciones de trabajo. Procuré que el estilo fuese homogéneo de principio a fin. Considero que el estilo es una herramienta más, y que puede ser usada de cara a desarrollar un mensaje. Evidentemente, por mucho que trate de evitarlo, tengo un estilo de dibujo, una serie de gestos a los que no puedo renunciar".

"Me gustaría evolucionar pudiendo controlar estos aspectos, si eso es posible", concluye Brais.

Y para eso nada mejor que seguir experimentando con nuevos trabajos como el que prepara actualmente.

"He comenzado a trabajar recientemente en una historia sobre la vinculación de las psicopatologías, el arte de enfermos mentales, y su vinculación con el arte de las vanguardias".

Todo un desafío.