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'Julieta y Romeo': ¿Qué es el amor?

  • El clásico se pone emotivo en la versión de Marc Martínez
  • Marcel Borràs y Carlota Olcina interpretan a los amantes de Verona
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Carlota Olcina (Julieta) sostiene a Marcel Borràs (Romeo)
Carlota Olcina (Julieta) sostiene a Marcel Borràs (Romeo)

Julieta y Romeo

Adaptación: Marc Martínez y Martí Torras

Dirección: Marc Martínez

Julieta: Carlota Olcina

Romeo: Marcel Borràs

Mercucio: Nao Albet

Hasta el 4 de septiembre en el Teatro Español

"¿Qué hay en un nombre?", se pregunta Julieta en el segundo acto. ¿Y qué hay en Romeo y Julieta o Julieta y Romeo, más allá de su título? Ese es el reto al que se ha enfrentado el director y actor Marc Martínez, en la enésima adaptación del clásico de Shakespeare, que se representa, hasta el 4 de septiembre, en el Teatro Español de Madrid. Una producción que ya se ha paseado este verano por el festival Grec 2011 de Barcelona.

Huir de la imagen trágica que arrastra la obra y situar el centro de la representación en las emociones de los personajes es la respuesta de Martínez o, en sus propias palabras, "¿Qué es el amor? ¿Un proceso químico revolucionario que tiene como escenario el cerebro humano? ¿Una enfermedad? ¿Una rifa de final de verano? ".

Marcel Borràs (Bruc. El desafío, Polseres vermelles) y Carlota Olcina (Amar en tiempos revueltos) representan a los adolescentes enamorados. La función se centra en el texto de Shakespeare y renuncia a una adaptación más moderna. Toda la escenografía tiene una vocación clásica, desde el vestuario hasta el fondo de luz que va marcando el paso de días y noches. "Todo el mundo conoce el qué, nosotros explicamos nuestro cómo. No hay nada nuevo y arriesgado, se cuenta de manera muy directa y si te resuena dentro es que lo puedes sentir: el teatro es para vivirlo y emocionarse", explica Olcina/Julieta.

En busca de la emoción

Marc Martínez intenta esquivar el peligro del recital de verso buscando un equilibrio con la palabra sentida. "Marc trabaja desde la emoción y dar sentido común a las versos, a esas palabras. En Barcelona nos han dicho que los parlamentos se entienden, aunque a veces sean difíciles. El objetivo es que cuando se dice ‘las rosas…’ se entienda ‘te quiero’", defiende Marcel Borràs. Carlota Olcina coincide: "Marc trabaja desde la emoción y la situación para no quedarnos en el verso y que todo saliera del estómago. Marc dice que es un Romeo más salvaje". Juguetes del destino

La evolución del drama es una montaña rusa para los personajes y actores. "El texto te lo da todo: lo mejor de Shakespeare es que el subtexto es el propio texto. Es difícil porque pasan por muchas emociones durante poco tiempo: de la felicidad más absoluta, al miedo, al terror y a la máxima pena", sostiene Borràs. "Julieta es una kamikaze y Romeo queda definido por una frase suya: un juguete del destino. Es el tipo de personas que fluyen como sus emociones y que a veces se pegan contra una pared. Es un niño que quiere amar bien y lo acaba pagando".

Para Olcina, "Julieta es el amor, es incondicional y rebelde. Es poderosa, una niña que se escucha muy bien y cuando sabe lo que quiere va hasta al final, enfrentándose en el patriarcado y la sociedad, tiene esa fuerza interior de saber lo que quiere y está movida por el amor.

Destacan las escenas de baile y esgrima, así como Nao Albert en el papel roba-escenas, Mercucio: el personaje que, según la tradición, Shakespeare tuvo que matar para evitar que el personaje le matara a él. "Si siguiéramos representando la obra durante 10 años, siempre encontraríamos cosas nuevas. Es, a la vez, un reto y un regalo", remata Marcel Borràs.