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La muerte de tres asiáticos en los disturbios desata las tensiones raciales en Birmingham

  • Se teme un choque entre la población musulmana y la afrocaribeña
  • Los asiáticos creen que fueron atropellados premeditadamente
  • Un hombre de 32 años ha sido detenido por la Policía por los hechos

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La muerte de tres jóvenes de origen asiático atropellados mientras trataban de proteger sus negocios ha desatado las tensiones entre minorías en Birmingham, donde los líderes de las diferentes comunidades temen un enfrentamiento entre la población asiático-musulmana y la afrocaribeña.

La Policía de la zona de West Midlands, donde se sitúa Birmingham, la segunda ciudad del país, ha arrestado a un hombre de 32 años cerca de la escena del crimen y se han incautado de un vehículo que los forenses están analizando. Posteriormente, ha abierto una investigación por asesinato.

"En algún punto y en alguna circunstancia que aún no podemos explicar totalmente un vehículo fue conducido hacia un grupo de hombres, lo que llevó a tres de esos hombres a perder sus vidas", ha asegurado Chris Sims, jefe de la Policía de West Midlands.

"Se ha producido un arresto por la información que tenemos que apoya la idea de que en ese momento el coche fue conducido deliberadamente", ha añadido.

Polvorín racial

Grupos de residentes en Winsor Green, la zona de la ciudad donde los tres hombres fueron asesinados a primera hora de este miércoles han advertido claramente que se podría desatar violencia interracial si la investigación no logra resultados rápidos.

Este sentimiento ha sido transmitido por la diputada local laborista del distrito de Ladywood, Shabana Mahmood, y el obispo de Aston, el reverendo Andrew Watson, quienes han mantenido un encuentro en la mezquita de Dudley Road, cercana al lugar de los hechos.

Las víctimas del atropello, los hermanos Shazad y Munir Hussein, de 32 y 30 años respectivamente, y Haroon Jihan, de 21, estaban entre los jóvenes que habían salido a las calles de su barrio para proteger casas y negocios tras dos noches de saqueos.

El obispo ha advertido de posibles represalias y que los hechos "potencialmente están teniendo una fea dimensión racial", según palabras recogidas por The Guardian.

Watson ha admitido que hay resentimiento dentro de la comunidad asiática pero ha pedido a sus familiares y amigos que no reaccionen mediante la venganza.

"Les he dicho que no hagan nada por la memoria de estos tres jóvenes impresionantes, que confíen en que la Policía llegue al fondo del asunto. He escuchado a la gente hablar de tomarse la justicia por su mano pero le estamos llamando a la calma", ha indicado.

Poco después de sus palabras, una mujer afrocaribeña gritaba a un grupo de asiáticos británicos al otro lado de Dudley Road: "Es por vuestra actitud cómo empezaron los disturbios".

Otro grupo de hombres asiáticos que vieron el atropello, que se produjo en cuestión de segundos, ha asegurado haber visto a las víctimas saltar por los aires después de que un Audi negro pasase sobre ellos.

Uno de ellos, que no ha querido dar su nombre, ha ido más allá: "Por supuesto que fue deliberado, no fue un accidente. El conductor se metió en la acera y chocó contra ellos. Sabía lo que estaba haciendo".

Según el hombre, cuatro coches llenos de jóvenes afrocaribeños cruzaron Dudley Road y no hay duda de lo que estaba planeando.

"Estos jóvenes brillantes que hemos perdido sabían el significado del trabajo y consiguieron trabajos dignos. Los hermanos tenían un negocio de lavado de coches que era otro de los negocios que podía haber sido objeto de los ataques y Haroon trabajaba como mecánico en un garaje", ha añadido.

"Eran muy conocidos por aquí. Uno de ellos se casó en marzo y su mujer estaba esperando su primer hijo para dentro de cuatro meses", ha detallado.

Testimonio estremecedor

Tariq Jahan vivió en primera persona lo ocurrido, ya que fue uno de los primeros que acudieron a auxiliar a los tres hombres sin saber que uno de ellos era su propio hijo.

"Mi instinto me dijo que ayudase a esas tres personas. No sabía quiénes eran pero habían resultado heridos. Estaba ayudando al primer hombre y alguien detrás mío me dijo que mi hijo estaba allí. Entonces empecé a tratar de reanimar a mi hijo, mi cara estaba cubierta de sangre, mis manos estaban cubiertas de sangre", ha detallado a los periodistas.

"¿Por qué?¿Por qué? No lo entiendo. Estamos aquí defendiendo la comunidad de todos los problemas que están sucediendo en el país", se ha quejado.

Tariq ha hecho un llamamiento a la calma, portando  una fotografía de su hijo en la puerta de su casa en Winson Green.

"Estaba tratando de ayudar a su comunidad y ha sido asesinado", ha denunciado. "Dentro de un día, quizá dos, el mundo entero se olvidará y a nadie le importará", se ha quejado.

"No culpo al Gobierno, no culpo a la Policía, no culpo a nadie. Este era su destino y ahora se ha ido", ha concluido.