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'Quinto: no matarás', un extraño cóctel de policías y eutanasia

  • Es obra de los italianos Andrea Scopetta y Francisco Amodeo
  • Una historia dura camufalda bajo un dibujo estilo manga-cartoon

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Viñetas de 'Quinto: no matarás', de Andrea Scopetta y Francesco Amodeo
Viñetas de 'Quinto: no matarás', de Andrea Scopetta y Francesco Amodeo

Persecuciones, disparos, explosiones y, de fondo, crítica social. El dibujante Andrea Scoppetta ha sabido mezclar todos estos elementos en "Quinto: no matarás" (Ominiky ediciones), un divertido cómic de policías que no solo ofrece toneladas de acción, sino también una reflexión sutil y diferente sobre la eutanasia.

"La idea era hacer una historia de tipos duros en la década de los setenta, una especie de olla a presión donde he puesto todas las cosas que me gustan, desde las películas de John Carpenter a 'Robocop', del cómic clásico al nuevo estilo manga", señala Scoppetta (Nápoles, Italia, 1977).

Ambientado en la ciudad (ficticia) de New Polis, el cómic nos sumerge en las aventuras del inspector Jack Cunnigham, que deberá investigar una serie de misteriosos asesinatos de policías junto a su nueva compañera, la joven agente Allen Castillo.

El mejor policía de la ciudad

"Jack es el héroe, el mejor policía de toda la ciudad, aunque sus métodos no son siempre muy aplaudidos", detalla Scoppetta, que para la realización de esta obra contó con la ayuda del también guionista Francesco Amodeo. Ambos perfilaron un guión adictivo y sorprendente, en el que la trama se desarrolla a varios niveles distintos.

"Primero viene la historia central, que no es más que un clásico de policías y detectives. Luego traté de reflejar la actuación de los medios informativos, cuyo trabajo casi siempre cae en el exceso", apunta el responsable de "Quinto: no matarás".

Las pesquisas de Cunnigham y Castillo les conducirán hasta una organización secreta, liderada por el malvado doctor Clauss, que ha desarrollado una tecnología para transformar a los moribundos en robots asesinos.

Mezcla de cartoon y manga

"Tengo un montón de médicos en mi familia y siempre he visto cómo se enorgullecen de salvar a una persona. Para mí, un hombre no está vivo si para ello tiene que permanecer conectado a una máquina. Es un tema delicado. Para el hombre occidental, un hombre está 'vivo' hasta que deja de funcionar su cerebro; para los árabes, el corazón es siempre lo más importante", afirma Scoppetta.

Divertida mezcla de 'cartoon' y manga, el dibujo del autor no es sino una consecuencia, un hecho derivado de los múltiples trabajos que ha desempeñado a lo largo de su carrera. "Comencé como ilustrador para agencias de publicidad, luego en animación y ahora, por fin, puedo dibujar cómics. Ha sido un camino muy largo, pero he llegado a donde quería", celebra.

El trazo amable no debe engañar al lector: "Quinto: no matarás" es una historia dura, con más violencia y contenido sesudo del que se pueda apreciar a simple vista. "Se pueden decir cosas muy serias con una sonrisa en los labios. Yo uso el mismo método: una historia dramática con un estilo deformado", advierte.

Aunque la industria del cómic español no se encuentra muy boyante, los autores con talento salen de debajo de las piedras. Una situación parecida a la italiana, según describe Scoppetta: "Hay jóvenes muy interesantes, como Gianluca Maconi o Matteo Scalera, pero todos intentamos trabajar para el extranjero, porque las cosas están muy difíciles en nuestro país", lamenta.

Con todo, el autor está de enhorabuena, ya que este año se cumple el décimo aniversario de Rak&Scop, el estudio que fundó en 2001 junto al dibujante Alessandro Rak. "Hace poco publicamos 'A Skeleton Story', y ahora estamos buscando financiación para rodar una película basada en ese cómic", anuncia Scoppetta.