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La investigación culpa del accidente del Air France Río-París a un fallo de los pilotos

  • Según el informe, hubo un error de comunicación entre la tripulación
  • Los pilotos no identificaron las indicaciones de pérdida de velocidad     
  • La compañía pide que no se cuestionen sus competencias técnicas

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Un nuevo informe sobre el accidente de Air France pone en duda la actuación de los pilotos

Los investigadores encargados de esclarecer el accidente de la compañía Air France, afirman  que  "ninguno de los dos copilotos" -a los mandos mientras el piloto descansaba- identificó correctamente las indicaciones de pérdida de velocidad, según el último informe de la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA).

Según este informe, "Ninguno de los pilotos hizo referencia a la alerta de caída" y tampoco supo identificar "formalmente la situación de caída". Añade, además, que ninguno de los pilotos habrían recibido entrenamiento a gran altitud y ejecutaron una maniobra incorrecta.

La situación, afirman los expertos de la BEA, podría haberse solucionado incluso después de producirse el fallo en el indicador de pérdida de velocidad, pero los pilotos se enzarzaron en una discusión sobre consideraciones técnicas.

El documento del BEA detecta que se produjo un error de comunicación entre los miembros de la tripulación.  Señala que mientras el copiloto insistía en levantar el morro del  avión, intentó alertar al comandante del aparato, que llegó a los mandos  un minuto y medio después de que se desconectase el piloto automático.

Por su parte la compañía Air France ha declarado en un comunicado que "nada permite, hasta ahora, cuestionar las competencias técnicas de la tripulación"  y agrega una sentencia sobre el caso: " Queda establecido que la  combinación de múltiples elementos improbables condujo a la catastrofe  en menos de cuatro minutos"

El accidente se produjo en al año 2009 en aguas del Atlántico y causó la muerte de sus 228 ocupantes. Dos años después las investigaciones siguen aportando nuevos datos. Hasta el momento los investigadores habían señalado como causa del siniestro una avería en las sondas de medición de la velocidad, dañadas a causa del hielo, a pesar de que la BEA siempre ha señalado que ese problema no podía explicar por sí solo el accidente.

Recomendaciones para el futuro

La BEA no solo ha detectado los supuestos errores, sino que ha propuesta varias mejoras. La primera es el registro de datos de vuelo, grabando en vídeo los indicadores del salpicadero.

En segundo lugar, los investigadores sugieren revisar el contenido de los programas de capacitación y supervisión y "asegurar una mejor división del trabajo" entre el comandante y los copilotos.

Además, se invita a las autoridades reguladoras a mejorar la transmisión de datos para ayudar a localizar el dispositivo en caso de emergencia a bordo, y que se considere la activación de una baliza de emergencia.

Por último, según el BEA las autoridades deberían considerar la posibilidad de equipar el dispositivo indicador del ángulo de incidencia (la inclinación del morro del aparato) para que se pueda acceder a él directamente.