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El mensajero de los dioses, listo para llegar a la órbita de Mercurio

  • La sonda Messenger entrará en la órbita del planeta el próximo viernes
  • Si lo logra, será la primera en hacerlo
  • Lleva más de seis años viajando por el espacio para ajustar su trayectoria

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Recreación artística de la sonda Messenger en la órbita de Mercurio
Recreación artística de la sonda Messenger en la órbita de Mercurio

Después de seis años y medio en el espacio, la suerte de la misión Messenger de la NASA depende de una delicada maniobra de 15 minutos de duración que tendrá lugar este viernes.

Si todo va según lo previsto la sonda Messenger se convertirá en la primera nave espacial en entrar en órbita alrededor de Mercurio, el planeta del sistema solar más próximo al Sol, que hasta ahora sólo había sido visitado por la sonda Mariner 10, que entre 1974 y 1975 lo sobrevoló en tres ocasiones.

Por el contrario, si la maniobra sale mal, la sonda podría acabar estrellada sobre la superficie del planeta o precipitándose sin remedio hacia el Sol o hacia el espacio.

En el mejor de los casos, e igual que le sucedió a la sonda japonesa Akatsuki, que fracasó en su intento de entrar en órbita alrededor de Venus el pasado mes de diciembre, podría quedar en una órbita que le permitiría intentarlo de nuevo al cabo de cierto tiempo.

Por ahora todo parece indicar que las cosas van bien, ya que ya que después de todo este tiempo en el espacio los últimos datos recibidos indican que la sonda se ha desviado sólo 5 kilómetros y 3 segundos sobre la trayectoria prevista, un error muy por debajo de los límites tolerables.

Una complicada maniobra

El que la NASA haya optado por esta complicada coreografía espacial para colocar a la Messenger en su lugar de destino obedece a que aunque "caer" hacia el Sol es en principio sencillo, pues no hace falta más que dejarse llevar por su atracción gravitatoria, el poder frenar a tiempo y entrar en órbita alrededor de Mercurio no lo es tanto.

Esto requiere o bien llevar la cantidad de combustible suficiente como para poder frenar a tiempo, peso que hay que sacrificar entonces en cuanto a carga útil de la nave, o bien utilizar una trayectoria de este estilo, que ha usado la gravedad de la Tierra en dos ocasiones, la de Venus en otras dos, y la de Mercurio en tras cuatro ocasiones para llevar a la nave a su destino.

La maniobra se complica además porque Mercurio carece de atmósfera

La maniobra se complica además porque Mercurio carece de atmósfera, con lo que esta no puede ser utilizada para frenar la nave, igual que se hace, por ejemplo, con las sondas enviadas con destino a Marte.

En cualquier caso, y para no perder el tiempo durante estos años, la Messenger ha ido enviado imágenes y algunos datos tomados durante sus sucesivas aproximaciones a Mercurio, como por ejemplo una foto de familia del sistema solar tomada desde dentro de la órbita de Venus, o algunas imágenes en alta resolución del lado oculto del planeta que ya nos han ido revelando detalles que no conocíamos.

¿Cuál es el objetivo de la misión?

Pero suponiendo que la maniobra de inserción orbital, que es así como se denomina técnicamente, salga bien, será a partir de entonces cuando la misión comience a pagar dividendos y los ocho instrumentos de a bordo, la carga útil de la nave, demuestren que han merecido la pena esos seis años y pico de espera desde que fuera lanzada el 3 de agosto de 2004.

Durante el año que está inicialmente previsto que dure la misión estos nos permitirán determinar con precisión la composición de Mercurio, incluyendo la de los materiales que reflejan el radar que hay en sus polos, estudiar su historia geológica, medir su campo magnético y cómo varía con la posición y altura, investigar si el planeta tiene un núcleo externo líquido, y ver qué compuestos químicos volátiles se encuentran en él.

De ahí, por cierto, su nombre, MErcury Surface, Space ENvironment, GEochemistry and Ranging (Medición de la Superficie, Ambiente Espacial, y Geoquímica de Mercurio), que además, es el nombre del mensajero de los dioses, también conocido como Mercurio.  

Es posible, además, que dado que la sonda funciona con energía solar que convierte en electricidad mediante dos paneles solares, la misión pueda extenderse más allá de lo previsto.

Pero por ahora, no queda más remedio que esperar al viernes a la 1:45 de la noche, hora de España, momento en el que comenzará la maniobra de frenado, que ha sido ensayada hasta la saciedad por el equipo de control de la misión, tanto en lo que se refiere a un funcionamiento normal de la nave durante ella como en lo que se refiere a todos los posibles fallos que se les han podido ocurrir.