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Éxodo de Tokio ante la alerta nuclear mientras dos fuertes réplicas sacuden Japón

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El terremoto añade incertidumbre a la ya complicada situación económica de Japón

Dos fuertes réplicas de magnitud 6 y 6,3 en la escala abierta de Richter han sacudido este martes Japón, mientras la población de Tokio ha comenzado a abandonar la capital por la crisis nuclear.

Uno de los seísmos se ha producido a las 22.31 hora local (14.31 en la hora peninsular española) en el suroeste de Tokio, en la provincia de Shizuoka, según informa la Agencia Meteorológica de Japón.

El otro, de 6,3, se ha producido en la costa de Fukushima, al noreste de Japón, provincia en la que se encuentra la central nuclear de la que se han confirmado fugas radiactivas.

La Agencia Meteorológica nipona ha informado de que el seísmo ha sucedido a las 10.50 horas y ha tenido su epicentro en la costa a diez kilómetros de profundidad.

Riesgos nucleares

La fuga radioactiva de la central nuclear de Fukushima, que por primera vez desde el terremoto ha emitido directamente a la atmósfera niveles de radioactividad peligrosos para la salud, ha atemorizado a la población de la capital japonesa, que está abandonando Tokio para refugiarse en el sur de la isla o salir del país. Además, varias compañías aéreas internacionales han cancelado sus vuelos a la capital o los han desviado.

"No estoy demasiado preocupada porqué vaya a producirse otro terremoto. Es la radiación lo que me asusta", afirma Masashi Yoshida a la agencia Reuters mientras acuna a su bebe de cinco meses.

Mujeres y niños hacen cola en las salas de embarque de los aeropuertos y en las estaciones de tren, tratando de huir de la capital y de las áreas más cercanas a Fukushima.

Nos vamos de Tokio hasta ver qué pasa

"Estamos yéndonos de Tokio hacia nuestra ciudad natal debido a la situación. Por el momento solo hemos comprado un billete de ida y esperaremos a ver qué pasa", asegura una mujer japonesa con su niño en brazos en el aeropuerto de Haneda.

La noticia de que en algunos momentos la radiación ha superado 40 veces los niveles normales y que las partículas han llegado hasta Tokio han sembrado el pánico entre la población de una de las ciudades más grandes y más densamente pobladas del mundo.

Escasez de alimentos y suministros

Y es que tras el seísmo de magnitud 9 y el posterior tsunami que dejan más de 3.000 muertos según cifras oficiales, la crisis nuclear es lo que más asusta no solo a los japoneses, acostumbrados a los terremotos, sino también a los turistas.

Estoy tan asustada que preferiría estar en el ojo de un tornado

Christy Niver, de Minnesota, asegura que ya ha tenido suficiente. Su hija Lucy, de 10 años, es más contundente: "Tengo miedo. Estoy tan asustada que preferiría estar en el ojo de un tornado. Quiero irme".

Las palabras del ministro portavoz, Yukio Edano, que ha asegurado que los niveles de radiación han caído drásticamente solo han servido para tranquilizar a los japoneses hasta que el alcalde tokiota ha declarado que los niveles han sido de "10 veces lo normal", matizando que no "suponen una amenaza para la salud".

Los temores a una catástrofe nuclear han llevado a la gente a hacer acopio de alimentos y ya han comenzado a escasear el arroz, la leche y el pan. Además, otros suministros como radios, linternas, velas, latas de combustible y bolsas de dormir también se encuentran agotados en algunos barrios de Tokio.

La capital de Japón comienza a notar los efectos del terremoto y de la fuga radiactiva en la central nuclear de Fukushima. De hecho ya han llegado las primeras partículas nocivas. Además, faltan productos de primera necesidad -pan, leche, arroz o agua- y la población sufre continuos cortes de luz. Según una fuente oficial citada por AFP, en Tokio ya hay niveles de radiación "ligeramente superiores a lo normal". Sin embargo, estas informaciones especifican que estos niveles son demasiado bajos para afectar a la salud. Mientras, la agencia de noticias Kyodo asegura que podrían llegar más partículas debido a los a los vientos del sur. El ambiente de Tokio este martes es muy diferente a cualquier otro día: hay mucha menos gente en la calle e incluso se ven barrios desiertos, informa la enviada especial de RNE, Vanesa Laso. La población ve cómo no pueden comprar productos de primera necesidad, pero tampoco otros como pilas o linternas. Y lo peor es que los comercios anuncian que no saben cu

Las partículas radioactivas vuelan hacia el Pacífico

Algunos periodistas internacionales que llevan desde el viernes cubriendo la tragedia, que ha deja más de 3.000 muertos y miles de desaparecidos según cifras oficiales, también han anunciado que abandonan el país.

Aunque en un primer momento los vientos llevaron hacia la capital partículas radioactivas, la actual situación meteorológica, con vientos hacia el este, está alejando de Japón la amenaza de una nube radioactiva como consecuencia del accidente en la planta nuclear de Fukushima, según ha indicado la Organización Mundial de la Meteorología (OMM).

"En el momento actual no hay implicaciones en tierra para Japón u otros países. Por ahora todas las implicaciones meteorológicas son hacia el mar abierto. El viento está dispersando las partículas radiactivas hacia el océano", ha señalado una portavoz del organismo, que también ha indicado que las condiciones de los vientos son muy cambiantes y que "la situación puede fluctuar en los próximos días".

Cancelaciones de vuelos

Los científicos también llaman a la calma. "El material radiactivo llegará a Tokio, pero no es dañino para el cuerpo humano, ya que se disipará por el momento en que llegue a Tokio", ha afirmado Koji Yamazaki, profesor de Ciencia del Medioambiente en la escuela de postgrado de la Universidad de Hokkaido, la ciencia del medio ambiente. "Si el viento se hace más fuerte, significa que el material vuela más rápido y aún se dispersará más".

La mayoría de las embajadas extranjeras en Tokio han aconsejado a sus nacionales que abandonen el país. España ha desaconsejado "todo viaje" a la isla y ha asegurado estar dispuesta a enviar un avión para evacuar a los españoles de Japón si fuera necesario.

Algunas compañías aéreas, como Air China y Taiwan's EVA Airways, han cancelado sus vuelos a Tokio. La Administración Federal de EE.UU. ha indicado que está preparada para desviar sus rutas si la crisis nuclear empeora. Aún así, los vueltos a la capital japonesa van casi vacíos.

"Tengo miedo de regresar", asegura Makoto Usui, a punto de coger un vuelo desde Hong Kong hasta Tokio. "No sé qué esperar".