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El Congreso celebra 30 años después la fortaleza de los demócratas frente al 23-F

  • Bono y Lavilla han destacado el protagonismo del pueblo español
  • En el Congreso se ha conmemorado el 30º aniversario del 23-F
  • Han estado presentes la mitad de los diputados de la Cámara de 1981

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Acto de conmemoración del 23-F en el Congreso de los Diputados

En los escaños se han mezclado los actuales diputados con otros 144 de los 350 que vivieron en persona el golpe de Estado del 23-F. Es la forma de conmemorar que han pasado 30 años de "una noche negra de la Historia, con mayúsculas, de España", según ha relatado Landelino Lavilla, quien presidía en aquella legislatura el Congreso de los Diputados.

Después le ha relevado en la palabra el actual presidente de la Cámara, José Bono, quien ha destacado especialmente la figura de don Juan Carlos en la noche del 23 de febrero de 1981: "el rey creció ante su pueblo".

Entre Lavilla y Bono ejercían la parte más institucional y emotiva de la conmemoración. Desde los escaños les escuchaban figuras históricas como las de Manuel Fraga y Santiago Carrillo, que compartían brazo con brazo asiento en la bancada azul de los ministros. El único expresidente del Gobierno presente en el hemiciclo ha sido Felipe González.

Lavilla ha destacado: "Debemos celebrar el hecho de que la aspiración de los españoles no fuera truncada". Si en otros tiempos espectador del devenir político, en el 81 y en el presente el pueblo español fue "el garante de la libertad" y el luchador por la democracia, ha dicho el expresidente.

En sus declaraciones Landelino Lavilla ha reconocido "el  sereno impulso por la convivencia política y estable" de los españoles, como pieza fundamental del devenir de la democracia en España. Frente a conspiradores, fueron y son freno "las murallas de los valores constitucionales y la autoridad democrática", ha destacado el expresidente.

Pero Landelino Lavilla también ha criticado a quienes sin entender el contexto, no supieron reconocer el valor de los allí presentes aquel día y ha asegurado que "es absolutamente claro que fueron los ofensores los que dieron el deplorable espectáculo aquella tarde"."Yo reconocí la forteleza -ha dicho Lavilla- de todos los miembros de la Cámara", el 25 de febrero, dos días después del fracasado golpe.

Bono destaca la presencia de militares y guardias civiles

En su discurso, el actual presidente del Congreso, José Bono, ha resaltado que en este 23 de febrero como en aquel de 1981, los palcos están llenos. Pero hoy, ha querido destacar, hay muchos militares y guardias civiles, con su asiento bien ganado y a los que se recibe en el Congreso con los brazos abiertos.

El discurso después ha ido desgranando los acontecimientos de aquellas 18 horas que duró la toma del Congreso y los protagonistas. Desde los taquígrafos hasta el rey han ido teniendo un recuerdo en sus palabras.

Bono también se ha felicitado de que entre los presentes haya algún diputado que en aquella fecha todavía no había nacido, como un relevo generacional muy saludable. Aquel 23 de febrero era también un día solemne en el que la Cámara baja votaba la investidura de un nuevo presidente, Leopoldo Calvo Sotelo.

Precisamente a Calvo Sotelo, al que algunos militares quisieron arrebatar lo que le daba la democracia, y a Adolfo Suárez, ha dedicado Bono dos de las semblanzas que más aplausos han arrancado en el hemiciclo. Ha recordado la entereza y aplomo de Suárez, y ha denunciado la "crítica inmisericorde" de la prensa, la oposición y de sus propios compañeros de partido en aquellos días al primer presidente del Gobierno de la democracia. Bono ha dicho defender a quien no se puede defender. Entre los presentes este miércoles en el hemiciclo no había ningún familiar de Suárez.

Sí los había del general Manuel Gutiérrez Mellado, y a ellos Bono ha dirigido un emocionado agradecimiento. Del que fuera vicepresidente del Gobierno José Bono ha dicho ha quedado "una fotografía imborrable de fortaleza moral y física" haciendo frente a los golpistas hasta ser agredido por la espalda, con la intención de tirarle al suelo.

Entre los gestos ha resaltado los ejemplos de dignidad y valor de Santiago Carrillo. También los de Manuel Fraga, Íñigo Cavero o Fernández Miranda.

"El rey hizo ese día más por la monarquía que todos sus antepasados juntos"

La última escala entre los protagonistas, Bono se la ha dedicado al rey don Juan Carlos, de quien ha dicho que esa noche se ganó el afecto del pueblo y la legitimidad que ya le venía por su sangre. El actual presidente del Congreso ha sentenciado "esa noche hizo más por la monarquía que todos sus antepasados juntos".

Aunque Bono ha cerrado su discurso como lo inició Landelino Lavilla, destacando el valor del pueblo español, del que ha destacado su papel como auténtico protagonista de que no triunfase el golpe de Estado del 23 de febrero. También ha lamentado que no se les haya reconocido lo suficiente ese valor a los españoles.

Antes de emplazar a los diputados de aquel día y a los del presente a posar en una foto histórica junto a los leones que custodian la entrada del Congreso, en la que no ha estado Fraga porque no podía acceder con su silla de ruedas, José Bono ha dicho que sería bueno no tener que esperar otros 30 años, para recordar lo que hoy sabemos, simplemente,  "llevarnos lo mejor posible".