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Baterías ultrarrápidas que se cargan en un minuto

  • Aún no resultan prácticas para demasiadas aplicaciones de la vida cotidiana
  • Combinan ultracondensadores con baterías normales
  • Por desgracia, sólo duran una fracción que las convencionales

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Casi todos los aparatos y dispositivos que llevamos encima tienen una gran dependencia: la energía de las baterías. Por desgracia es uno de los terrenos en que menos se ha avanzado en las últimas décadas.

Las baterías siempre parecen durar demasiado poco, acabarse en el momento más inapropiado y además necesitan tiempos de recarga a veces desesperantes. Los fabricantes se esfuerzan por sacarles todo el juego posible mediante diversas técnicas y trucos, pero no parece ser suficiente.

Por suerte, parece que existirá pronto una alternativa mejor: las baterías de ultracondensadores. Los ultracondensadores, en los que se han puesto grandes expectativas desde hace tiempo, son condensadores de alta capacidad con ciertas ventajas y desventajas respecto a los convencionales.

Cuando se usan a modo de baterías recargables ofrecen tiempos de carga mucho más rápidos -espectaculares, en muchos casos-, se puede repetir el ciclo de carga miles y miles de veces más y son más ligeros y pequeños.

Entre las desventajas están que su densidad energética es menor que en las baterías convencionales y que liberan la energía de forma más rápida. Esto último es práctico para ciertas aplicaciones, como los coches eléctricos, pero no tanto para otras, como los ordenadores o teléfonos móviles, donde conviene mantener la energía guarda días o semanas.

Rápida en cargarse y en agotarse

Hace poco una empresa llamada Ioxus anunció uno de estos ultracondensadores combinado con una batería de ión-litio más o menos convencional, de modo que aprovecha lo mejor de ambos mundos.

Su ultracondensador puede recargarse en menos de un minuto, un tiempo asombroso comparado con las horas que se necesitan para una batería convencional. Y puede repetirse la operación hasta unas 20.000 veces -su vida útil-, una cantidad que probablemente vaya más allá de lo que dure el dispositivo al que alimenta.

Por desgracia estas mini-baterías todavía tienen una duración quince veces menor que las baterías convencionales. Las primeras versiones que se lanzaron hace tiempo duraban unas 30 veces menos, así que algo se ha mejorado.

El caso es que si se usaran en un teléfono móvil, de los que suelen tener unas 8 horas «en conversación», el tiempo total se quedaría en sólo media hora, aunque se podría recargar de nuevo al completo en menos de un minuto, que es su principal característica.

En cualquier caso, se trata de un interesante avance que hace que este tipo de tecnologías sigan siendo muy prometedoras para el futuro.