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La historia del corto más premiado del mundo

  • El corto español Porque hay cosas que nunca se olvidan récord Guiness
  • Ha acaparado más de 300 premios internacionales en año y medio
  • Se emite esta noche en La2 y en RTVE.es a partir de las 00:00

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"Porque hay cosas que nunca se olvidan", el corto más premiado de todos los tiempos

"Es una formula perfecta. Una historia sobre infancia, amistad, venganza y fútbol". El argentino afincado en España Lucas Figueroa, e director de Porque hay cosas que nunca se olvidan, tiene claro cuál es la clave del éxito de su laureado corto.

"Tiene un humor negro muy universal. Cualquiera se puede identificar", añade convencido. Razón no le falta. Este relato visual, preciosista y ácido ha conquistado más de 300 premios internacionales en tan sólo año y medio, con preselección en los Oscar de Hollywood y nominación a los Goya incluída.

Y más. Ha logrado embelesar a públicos de festivales tan diversos como Tokio, San Sebastián, Berlín, Los Angeles, New York, Delhi, Lund, Londres, Edimburgo, Buenos Aires, Rio, Lisboa, Austin, Estambul o Sydney, por citar algunas ciudades. El corto ha representado a España en más de 500 festivales internacionales.

Tal avalancha de galardones y cifras ha tenido dos consecuencias directas. La popularidad de la película ha subido como la espuma y ha entrado en el libro Guiness de los Récords, como el corto más premiado del mundo.

"Lo del Guiness está bien. Sirve para meter más ruido pero no deja de ser anecdótico", explica Figueroa, ya casi sin capacidad de sorpresa, ante la trayectoria imparable de su multipremiada criatura.

Una tragicomedia negra de venganza

"Cuando yo era pequeño recuerdo que había una vieja que nos pinchaba con un cuchillo los balones con los que jugábamos al fútbol. De ahí nació la idea de la venganza", rememora el realizador.

Una anécdota de su niñez inspiró a Lucas Figueroa para crear la historia. Una historia plagada de efectos visuales. "Costó cinco meses posproducirla", cuenta a RTVE.es.

El propio Figueroa realizó en el corto las labores de dirección, producción, dirección de arte, montaje y música. Esfuerzo que ha dado sus frutos. Actualmente se encuentra trabajando en un proyecto de largometraje en Hollywood y dos en España

Las últimas tecnologías son una constante en la carrera del realizador. Efectos que impregnan Porque hay cosas que nunca se olvidan, una fábula negrísima que nunca deja de lado los guiños personales. "Soy fan absoluto de Jean Pier Jeunet. Quise hacer un homenaje absoluto a Delicatessen, una película que me marcó", confiesa.

La idea cada vez cogió más fuerza y se materializó en un rodaje en un pueblo segoviano ambientado como la Italia de los años 40 y aderezado con la presencia de niños.

Un cuento visual que ironiza sobre las vueltas que da la vida. Y aquí es donde entra Fabio Cannavaro. Uno de los futbolistas más famosos del mundo.

Fabio Cannavaro y la utopía

La presencia de la estrella del fútbol fue otro de los reclamos del corto. Conseguir que participara fue todo un reto. Aunque el futbolista aceptó de inmediato, pasaron meses hasta que consiguieron rodar.

Cannavaro se portó fenomenal

"Ese año (2006) Italia ganó el Mundial. Cannavaro ganó el Balón de Oro y era la estrella del momento. Estaba ocupadísimo". Al final, la persistencia de Figueroa dio sus frutos.

"Fue un poco utopía contar con él pero al final lo conseguimos. Siempre le estaré agradecido", asegura satisfecho. Porque hay cosas que nunca se olvidan.