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El PSC cosecha su peor resultado de la historia y Montilla abandonará la dirección del partido

  • El PSC pierde nueve escaños y sólo tendrá 28, cuando su mínimo eran 33
  • Montilla no se presentará a la reelección como líder de los socialistas catalanes
  • La dirección nacional del PSOE admite parte de responsabilidad en la derrota

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Montilla no volverá a ser el próximo secretario general del PSC

El desgaste de dos legislaturas liderando el tripartito que ha  gobernado Cataluña desde 2003 y el voto de castigo al presidente del  Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se han combinado para hundir al  Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) hasta su peor resultado en  unas elecciones autonómicas, al obtener tan sólo 28 escaños,  nueve menos que hace cuatro años. La amplitud de la derrota abrirá la renovación del partido y el todavía presidente de la Generalitat, José Montilla,  no se presentará a la reelección como primer secretario.

El PSC nunca había obtenido menos de 30 diputados en unas elecciones catalanas y, hasta este domingo, su peor resultado eran los 33 escaños obtenidos en los primeros comicios regionales, en 1980. También en número de votos y en porcentaje es su peor resultado, ya que ha obtenido 570.361 (el 18,32% del total), por debajo de los 606.717 (el 22,33%) de hace tres décadas.

Una derrota sin paliativos que los dirigentes del partido han  admitido apenas se cerraban las urnas: sin conocer ningún dato del  escrutinio, el portavoz socialista, Miquel Iceta, ha  reconocido que todo apuntaba a una victoria "amplia" de CiU.

Aunque Iceta ha admitido "errores propios", de inmediato ha  trasladado parte de la culpa a la situación del PSOE en el ámbito  nacional. "No es nada descabellado atribuir a la crisis económica gran  parte del desgaste", ha dejado caer, para después hablar también de la  influencia de la sentencia del Tribunal Constitucional que rebajó  aspecto importantes del Estatuto de Autonomía catalán.

La influencia de la situación nacional

En los mismos argumentos ha insistido después, cuando los resultados  eran ya contrastados, el candidato socialista,  José Montilla,  cuando ha  agradecido su respaldo a quienes le han votado "a pesar de la gran  crisis económica, de la incertidumbre sobre el futuro y de las tensiones  sobre nuestro autogobierno".

Ha influido el malestar por la crisis y el  desempleo

Desde la dirección nacional, además, han coincidido en el análisis,  al menos de forma implícita: "Ha influido el malestar por la crisis y  muy singularmente el desempleo", comentaba en una declaración leída ante  los medios el secretario de Organización del PSOE, Marcelino  Iglesias.

"Asumimos nuestra parte de responsabilidad y la necesidad de una  reflexión", ha dicho Iglesias, que ha querido enviar un mensaje de ánimo  a los socialistas catalanes (que formalmente constituyen un partido  distinto al PSOE): "El PSC se recuperará rápidamente y sus  dirigentes sabrán encontrar el camino para ganar de nuevo la confianza  de los ciudadanos de Cataluña".

Iglesias se ha referido expresamente a Montilla, al que ha trasladado  la "solidaridad" del partido nacional, aunque en un plano de igualdad  respecto al resto de "nuestros compañeros". Desde Barcelona, sólo ex  ministro de Trabajo, Celestino Corbacho,  ha tenido un guiño  hacia el PSOE: "Este resultado sólo hay que verlo en clave catalana”, ha  respondido al ser preguntado por si perjudica a Zapatero.

Montilla da paso a la renovación

La comparecencia de Montilla, por el contrario, no ha incluido ni  un gramo de autocrítica: "Hoy hemos perdido unas elecciones,  pero no hemos sido derrotados de nuestras convicciones, de la confianza  de los que no se resignan a una sociedad injusta, de la esperanza de los  que desean reescribir su propia historia". El president no ha  mencionado en ningún momento al tripartito, la coalición que le aupó al  poder en 2003 y 2006.

Montilla, que ya había anunciado que no repetiría como candidato  socialista en las próximas elecciones a la Generalitat, ha anunciado en  su comparecencia que tampoco concurrirá a la reelección como  primer secretario del PSC,  aunque no ha presentado su dimisión.  "Estaré en el lugar que corresponda en los combates que compartimos",  ha asegurado, entre los aplusos de sus correligionarios y arropado por  la dirección del partido.

Además, ha manifestado su intención de ser "impulsor y garante" del  proceso de renovación del partido tras la "amplia" derrota sufrida,  instando a sus compañeros a analizar los resultados y abrir "un proceso  de cambios para responder a la demanda de la ciudadanía".

La renovación apremia, de hecho,  puesto que en apenas unos meses habrá una revalida en forma de  elecciones municipalesen mayo se comprobará si los socialistas  catalanes ha digerido el varapalo o el castigo se prolonga.