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El hambre en el mundo cae en 2010 por primera vez en quince años

  • Se reduce un 10% por la caída de los precios de los alimentos
  • La FAO dice que aun se está lejos de los Objetivos del Milenio
  • Una de cada seis personas se levanta en el mundo sin nada que comer

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Un niño de dos años, alimentado por su hermana en un campamento de Pakistán.
Un niño de dos años, alimentado por su hermana en un campamento de Pakistán.

Se reduce casi un 10% el número de hambrientos sobre la tierra. 925 millones de personas pasan hambre en 2010 frente a los 1.020 millones de 2009. Es una cifra dramática pero se baja del umbral de los 1.000 millones con los que ya nos habíamos habituado a convivir, la primera reducción en 15 años, según un informe de la Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Con todo, la FAO sigue viendo la actual cifra como "inaceptable". Su director general, Jacques Diouf, ha señalado que "cada   seis segundos muere un niño por problemas relacionados con la   desnutrición", de manera que "el hambre sigue siendo la mayor  tragedia y  el mayor escándalo del mundo".

La caída de los precios tiene buena parte de la culpa del descenso en el número de hambrientos. Sin embargo, subraya la FAO,   el hambre es un problema que cuya resolución está muy lejana y también está   muy lejana la cifra de 400 millones de hambrientos para 2015, un reto que se fijó en la Cumbre Mundial de Alimentos de 1996.

El descenso más importante del número de hambrientos se ha producido en la región de Asia Pacífico donde   hay un 12% menos de personas que pasan hambre con respecto al año pasado. Se ha pasado de 658 a 578 millones de hambrientos en la zona.

Son buenos datos pero el dramatismo persiste. Como dice la directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos, Josette Sheeran, una de cada seis personas de la Tierra se levanta cada día sin nada que comer.

Pese al declive de la malnutrición crónica recogido por la FAO en el informe, los disturbios por la subida del precio de los alimentos en Mozambique, las protestas en Egipto y el aumento de los precios de los cereales debido a la sequía y los incendios en Rusia han puesto el tema del hambre y la seguridad alimentaria de nuevo en la agenda global.

La mayoría, en países en desarrollo

La FAO detalla que la mayoría de la gente que sufre hambre en el mundo sigue viviendo en los países en desarrollo, donde suponían un 16% de la población en 2010.

Esta marca supone una ligera mejora respecto al 18% de población hambrienta que registraron estos países en 2009, pero la organización advierte de que aún queda lejos del objetivo de la ONU de reducir esta proporción del 20% que había en 1990 al 10% marcado para 2015 en el marco de los Objetivos del Milenio.

"El hecho de que cerca de 1.000 millones de personas sigan pasando hambre pese a la reciente crisis financiera y del mercado de los alimentos indica un problema estructural más profundo", defiende la FAO en su informe.

"Los gobiernos debería favorecer un incremento de la inversión en agricultura, expandir la red de protección y asistencia social y poner en marcha actividades de generación de riqueza entre los pobres en las poblaciones rurales y urbanas", concluye el informe, previo a la cumbre especial de la próxima semana en Naciones Unidas sobre la revisión de los Objetivos del Milenio.

De cara a los próximos años, lo que más preocupa a la FAO es la  inestabilidad de los mercados: Su volatilidad es lo más peligroso dentro  de un panorama en el que no se barruntan nuevas crisis alimentarias

Este anuncio   de la cifras se produce a pocos días de la  publicación de uno de los informes anuales más importantes de la  organización: el estado de la inseguridad en el mundo que se dará a  conocer el mes que viene de manera conjunta con el Programa Mundial de  Alimentos y que, este año, incluye una sección especial  centrada en los países que sufren crisis prolongadas.