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Irán suspende la sentencia de lapidación contra Ashtiani tras la presión internacional

  • El ministro de Exteriores dice que el veredicto será revisado
  • El hijo de la acusada temía que la ejecutasen tras el Ramadán

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Irán suspende la lapidación por adulterio contra Ashtiani

Las autoridades iraníes han suspendido la sentencia de muerte por lapidación de Sakineh Mohamadi Ashtiani, condenada por adulterio, tras la oleada de protestas a nivel mundial

"El veredicto sobre las relaciones extramaritales se ha parado y está bajo revisión", ha declarado el ministro de Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast, a la televisión estatal en inglés Press TV.

Estas afirmaciones contrastan con las realizadas un día anterior por el hijo de la acusada, que aseguraba que su madre sería ejecutada tras acabar el Ramadán, que fianliza el próximo viernes.

Además, las autoridades iraníes habían denunciado que Sakineh estaba siendo juzgada también por el asesinato de su marido y acusó a las potencias occidentales de defender la puesta en libertad de asesinos.

El Gobierno de Teherán había retrasado la aplicación de la sentencia contra Ashtiani, encarcelada desde hace cinco años, por la presión internacional que ha producido el caso.

La condena a muerte fue recurrida en dos ocasiones ante las autoridades y en ambas se le negó el perdón, aunque su abogado había pedido una nueva revisión de su causa

El pasado fin de semana diversos medios informaron que la mujer había recibido 99 latigazos por indecencia por la supuesta publicación de una foto suya sin velo en el periódico The Times, pese a que luego el rotativo dijo que se trataba de otra mujer.

Campaña internacional

El caso saltó a la luz tras la campaña iniciada por Amnistía Internacional el pasado mes de julio, acompañada por una carta de su hijo de 22 años pidiendo clemencia para su madre.

En marzo del 2006 un tribunal de la provincia iraní de Azerbaiyán Oriental (noroeste) determinó que Ashtiani había mantenido "relaciones ilícitas" con dos hombres tras la muerte de su marido. En ese momento sólo fue condena a una pena de flagelación, por la cual recibió un total de 99 latigazos.

Sin embargo, en septiembre de este mismo año, durante el juicio de un hombre acusado de asesinar al marido de Ashtiani, otro tribunal diferente reabrió su caso y allí se la acusó de haber mantenido relaciones con los dos hombres mientras su marido vivía.

Pese a que se retractó de una confesión que afirmó había sido obligada a realizar bajo coacción, este nuevo tribunal la halló culpable y la condenó a muerte, una condena ratificada por el tribunal supremo y que se puede aplicar en cualquier momento.