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Nucci vuelve a hacer historia en el Real con un 'tris' de 'Si, vendetta'

  • "Es extraordinario, estoy muy emocionado", afirma incrédulo
  • Ha salido a saludar a un público satisfecho una docena de veces

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La soprano italiana Patrizia Ciofi y el barítono italiano Leo Nucci
La soprano italiana Patrizia Ciofi y el barítono italiano Leo Nucci

A Leo Nucci no le gusta hacer las cosas a medias. Si hace un año salió por la puerta grande del Real al ser el primero que hacía un 'bis' en medio de una ópera, con Si, vendetta, de Rigolettoeste martes ha hecho un 'tris' con esa misma pieza en el recital que ha ofrecido con Patricia Cioffi.

Nucci (Castiglione dei Pepoli, Bologna, 1942), 43 años de carrera y 451 Rigoletto a su espalda, salía esta noche al escenario del Real dispuesto a dar "todo el corazón" y "estar a la altura del público de Madrid".

"¿Qué puedo decir?. Es extraordinario, estoy muy emocionado", aseguraba a Efe nada más terminar la representación, mientras el director artístico del Real, Antonio Moral, repetía incrédulo, y feliz, que "nunca" había sucedido algo así.

Nucci y Cioffi, la misma pareja que el año pasado protagonizó el momento histórico, cerraban esta noche la segunda parte del recital con Si, vendetta con tal apabullante acogida del público que han hecho un 'bis' con esa misma pieza.

Tras el delirio que han provocado, varios minutos saludando en medio de una gran ovación, Cioffi (Siena, 1967) ha interpretado, como si no llevara encima dos horas de esfuerzo, el primer 'bis' programado, Chi il bel sogno di Doretta', de La Rondine, de Puccini, y ha recibido un aplauso tan cerrado que se sujetaba la cara emocionada.

Una docena de saludos

Ha tomado el relevo Nucci que ha preguntado al auditorio "¿un poco de Andrea Chenier?" para dejarle boquiabierto con su potente Nemico della patria, de Umberto Giordano.

Y cuando ya parecía imposible que pudiera haber más, después de salir varias veces más a saludar solos y junto al director, Michele Mariotti, con una sonriente pero agotada Cioffi haciendo el gesto de dispararse en la sien, ha sucedido lo inédito: Nucci ha pedido a la orquesta y al director que atacara de nuevo los compases de Si, vendetta.

Con un patio de butacas diezmado pero sin deserciones en los palcos su generosidad ha sido acogida con lo que ha sonado como un auténtico rugido de satisfacción, pero después de haber salido a saludar más de una docena de veces y los cuatro bises, han pedido la orquesta que se levantase y han puesto fin al recital cuando eran las once de la noche.

Las entradas para el recital estaban agotadas prácticamente desde que se pusieron a la venta, el pasado mes de septiembre, pero la combinación de los atascos de un día sin metro en Madrid y la coincidencia con el partido que ha enfrentado a España y Portugal han dejado algunas, muy pocas, butacas vacías.

Conscientes de ello, Nucci y Cioffi han salido de la mano al filo de las 21:55 para comunicar al respetable que "España 1-Portugal 0", una información que ha sido acogida con un "¡bien!" unánime en la sala y un cerrado aplauso y a partir de ahí el entusiasmo con su actuación ha parecido postergar todo interés por el partido.

"Bravos" y más "bravos"

La parte primera, tras la obertura I Capuleti e i Montecchi, de Vincenzo Bellini, comenzó con tres platos de Donizetti cocinados para Maria Stuarda: E chè! Non ami chè ad insolita gioia..., O nube! Che lieve... y Nella pace del mesto riposo, con Patricia Cioffi metida en su papel hasta el fondo.

"Bravos" y más "bravos" en cada ocasión para Cioffi, vestida con un vaporoso vestido azul cobalto, precedieron la primera salida de Nucci, de riguroso frac.

Sus Or dove fuggo mai?..., Ah! per sempre io ti perdei... y Bel sogno beato, de I puritani, de Bellini, tan aplaudidas y ovacionadas como las de Cioffi.

Volvió Cioffi para cantar -en un bloque dedicado entero a Donizetti- Il faut partir, mes bons compagnons d'armes de La fille du regiment, y a continuación Nucci, desgranó con genio Ma, de' malvagi invan..., Vien, Leonora!.. ., y De' nemici tuoi lo sdegno, de La favorita, rematadas con la obertura de la ópera.

Su primer dueto fue con Appressati, Lucia..., Il pallor funesto, orrendo..., Soffriva nel pianto... y Se tradirmi tu potrai, todas de Lucia di Lammermoor, con las que se cerró la primera parte.

Tras el descanso arrancó el homenaje verdiano, con el preludio de La traviata y siguió con E strano!..., Ah fors'è lui... y Sempre libera, con Cioffi espléndida; luego Nucci cantó Alzati! Ià tuo figlio... y Eri tu, de Un ballo in maschera y, tras la obertura de Luisa Miller, Madamigella Valery?... y Dite alla giovine, de La traviata.

Y ya entonces estaba todo preparado para la 'traca final' y tras interpretar la obertura de Nabucco y dejarles recuperarse un poco, regresaron para Tutte le feste al tempio... y Si, vendetta, de Rigoletto y lo que viene ya es historia.