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El ex presidente Zelaya: "Estados Unidos estuvo detrás del golpe de Estado en Honduras"

  • Asegura que se debió a medidas suyas que afectaron a petroleras de EE.UU
  • Los autores, "viejos halcones de Washington con hondureños"

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El ex presidente Manuel Zelaya durante una conferencia en Managua
El ex presidente Manuel Zelaya durante una conferencia en Managua

Este lunes se cumple el primer aniversario del derrocamiento del ex presidente hondureño Manuel Zelaya, un golpe de Estado que él asegura que fue fue planificado por el Comando Sur de los Estados Unidos, en la base militar de Palmerola, en Honduras.

"Todo indica que el golpe fue planificado en la base militar de Palmerola, por el Comando Sur de EE.UU., y ejecutado torpemente por malos hondureños", ha asegurado Zelaya en una carta enviada desde República Dominicana al "pueblo hondureño".

"Pueblo hondureño, escribo estas letras para el pueblo de Honduras cuando se cumple un año de aquella fatídica madrugada en que mi casa donde habitaba con mi familia siendo presidente de la República fue rodeada por las fuerzas especiales de los militares", ha escrito Zelaya al inicio de su carta enviada por correo electrónico.

Las pruebas de Zelaya

Además, añade que "a un año del golpe de Estado militar ya se han aclarado las causas y los actores intelectuales de ese crimen que se mantenían ocultos" y que la sospecha que tenía se ha confirmado: "Los Estados Unidos estuvieron atrás del golpe de Estado".

Según Zelaya, al principio, el Departamento de Estado de EE.UU. "negó su vinculación al golpe", mientras que la embajada de ese país en Tegucigalpa "hizo demostraciones de condena".

"Los autores intelectuales, de este crimen, obedecen a una asociación ilícita de los viejos halcones de Washington con hondureños, propietarios de capitales y sus socios de subsidiarias, norteamericanas y agencias financieras", agrega la carta de Zelaya.

También culpa del golpe a "algunos prominentes miembros hondureños de la Sociedad Interamericana de Prensa, responsables del silencio interno y protección de los asesinos que eliminan gente inocente, dentro del territorio nacional".

El ex gobernante, que fue derrocado cuando promovía una consulta popular orientada a reformar la Constitución, pese a tener una prohibición legal, dice además que las medidas que tomó para liberar a Honduras del atraso le costaron el cargo.

Esas medidas, según Zelaya, son "las principales causas que hicieron perder el juicio a los norteamericanos y sus socios".

Su derrocamiento obedeció, agrega la carta, a que en 2006 adoptó medidas que afectaron a multinacionales petroleras de EE.UU., y un plan para recuperar la base militar de Palmerola construida por los norteamericanos hace 30 años, para convertirla en un aeropuerto militar a civil al servicio comercial y de pasajeros.

El ex presidente no renunciará a su puesto

Otras causas de su caída, considera, son el cambio de políticas monetarias cambiarias y salariales, con subsidios al transporte y salarios para los obreros, "contradiciendo las políticas de recesión del FMI" (Fondo Monetario Internacional) y la firma del tratado de asociación de Honduras con Petrocaribe, de Venezuela.

Se suman la revocación de "los decretos de expulsión de Cuba en 1962 de la OEA", durante la Asamblea General del organismo continental que se celebró en junio del año pasado en San Pedro Sula, norte de Honduras, y una "ley de participación ciudadana que fue aprobada para hacer consultas y encuestas al pueblo", añade la carta.

Zelaya también acusa de su derrocamiento a Roberto Micheletti, a quien el Parlamento hondureño designó como su sucesor.

"A un año del zarpazo a la democracia todo se ha confirmado: los desterrados somos víctimas de esa intromisión y de la entrega que este gobierno de Lobo hace a los intereses norteamericanos", expresa Zelaya, quien desde el 27 de enero pasado reside en República Dominicana.

Lobo, del Partido Nacional, asumió el poder el 27 de enero último, tras ganar las elecciones del 29 de noviembre de 2009.

Zelaya también reiteró que en Honduras continúa la represión y persecución política, y que varios de sus ministros están demandados en los tribunales, mientras que otros andan huyendo.

Al Frente Nacional de Resistencia Popular que condenó el golpe y al Partido Liberal, que lo llevó al poder, Zelaya les indicó que "ahora que saben la verdad y conocen sus verdaderos adversarios, deben mantener la unidad y continuar recogiendo las firmas para la Asamblea Constituyente" y su retorno al país.