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Bruselas sitúa a España entre los países con mayor riesgo fiscal de la UE

  • Asegura que ha sobreestimado sus ingresos, basados en la vivienda
  • Recomienda que no se realicen grandes subidas de impuestos

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La Comisión Europea ha situado a España en el grupo de países de la  Unión Europea con mayores riesgos fiscales y macrofinancieros, junto  con Grecia, Portugal, Rumanía, Irlanda y Reino Unido. Por esa razón, Bruselas pide a estos Estados miembros que aceleren la  consolidación presupuestaria con medidas de recorte del gasto y  que eviten en la medida de lo posible subidas de impuestos que  deterioren su competitividad.

En su informe anual sobre finanzas públicas hecho público este miércoles, el  Ejecutivo comunitario clasifica a los países de la UE de acuerdo con  su riesgo fiscal (es decir, en función de los posibles problemas que encontrarán para refinanciar  su deuda) y con su riesgo macrofinanciero, basado en indicadores como  el déficit por cuenta corriente, el crédito al sector privado, la  competitividad o el peso de la construcción.

España forma parte de un grupo de países que combinan una gran  vulnerabilidad a nivel fiscal con otra a nivel  macrofinanciero. Los Estados con problemas de competitividad, según la Comisión, "están  sujetos a presiones inflacionistas, tipos de interés real  relativamente altos y un bajo crecimiento nominal del PIB". Por ello,  "la consolidación fiscal y la reducción de la deuda es  particularmente exigente en este contexto", señala el informe.

Desaconseja grandes subidas de impuestos

En todo caso, la Comisión recomienda a estos países "que eviten  medidas que deterioren todavía más su competitividad, como grandes  aumentos de impuestos sobre la producción, los beneficios o el  trabajo".

En el caso de España, el estudio destaca que en el período entre  1995 y 2007 la carga fiscal total en España aumentó del 32,75% al 37%  del PIB. Gracias a la burbuja inmobiliaria y al aumento de la demanda  interna, durante ese período crecieron los ingresos a través de los  impuestos indirectos. Además, el fuerte crecimiento económico hizo  crecer los beneficios empresariales, sobre todo los ligados al sector  de la vivienda y a las operaciones financieras, y consecuentemente, se incrementaron  los ingresos del impuesto de sociedades.

Sobreestimación de ingresos

Pero según el análisis del Ejecutivo comunitario, "el 75% del  incremento de los ingresos fiscales entre 1995 y 2006 era de  naturaleza temporal" y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria ha  provocado "una reducción permanente de las elasticidades fiscales".

Por ello, la Comisión considera que España ha "sobreestimado sus  ingresos estructurales" y no ha evaluado correctamente su posición  fiscal. "La aplicación de recortes fiscales no financiados y el  aumento de ingresos durante el período 1995-2007, especialmente  aquellos más difíciles de revertir en malos momentos, parece no haber  tenido en cuenta" el carácter transitorio del aumento de ingresos.

Bruselas denuncia además que "la política fiscal puede haber  contribuido también a aumentar el endeudamiento de los hogares y a  inflar la enorme burbuja inmobiliaria en España". "El tratamiento  fiscal de la vivienda en España favoreció la compra de viviendas a  expensas de otras inversiones alternativas", afirma el estudio. Medidas como la deducción por compra constituyeron un "incentivo  positivo" en detrimento del alquiler.