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Clegg demuestra que no es "flor de un día" ante un Cameron arrollador en el segundo debate

  • El segundo debate se salda sin ningún claro vencedor
  • Clegg sigue convenciendo ante un Cameron muy eficaz
  • Todas las encuestas señalan a Brown como el perdedor

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Cameron minimiza el 'efecto Clegg' en el segundo debate electoral británico

Nick Clegg no fue una ilusión pasajera ni "flor de un día" como le han calificado los periódicos británicos conservadores en los últimos días. El candidato liberal demócrata ha sabido convencer de nuevo en un segundo debate electoral que se ha saldado sin un claro ganador.

"Es bastante más difícil decir quién ha sido el ganador en esta ocasión", ha apuntado la corresponsal de TVE en Londres, Anna Bosch.

Los datos de las encuestas así lo demuestran. La prestigiosa consultora YouGov para el diario The Sun situaba al líder del Partido Conservador, David Cameron, como el ganador con un 36% y muy cerca de él a Clegg, con un 32%, mientras que el primer ministro, el laborista Gordon Brown, sería el gran perdedor, con el 29%.

Otro sondeo, el del ITN señala en cambio como vencedor al liberal demócrata Clegg, con un 33%, y presenta a Cameron y Brown empatados (30%).

En cualquier caso, el primer ministro vuelve a ser el tercero, a pesar de que ha estado mejor que en el anterior debate. "Me recuerdan a mis dos hijos", ha bromeado con sorna refiriéndose a la pequeña trifulca que mantenían los otros dos candidatos.

"David, tú eres un riesgo para la economía; y tú Nick para nuestra seguridad". Este ha sido el mejor ataque de un Brown, que se ha aferrado a su experiencia y ha defendido de manera más convincente su gestión aunque, en ocasiones, ha aburrido con un lenguaje demasiado técnico y estadista.

Cameron echa el resto

Este segundo debate deja claro que las elecciones británicas son cosa de tres y con dos candidatos despuntando. Uno de ellos es David Cameron, el gran favorito hasta el jueves pasado cuando un desconocido liberal demócrata le 'robó' la cartera sin que se diera cuenta.

Sin embargo, a esta cita se ha presentado con la lección bien aprendida y ha sacado toda su artillería. Sin duda, se lo ha puesto mucho más difícil a Clegg, el segundo en la carrera. 

Cameron ha sido mucho más eficaz, más incisivo. Tenía respuestas perfectamente elaboradas para casi todo, porque en inmigración se ha dejado pillar por el joven liberal demócrata, que le presionaba para que dijera el techo para aceptar inmigrantes.

Coherente y con las ideas claras ha defendido un proyecto distinto al de los otros dos candidatos progresistas. Por primera vez, sí ha parecido el líder del "cambio".

Clegg salva sus puntos débiles

Tanto Cameron como Brown han tratado con respeto a Clegg y no se han lanzado a su cuello como preconizaban algunos diarios ingleses. Del "estoy contigo Nick" los estandartes de la vieja guardia han esgrimido el "no estoy de acuerdo Nick",  reflejando que el liberal demócrata ha pasado a ser un aspirante serio y creíble para llegar al 10 de Downing Street.

Con un guión centrado y optimista, el "Obama británico" ha contagiado una vez más entusiasmo. Sin embargo, este debate ha puesto en evidencia algunos de sus puntos débiles,  que no salieron a la luz el pasado jueves.

"Cameron mejoró al final. Clegg se fue creciendo en el curso del debate, pero perdió un poco los nervios y esto no le ha hecho nigún favor", subraya el profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Brunel, Justin Fisher.

Quizás, lo más evidente haya sido la falta de propuestas concretas frente a una postura más solvente de los otros dos candidatos. La pregunta de las pensiones le ha pillado de improviso y no ha sabido perfilar una buena respuesta. Pero donde ha metido la pata ha sido con la inmigración. Su falta de contundencia en un tema tan sensible y su política de "papeles para todos" le pueden pasar factura.

En política exterior, el gran tema de este segundo debate, tenía como grandes 'handicaps' su perfil europeísta y antiamericano que, no obstante, ha sabido salvar bastante bien. "Europa no es perfecta pero, nos guste o no, hay cosas que no podemos hacer solo", ha defendido muy inteligentemente.

La paradoja es que en esta carrera de fondo con dos claros favoritos a la cabeza puede que el que se lleve el trofeo sea Brown por un sistema electoral que con menos votos permite conseguir más escaños y a la postre, la llave que abre la tan ansiada puerta verde de Downing Street.