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Así en Avatar como en la Tierra

  • La historia de los Dongria tiene un parecido asombroso a la de Avatar
  • Los indígenas defienden su montaña sagrada de una multinacional

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La montaña sagrada de los Dongria Kondh

Dicen que la realidad supera a la ficción.

Este es el caso de los Dongria Kondh. La historia de este pueblo indígena del este de la India, a excepción de los humanoides azules y los lemures de vivos colores, se asemeja asombrosamente a la de los Na'vi, los protagonistas de la taquillera y oscarizada Avatar.

Ambas historias comparten los principales ingredientes: una lucha sin cuartel por defender sus tierras y la espada de Damocles de una multinacional pendiendo de sus indígenas cabezas.

La diferencia es que el drama de los Dongria Kondh, aunque no arranque lágrimas ni tenga un eco mediático planetario, es real y no precisa de gafas en 3D porque los protagonistas son personas de carne y hueso.

El drama de Pandora existe en la Tierra

Los 8.000 miembros del pueblo Dongria se denominan a sí mismos 'Jharnia', que significa 'protectores de los arroyos'.

Este pueblo, que vive entre los suaves mantos verdes de los valles del este de la India, venera la cima de la montaña Niyamgiri como la morada de su dios y protector de sus bosques.

Esta colina es más que una seña espiritual. Los Dongria cultivan en las laderas de las colinas de Niyamgiri y recolectan frutos silvestres, hojas y flores que después venden. De los bosques y los ríos depende su subsistencia

Pero su modo de vida se ha topado con los intereses económicos de una multinacional: Vedanta Resources, una compañía minera interesada en extraer bauxita de la cima de esta misma montaña. ¿Os suena?

Vedanta lleva varios años intentando extraer el mineral del que se obtiene el aluminio de la tierra de los Dongria. Sin embargo, al proyecto le crecen los enanos.

La resistencia local, apoyada por la ONG Survival; las trabas legales y la cada vez mayor indignación internacional -incluída la retirada de la Iglesia Anglicana- han paralizado el proyecto hasta la fecha. 

Por su parte,  los Dongria han desenterrado el hacha de guerra y aseguran que no cederán ni un sólo puñado de sus tierras.

La lección de los Kinari

El guión de de la trama se complica.

La empresa británica, que asegura " que sólo pretenden llevar el progreso a estos pueblos", construyó una refinería de bauxita en las tierras de los Kinari, pero necesitan el mineral de la montaña sagrada de Niyamgiri para que la refinería sea rentable.

Amnistía Internacional ha denunciado en un informe que en esta planta se vulneran los derechos humanos y que ha dejado a más de un centenar de familias sin tierra y ha contaminado el agua subterránea, un hecho reconocido por el organismo de contaminación del estado indio.

Convertidos en Mendigos

En esta precuela de lo que podría ser el destino de los Dongria Kondh, los frondosos bosques han dado paso a un recinto amurallado con casas de hormigón y rodeado de alambre con púas.

Los habitantes no tienen tierras de cultivo y, aunque algunos son trabajadores de Vedanta, la mayoría sobrevive a base de limosnas.

Lodu, indígena Dongria Kondh, manifiesta la indignación colectiva: "Ahora la gente de aquella zona se ha dado cuenta y ahora habla en su contra. Vedanta les ha arrebatado todo. Se han convertido en mendigos".

Asfixiados y enfermos

Un fango rojizo ha cubierto lo que, otrora, eran plantas medicinales y y un vergel que alimentaba al pueblo.

Este barro tóxico, que es el principal desecho de la refinería, se seca con el sol y se convierte en un fino polvo que, según los habitantes de la zona, sepulta y asfixia sus cultivos.

Los pobladores han informado sobre la formación de úlceras en sus cuerpos después de lavarse en ríos cercanos a la refinería. Además, ha muerto ganado después de beber del mismo agua.

Entre las entrevistas realizadas por Action Aid se encuentra el testimonio de Mukta Chatrapur: "El agua es mala. Cuando nos bañamos nos pica la piel. Si bebemos el agua nos salen heridas en la boca. Tenemos dificultades para respirar y se nos cae el pelo".

Las secuelas de Avatar

Los Dongria son sólo un ejemplo pero Avatar podría tener muchas secuelas.

Survival cifra en más de 80 los pueblos indígenas que se encuentran en una situación dramática.

Laura de Luis, portavoz de la ONG especializada en la protección de los indígenas de todo el mundo, añade "esto sin mencionar los más de una centenar de pueblos que no desean ser contactados y que son los más vulnerables del planeta".

El denominador común en las historias de los indígenas es la pérdida de la tierra. En algunos casos como los Guaraní, esto produce oleadas de suicidios en otros, como los Ayoreo, que no puedan alimentarse.

En cualquier caso la historia de los 'Na'vi' indios' aún no está resuelta.

La cada vez mayor presión internacional y los informes negativos al proyecto de Vedanta, tanto de la OCDE como del gobierno indio, paralizan el proyecto y dejan la historia abierta para un posible final feliz.