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La OTAN no se pronuncia sobre el envío de más soldados a Afganistán

  • No se han pronunciado sobre la petición de envío de 40.000 soldados más

El secretario de Defensa de EE.UU. aseguró que las decisiones se podrán tomar en dos o tres semanas

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Reunión en Eslovaquia de la OTAN con el problema de Afganistán en la mesa

Los ministros de Defensa de la OTAN han apoyado la estrategia del Comandante de la ISAF, Stanley McChrystal, para favorecer una transición en Afganistán a través del entrenamiento de las fuerzas locales, aunque no se pronunciaron sobre la petición del militar para el envío de 40.000 soldados más.

El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, aseguró que tomaba nota de este apoyo generalizado, y señaló que en dos o tres semanas se podrán tomar decisiones más específicas sobre la misión, pendiente entre otras cosas de la limpieza y los resultados de la segunda vuelta de las elecciones afganas del 7 de noviembre.

Aunque el de este viernes no era el foro para que los aliados hicieran nuevas contribuciones concretas, Gates dijo que tiene la "sensación" de que "parece que hay una nueva determinación" en ese sentido.

Añadió que durante la discusión informal que ha tenido lugar en Eslovaquia, varios países han adelantado que están dispuestos a incrementar su esfuerzo civil y militar.

"EEUU aprecia el esfuerzo y los sacrificios" del resto de los países, dijo Gates.

Los aliados están a la espera de que Washington haga el primer movimiento sobre el aumento de tropas solicitado por McChrystal, algo que todavía no se ha decidido.

Gates reiteró que la intención de EE.UU. no es reducir sus soldados, en la actualidad unos 68.000 efectivos en total, ni abandonar el país.

Pero según el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, la OTAN no pretende mantener permanentemente el liderazgo de la seguridad de Afganistán.

Para ello debe hacer un mayor esfuerzo a corto plazo tanto económico como de entrenamiento y número de tropas, insistió.

Para apoyar su tesis, calculó que el envío de un soldado aliado al país asiático cuesta cincuenta veces más que el entrenamiento de uno afgano.