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Roberto Saviano: "ETA ponía la droga; la Camorra, las armas"

  • El escritor italiano Roberto Saviano denuncia los vínculos entre ETA y la mafia calabresa
  • Saviano cree que el medio de vencer a los cárteles es atacar sus negocios
  • Considera que, a pesar de que su vida está "destruida" su sacrificio ha valido la pena
  • Roberto Saviano ha mantenido un encuentro digital con los usuarios de RTVE.es

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IEl escritor italiano Roberto Saviano durante una conferencia en Barcelona.
El escritor italiano Roberto Saviano durante una conferencia en Barcelona.

Roberto Saviano (Nápoles, 1979) es el escritor más perseguido de Europa. Desde que publicó su libro sobre la Camorra napolitana, a la que dedicó su último reportaje el programa En Portada, vive oculto y amenazado por los mafiosos. Pero siempre encuentra la forma de comunicarse con el mundo y esta vez ha elegido a RTVE.es para contactar con el público. Lo ha hecho a través de un encuentro digital celebrado este martes

Ante las preguntas de los usuarios de RTVE.es, Saviano ha denunciado los vínculos existentes entre ETA y las organizaciones mafiosas. "La investigación 'Decollo', una de las más importantes de los últimos 20 años sobre la cocaína, dirigida por la Dirección Antimafia de Catanzaro en Calabria en el año 2004", explica Saviano, "ha demostrado que existía una relación de intercambio mutuo entre colombianos productores y exportadores de cocaína y ETA, que hacía de recaudador de los narcos ante los compradores de la 'Ndrina [mafia calabresa]".

Además, el escritor ha recordado que otra investigación, llevada a cabo a partir de la confesión del 'camorrista' arrepentido Raffaele Spinello aportó pruebas de que, en 2001, Spinello y una mujer que decía actuar en nombre de ETA se entrevistaron en Milán para sellar un pacto: "ETA  suministraría droga; la Camorra, armas".

Cómo combatir a las mafias

Saviano ha asegurado también que "el único modo para combatir la hegemonía económica de los cárteles criminales es socavar las áreas de negocio de las que obtienes beneficios". Cree que es preciso redefinir la legalidad de aquellos negocios que producen bienes legales pero que estrangulan un sistema económico en crisis, que pone su suerten en las manos de las organizaciones criminales que, "no podemos olvidarlo, son ante todo empresas económicas muy pudientes y en grado de ofrecer servicios".

En este sentido, cree que la situación puede cambiar e incluso asegura que  "ya está cambiando". Saviano señala que "basta con pensar en las detenciones que han tenido lugar en España e Italia en los últimos años. Es necesario afrontar la plaga del crimen organizado de manera sistemática y constante, y penetrar el muro de goma que a veces pone la propia sociedad civil, convencida como está de que es un problema localizado".

Aun así, reconoce la potencia de grupos delictivos como la Camorra o la mafia. "Si hablamos del sur de Italia, la Camorra -'El sistema', como lo llamamos en Nápoles- está muy ramificada. Y no sólo en el ámbito de los negocios que se consideran propios de estas organizaciones (tráfico de droga contrabando, prostitución), si no también en mercados aparentemente 'inocuos'. La construcción, la distribución y la promoción de ropa, bienes de primera necesidad (la leche, el pan, la pasta) están gestionados por la Camorra".

Una vida arruinada

Muchas de las preguntas enviadas por los usuarios a Saviano hacían referencia a su estado de refugiado en su propio país, perseguido y amenazado de muerte tras la publicación de su libro 'Gomorra', que lleva varios millones de volúmenes vendidos. "Si 'Gomorra' hubiese vendido 20.000 copias no habría causa miedo a nadie y yo habría sido uno de tantos periodistas que se ocupa de la mafia en Italia. Más de dos millones de copias en Italia y casi cuatro millones en el mundo te obliga a posicionarte. A pesar de las amenazas que he recibido tengo una protección que asegura mi integridad más que ningún escolta armado: mis lectores", asegura Saviano.

También reconoce que no sabía lo que se iba a encontrar y que no se esperaba las amenazas. Al tiempo, asegura que no ha tenido miedo, aunque sí cierto arrepentimiento por el deterioro que ha sufrido su vida: "Siempre me digo que como hombre sí estoy arrepentido, pero como escritor no, creo que la denuncia que he hecho ha sido útil. No he tenido elección. Nunca imaginé lo que sucedió después, pero creo que, a pesar de una vida prácticamente destruida, ha valido la pena".