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La amenaza de la serpiente de ETA contra el PNV

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Desde verano de 2007 comenzó a verse por las calles del País Vasco una imagen inusual. El Departamento de Interior vasco decidió imponer escolta a los altos cargos del PNV. Hasta entonces, y salvo puntuales excepciones, aquello era cosa de otros, de los políticos del PSOE y el PP, pero algo estaba cambiando.

Tras romper la última tregua, ETA vivió un debate interno sobre la oportunidad o no de atentar contra dirigentes peneuvistas. Entonces, decidieron atentar contra el entorno sin asesinar a ningún cargo. Ahora han dado un paso más y han colocado al PNV en el centro de su diana.

Según los documentos incautados en Francia a los que ha tenido acceso Televisión Española, ETA asegura que los nacionalistas son "el principal obstáculo para la liberalización Euskal Herria" y propone atentar contra miembros del partido de Íñigo UrkulluLos miembros del PNV, a los que califica de "españolistas" son, según la banda, "los principales protagonistas de que la organización continue la lucha armada".

No son las primeras palabras duras que los terroristas dedican al PNV. En el comunicado de ruptura "oficial" de la tregua, en junio de 2007, la banda terrorista responsabilizó del fin del proceso de paz (que ETA dinamitó en la T-4 de Barajas con dos muertos en diciembre de 2006) al Gobierno de Zapatero y al PNV. "También se ha caído la careta a los burikides del PNV [miembros de su junta directiva], que andan insultando continuamente y cuya sed de dinero es insaciable. Por desgracia, la libertad de los pueblos tiene, a menudo, como enemigo, la traición".

Luego vendrían otros comunicados en los que se acusaba al PNV de intentar "aniquilar" a la izquierda abertzale junto al Gobierno, en mayo de 2008, o en los que acusaba directamente a Urkullu y Egibar de "seguir la linea españolista de Josu Jon Imaz", en noviembre del mismo año.

En los últimos años se han intensificado los ataques contra los batzokis, las sedes del PNV, o símbolos nacionalistas como la sede de la ETiB, la Televisión Pública Vasca, contra la que ETA atentó el pasado mes de diciembre. Sin embargo, nunca ha dado el paso de atentar contra un cargo político del PNV.

Empresarios nacionalistas en el punto de mira

Los que sí han sufrido la violencia de ETA más directamente son los empresarios nacionalistas. Han tenido que hacer frente a los ataques contra sus empresas por no ceder a las extorsiones y amenazas, y, en ocasiones, han pagado también con sus vidas.

El último asesinado por la banda terrorista fue el empresario Ignacio Uría, simpatizante del PNV, el 3 de dicimbre de 2008. Hasta el asesinato del inspector de policía nacional Eduardo Puelles el pasado 19 de junio, era la última víctima de la banda.

La empresa de Uría es una de las concesionarias de las obras del AVE en el País Vasco, conocida como la "Y vasca". Según la documentación a la que ha tenido acceso TVE, la nueva campaña de terror de ETA mantiene como objetivo el Tren de Alta Velocidad, a pesar de que los etarras reconocen que los intentos por frenar el proyecto han sido un fracaso.

Pero Uría no ha sido el único empresario simpatizante del PNV que ha matado ETA. El 8 de agosto de 2000, en Zumaya, un coche bomba acabó con la vida de José María Korta, que era presidente de la Asociacion de Guipúzcoa.

Son nombres de una larga lista de empresarios asesinados por ETA que inauguró Ángel Berazadi, el primer militante nacionalista secuestrado por ETA. ETA lo mató de un disparo en la cabeza el 8 de abril de 1976. Berazadi fue además un impulsor de las ikastolas.

También era militante del PNV, el ertzaina Iñaki Totorica Vega, de 25 años. ETA lo mató con un coche bomba en Hernani el 9 de marzo de 2001.