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La ultraderecha italiana quiere restaurar la 'parapolicía del miedo' para vigilar las calles

  • En 2004 el líder de la formación fue acusado de difundir "el odio racial"
  • Unas 2.500 voluntarios formarían la llamada 'Guardia Nacional Italiana'
  • En virtud de la nueva Ley de Seguridad pretenden colaborara con la Policía
  • Si aparecen la trágica y reciente historia italiana podría repetirse

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Una formación ultraderechista italiana (MSI-DN) está promoviendo la formación de patrullas callejeras de voluntarios que vigilen las calles con la superioridad y el odio racial como telón de fondo.

De momento, unas 2.500 voluntarios de varias ciudades quieren formar parte de  esta parapolicía del miedo que se esconde bajo el nombre de 'Guardia Nacional Italiana'.

Dicen no tener ningún ideal político y que se limitarán a ir a los lugares con fama de ser inseguros para colaborar con la Policía en las tareas de vigilancia callejera.

Pero tras este nuevo cuerpo se encuentra un conocido ultraderechista italiano que levita en anacrónicas y peligrosas ideas que combinan la superioridad con el odio racial. De hecho, en 2004 uno de los promotores de este proyecto, el político Gaetano Saya, fue a juicio por difundir a través de una página web "ideas fundadas en la superioridad y el odio racial".

No pueden ir armados

Su imagen rompe los cristales de la tranquilidad en la noche. Sólo van armados con una linterna. Pero su presencia aterra. Se llaman 'Guardia Nacional Italiana' están dispuestos a salir a patrullar al amparo de la Ley de Seguridad que prevé las rondas nocturnas.

Gorra de plato negra, corbata negra, camisa caqui, en la manga izquierda un brazalete negro y en la derecha la bandera de Italia y un gran águila romana. Completan el uniforme los pantalones grises y botas militares.

La nueva Ley de Seguridad propicia la creación de estos grupos que no pueden ir armados. Su función es la de prevención y denuncia.

La 'Guardia Nacional Italiana' sólo espera la publicación en el Boletín Oficial para echarse a las calles. Si aparecen, la memoria empezará a temblar preocupada porque la historia corre el peligro de repetirse.