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Juan Marsé, premio Cervantes 2008: "Soy un escritor catalán que escribe en castellano"

  • Ha recordado sus comienzos literarios, cuando era empleado de un taller de joyería
  • Cree que lo más importante es "tener una buena historia que contar y contarla bien"
  • "El cuidado de la lengua es la única condición moral del escritor", afirma

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Discurso Juan Marsé, Premio Cervantes 2008

Juan Marsé (Barcelona, 1933) ha hecho una defensa de la "dualidad lingüística" en su condición de "escritor catalán que escribe en castellano", en su discurso de recepción del premio Cervantes 2008. Una realidad, ha dicho, que se impone "persistentemente" y  "nos enriquece a todos". "Nunca he visto en ello nada anormal", afirma.

"La dualidad cultural y lingüística de Catalunya, que tanto preocupa, y que en mi opinión, nos enriquece a todos, yo la he vivido desde que tengo uso de razón, en la calle, en mi propia casa. Puede que comporte un equívoco, un cierto desgarro cultural, pero es una terca y persistente realidad", explicó Marsé.

Memoria e imaginación

Emocionado y agradecido ha explicado a todos el pudor que siente al hablar en público, "la verdad que yo nunca me vI, donde me ven ahora", confesaba el nuevo premio Cervantes ante un selecto auditorio en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares. 

Marsé ha recordado sus comienzos literarios en  los que "podía haber sido el escritor obrero que faltaba en la editorial" de Carlos Barral, pero, dice, que como empleado de un taller de joyería, lo que "yo deseaba de verdad era abandonar el trabajo manual y disponer de más tiempo para leer y escribir", añadiendo que "ciertamente un escritor no es nada sin imaginación, pero tampoco sin memoria".

Esmero en el lenguaje

"No me considero un intelectual, solamente un narrador", explicaba el primer escritor catalán en recibir el Cervantes, quien considera que lo más importante en su profesión es "procurar tener una buena historia que contar y procurar contarla bien, es decir, esmerándote en el lenguaje", añadiendo que el "esmero en el trabajo, el cuidado de la lengua es la única condición moral del escritor".

En este contexto, Marsé ha lanzado una crítica a los medios de comunicación. A su juicio la televisión "debería contribuir a reconocer y asumir la variedad lingüística del país". "Es de suponer que en cierta medida lo hace, pero no parece que nadie se pare a pensar en los contenidos de esa televisión ni en su nefasta influencia", declaró. 

Su educación literaria 

Además del cine, los tebeos y los cuentos forjaron su educación sentimental y literaria. Marsé ha evocado a los mitos literarios, como Julio Verne, Emilio Salgari, Bécquer o Rubén Darío, a los que quiso "copiar e imitar". Se reconoce como "adicto a la ficción y amante incondicional de la fabulación", que siempre busca en sus novelas "ese eterno conflicto entre apariencia y realidad". 

En referencia a la memoria histórica, que compara con "una cinta de celuloide sensible e inflamable, con su voz en off", el escritor afirmó que todavía en nuestros días hablar de ello "conlleva para muchos una carga de dolor y resentimiento". "El olvido y la desmemoria forman parte de la estrategia del vivir", agregó.

En su discurso Marsé ha mencionado a numerosos escritores que le "otorgaron su confianza y apoyo" al comienzo de su carrera. Ha tenido un recuerdo especial para, entre otros, Gil de Biedma, Jaime Salinas, José Agustín y Luis Goytisolo, Rosa Regás, Caballero Bonald, Ángel González, García Hortelano y Juan Benet. También ha dedicado palabras de agradecimiento para Carmen Balcells, su agente literaria.

Premio Cervantes, 34 años de historia

La entrega del premio Cervantes constituye el acto central del Día Internacional del Libro, fecha que coincide con la conmemoración de la muerte de Miguel de Cervantes, el 23 de abril de 1616.

El acto, presidido por el Rey Juan Carlos, ha contado con la presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la nueva ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y numerosas personalidades del mundo de la cultura y la política. 

El Cervantes es un premio dotado con 125.000 euros y es concedido anualmente a la figura de un escritor que, con el conjunto de su obra, haya contribuido a enriquecer el legado literario hispánico. 

Des de 1976 en las 34 ediciones del premio Cervantes que se han celebrado hasta ahora se han premiado a 18 escritores españoles, incluido Marsé, y 16 de América Latina. Entre los laureados sólo dos son mujeres: la cubana Dulce María Loynaz (1992) y la española María Zambrano (1988).