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Detienen a varios activistas por 'asaltar' un desfile de Cibeles para denunciar el uso de pieles

  • Portaban pancartas en las que calificaban de "asesinato" el uso de pieles
  • Han interrumpido el desfile del diseñador Roberto Torretta
  • La tercera jornada de Cibeles arrancó con la sobriedad de Juanjo Oliva

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Varios activistas de Igualdad Animal han sido detenidos tras interrumpir el desfile del diseñador Roberto Torretta, que participaba en la Cibeles Madrid Fashion Week, portando pancartas en contra del uso de las pieles, según informó uno de los detenidos.

Así, el coordinador de activismo de Igualdad Animal, Javier Moreno, indicó que "varios activistas saltaron a la pasarela" en el momento en el que se estaba desarrollando el desfile del diseñador Roberto Torretta.

En ese momento, portaban pancartas en las que calificaban de "asesinato" el uso de pieles en las prendas de ropa utilizadas por el diseñador. Minutos después, fueron detenidos por las fuerzas de seguridad, que posteriormente los condujeron a las dependencias policiales. 

Estilo Ava Gardner

Al margen de incidentes, la tercera jornada de Cibeles terminó con la colección de  Hannibal Laguna, un canto al lujo y al "savoir faire". Vestida para acudir a Chicote, al Café de Chinitas o al Hotel Hilton de los años cincuenta y sesenta, la mujer lujosa, sensual, sofisticada y exuberante de Hannibal Laguna bien podría ser aquella Ava Gardner que se enamoró de España.

Y a España, y en concreto a Madrid, ha dedicado el diseñador la colección "Face to Face" presentada en Cibeles Madrid Fashion Week, en la que no ha faltado una particular interpretación de las medias de torero, los boleros, de zorro y astracán, e incluso un largo vestido inspirado en los de las chulapas madrileñas.

La combinación Ava Gardner con lo español, incluida la presencia del barroco valenciano o el clasicismo hispano, da como resultado unas prendas con hombros al aire y en su mayoría ajustadísimas a la cintura de donde se despegan a base de superposiciones de lujosos tejidos, organzas o encajes de chantillí.

Para completar este lujo absoluto, enriquecido también por un estudio de bordados goyescos y pasamanería del siglo XVIII, el creador ha presentado una colección de joyas, con formas de mariposa o inspiradas en la filigrana cordobesa, realizadas en oro y plata e iluminadas con piedras preciosas.

Movida madrielña

También a Madrid, pero en este caso a la Movida, ha dedicado el diseñador catalán Antonio Miro una colección con la que ha vestido a un nuevo Robín Hood de asfalto, transgresor, para cuya presentación ha contado en la pasarela con Loquillo y con Nacho García Vega, de "Nacha pop".

A través de este personaje, Miró recupera el estilo inglés, tanto en los tejidos, cien por cien algodón, como en los estampados de cuadros o la pata de gallo, las capas de tipo trapecio y las gabardinas tres cuartos. Este Robín Hood viste también, siempre a precios asequibles, camisas blancas de grandes cuellos, terciopelos lavados en verde, leotardos, chalecos sin parte de atrás, grandes bolsos y chalecos de pluma de faisán.

Sofisticación y sobriedad

Juanjo Oliva, un joven diseñador, de 35 años, formado en Madrid y Nueva York, optó por una mujer con cinturas marcadas, largos a la rodilla y transparencias en blusas y sombreros.

A pesar de lo temprano de la hora de su desfile, Oliva vistió de lujo a las modelos y, en un guiño al continente asiático, las hizo partir desde detrás de un gran biombo en el que se transparentaba su silueta, al estilo de las sombras chinescas, marcada por un tocado redondeado y un peinado que recuerda al de las geishas.

Ante un público entregado, en el que se encontraba la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, el diseñador mostró su colección casi exclusiva de vestidos, los cortos fundamentalmente en negro, muy marcados en la cintura y algunos de ellos con una original línea arquitectónica lograda a base de tablas cilíndricas superpuestas.

Para la noche, Oliva propone vestidos vaporosos de gasa y seda con largas colas en colores brillantes como el rojo, fresa, azul galáctico o verde fuerte, con un polivalente adorno de grandes flores doradas que sirven tanto para ajustar el talle, como collar o en las mangas.

La "mujer fatal" de Sardá

Andrés Sardá convirtió la pasarela de la Sala Neptuno en un Olimpo griego con una mujer vestida con encajes leavers combinados con raso de seda, corsés y seductores ligueros para una noche especial.

Sardá y su hija Nuria se decantan para la próxima temporada por los colores negro, rojo y verde en atrevidas prendas como tops de encaje entallados en seda y asimétricos, anudados a un hombro o abullonados con manga japonesa.

No obstante, el diseñador no abandona, fiel a su línea, los vestidos de muselina y encaje, detalles que combina magistralmente con lencería bordada sobre tul de alta costura, camisones flocados, bustiers y corsés que visten a una mujer nocturna, sensual y seductora.

Los sujetadores aparecen adornados con detalles de perlas, terciopelo o cristal de swarovski, elementos que también inspiran sus tops y bodys, y que complementa con tocados animales para el pelo, con orejitas de swarovski, gorras de plato, de estilo marinero y grandes pamelas que aportan sofisticación a una noche de crucero.

Aires moriscos y huella cordobesa

Duyos lanza en su colección para el frío una mirada nostálgica a la época disco, apostando por una silueta andrógina aunque rotunda que refiere a los años cuarenta y acerca al mundo árabe con prendas moriscas en forma de pantalones bombachos, turbantes para el pelo y mucho brillo dorado.

El madrileño utiliza las plumas de faisán para confeccionar estudiados vestidos, tops, faldas y como adorno de turbantes y bolsos, en una colección basada en el oro, la organza, las lentejuelas y las gafas-joya, culpables -junto con la oscuridad de la sala- de que dos modelos se saliesen de la pasarela en uno de los desfiles en los que más cómodas de calzado iban: mocasín dorado plano.

Elio Berhanyer ha celebrado sus ochenta años con un desfile que bien podría resumir su trayectoria y en el que ha dejado que salieran sus orígenes cordobeses en chaquetillas, sombreros y complementos en rojo y negro.

Tras una línea deportiva, con cálidas prendas en lana para hombre, apostó por una agresiva colección unisex en negro y dorado que se fue suavizando hasta llegar a vaporosos largos vestidos entre los que resaltaba el rojo coral y entre los que tampoco faltaron las plumas.

Javier Larrainzar

ha querido vestir guapa a la mujer, y lo ha hecho con una colección más urbana y comercial en la que tuvieron protagonismo los vestidos largos de fiesta pero con la que el diseñador madrileño no se arriesgó mucho.