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El Congreso aprueba el Tratado de Lisboa

  • Moratinos aboga por dirigirse hacia una Europa "más política"
  • A su juicio la UE debe afrontar la inmigración masiva y el terrorismo internacional
  • Tras el "interrogante" marcado por Irlanda, "hay que seguir adelante" 
  • Cambio climático y pobreza extrema, otros retos que propone el Gobierno español
  • "No puede haber una Europa reducida al mercado único", indica el ministro

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El Congreso aprueba el Tratado de Lisboa

España da un empujón al proyecto europeo. El Pleno del Congreso ha aprobado este jueves por una amplia mayoría el proyecto de ley orgánica por la que se autoriza la ratificación del Tratado de Lisboa de la UE. PSOE, PP, CiU, PNV, CC y UPyD han dado su voto favorable a la ratificación, mientras que ERC, IU y BNG lo han hecho en contra e ICV y Nafarroa Bai se han abstenido.

"Vamos hacia una Europa de valores, ciudadana, con ambición política y eficaz". Este es el mensaje que ha querido trasladar en la Cámara Baja el Ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, que ha sido el encargado del Gobierno de defender el Tratado de Lisboa. Tras reconocer que el no de Irlanda a la ratificación del Tratado ha abierto "interrogantes", ha manifestado que todos los Estados, "incluido Irlanda" han mostrado su voluntad de seguir adelante con sus respectivos procesos de ratificación, tal y como ya hizo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

A su juicio, no vale con una "Europa de mínimos", sino que hay que avanzar hacia un modelo de Europa que "haga frente a los retos de la globalización". El fenómeno de la inmigración masiva, el terrorismo internacional, la pobreza extrema y el cambio climático son asuntos que se deben afrontar, según Moratinos, desde una perspectiva europea. "No a una Europa reducida el mercado único", ha aseverado Moratinos, que aboga por la "conquista de políticas comunies fundamentales centradas en la solidaridad entre los pueblos".

Para el titular de Exteriores del Gobierno la reforma de la UE plasmada en el Tratado de Lisboa aporta notables avances en las funciones de la Unión Europea e intensificará su eficacia.

En opinión de Moratinos, refleja una mayor dimensión democrática incluyendo la iniciativa legislativa popular y una mayor participación de las regiones. Ha destacado además la Carta de los Derechos Fundamentales y una base jurídica nueva.

Hasta la fecha, han sido 19 países los que han dado su visto bueno por la vía parlamentaria -faltan República Checa, Países Bajos, Italia, Bélgica, Suecia y Chipre, además de España-, mientras que Irlanda es el único que lo ha rechazado por ahora tras del triunfo del "no" en el referéndum del pasado día 12.

El Tratado tandrá que ser ratificado en el Senado

Tras el trámite del Congreso, sólo quedará el trámite del Senado, que deberá aguardar a final de septiembre o principios de octubre, una vez que se reanude la actividad parlamentaria después del parón del verano.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, propuso ayer al jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acelerar la tramitación y refrendar el texto en el Senado en julio, idea que también defiende CiU.

El Gobierno aprobó el proyecto de ley orgánica de ratificación el pasado 29 de abril en el Consejo de Ministros.

La mayoría de los grupos apoyan el Tratado

Por el PP, su diputada Soledad Becerril, ha defendido con vigor el convenio comunitario, si bien ha reclamado una mayor preocupación de los líderes políticos por los problemas cotidianos.

"La Europa de hoy es mejor que la de hace veinte años", ha dicho Becerril, quien ha responsabilizado de ello a políticos como el actual responsable de la diplomacia de la UE, el socialista Javier Solana, y la fallecida dirigente del PP Loyola de Palacio.

El portavoz de CiU, Jordi Xuclá, se ha unido al apoyo sólido al texto de Lisboa, si bien se ha quejado de que España vaya a ser uno de los últimos países en ratificarlo, y ha pedido que su entrada en vigor no se demore más allá de marzo de 2009.

Para el PNV, el nuevo tratado aporta "más democracia, eficacia y transparencia" y supone un "avance", según su portavoz, Josu Erkoreka, quien ha echado en falta un mayor reflejo de la pluralidad de Estados como el español.

La diputada de UPyD, Rosa Díez, ha considerado que este tratado es "mejor que nada" y se ha unido a las quejas al Gobierno por su poco interés en fomentar su debate.

  

Un apoyo "más decidido" ha dado la portavoz de CC, Ana Oramas, si bien ha lamentado que España aún no reconozca en su ordenamiento la especificidad insular que Europa otorga a Canarias.

  

Los grupos críticos han centrado sus argumentos en que el tratado no responde a los intereses de la ciudadanía y defiende posiciones conservadoras en materias como la economía o la inmigración.

  

Para el diputado de IU, Gaspar Llamazares, el pueblo tendría que haber juzgado en un referéndum si quieren una "Europa amurallada" y que "vende su alma al mercado" o una UE más democrática y social.   

El BNG ha convenido en la necesidad de apostar por una Europa "más social, democrática y que respete la identidad nacional", según su portavoz, Francisco Jorquera, mientras Joan Herrera, de ICV, ha alertado de la situación de "vía muerta" en la que queda la UE.