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Manifestantes pro-tibetanos asaltan el edificio de la ONU en Katmandú

  • Protestas frente a la embajada china en Australia
  • China no castigará a unos monjes que abordaron a la prensa extranjera
  • Varios monasterios de Lhasa están privados de suministros

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Los enfrentamientos de marzo fueron una de las peores crisis que ha atravesado el Tíbet en 20 años.
Los enfrentamientos de marzo fueron una de las peores crisis que ha atravesado el Tíbet en 20 años.

Una docena de manifestantes pro-tibetanos han saltado los muros del edificio que alberga las oficinas de la ONU en la capital nepalí Katmandú. La policía nepalí se ha visto obligada a desalojarlos a la fuerza.

Éste es un nuevo episodio del clima de tensión que se vive no sólo en Tíbet y las provincias fronterizas chinas de numerosa población tibetana, sino también en países vecinos con presencia de la diáspora tibetana.

La tensión se ha trasladado a Australia, donde la policía redujo a un manifestante durante una protesta pacífica de cerca de un centenar de simpatizantes de la causa tibetana en frente de la embajada china. Los manifestantes, que gritaban "vergüenza, China, vergüenza", portaban fotografías de personas supuestamente víctimas de la represión china.

China no castigará a un grupo de monjes

Por otra parte, China ha informado que no castigará a un grupo de monjes tibetanos por proferir voces en apoyo del Dalai Lama durante una visita de periodistas extranjeros a Lhasa organizada por el gobierno de Pekín.

Así ha asegurado a la agencia estatal china Xinhua el vicepresidente de la región autónoma de Tíbet, Baema Chilain, quien también ha señalado que los "separatistas" planeaban interrumpir el paso de la antorcha olímpica por suelo tibetano. El mismo alto funcionario se ha comprometido a asegurar la seguridad de la antorcha en su planeado ascenso al Everest.

"Creemos que algunos separatistas de dentro y fuera de China pretenden sabotear el paso de la antorcha olímpica por Tíbet", ha añadido el vicepresidente de la región autónoma. La antorcha llegará a la capital china el lunes.

En el incidente de Lhasa del que fue protagonista la prensa extranjera, unos 30 monjes del templo de Jokhang -uno de los más sagrados de Tíbet- abordó a los periodistas y les contó que el Gobierno mentía acerca de los disturbios en la región del Himalaya. Los monjes también rechazaron las acusaciones chinas de que el Dalai Lama era quien dirigía las protestas.

"Lo que dijeron no es verdad. Intentaban confundir a la opinión pública mundial", ha asegurado Baema Chilain antes de afirmar: "No deberían distorsionarse los hechos".

Corte de suministros a monasterios

La Campaña por un Tíbet Libre, con base en Londres, ha asegurado haber recibido informes de varias fuentes tibetanas dentro de la región que confirman el corte de suministros a tres monasterios principales de Lhasa. Desde el pasado 11 de marzo, los monasterios de Ganden, Sera y Drepung se hallarían privados de alimentos, agua y electricidad.

"Los monjes en esos monasterios están pasando hambre. Los informes dicen que seglares tibetanos han intentado llevar comida a los monasterios, pero se les ha denegado el acceso", ha afirmado la organización radicada en Londres.

La explicación dada por Baema Chilain a esta situación es que los monjes en los monasterios se hallaban "temporalmente confinados" mientras las autoridades investigaban "alegaciones de que algunos de ellos dirigieron o participaron en actos violentos".

Las autoridades chinas acusan a turbas tibetanas de la muerte de 19 personas en los disturbios en la provincia del Himalaya. El Gobierno tibetano en el exilio estima que ya ha habido 140 muertos como consecuencia de la violencia desatada en las dos últimas semanas.