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Juicio 'procés'

Los agentes que participaron en los registros por el 1-O describen un ambiente de "hostilidad" y "rabia descontrolada"

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Varios guardias civiles describen epiosdios violentos en los registros previos al 1-O

Los primeros guardias civiles que han declarado como testigos en el juicio del 'procés' por su participación en los registros y detenciones que se efectuaron en Cataluña en las semanas previas al referéndum ilegal del 1-O han incidido en el ambiente de "hostilidad", "crispación" y de "rabia descontrolada" que se encontraron en algunas protestas independentistas contra estas actuaciones judiciales. Una situación que se prolongó hasta el mismo día 1-O, sostienen, cuando los agentes que acudieron a los colegios fueron "increpados, insultados y golpeados", como ya relataron sus mandos ante el Supremo hace un par de semanas.

Los guardias que han declarado este martes han revelado también que un ex alto cargo del Govern arrestado el 20S ordenó esa misma mañana a su secretaria que destruyera pruebas sobre el 'procés' al saber que estaban en marcha los registros y que el entonces presidente de la ANC, Jordi Sànchez, trasladó al teniente que estaba al mando de la comitiva judicial en la Consellería de Economía y Hacienda que "no iba a permitir la entrada de ningún vehículo" de la Guardia Civil con detenidos.

Uno de los testigos, que participó en las investigaciones judiciales sobre la presunta malversación, ha hecho además un pormenorizado relato sobre el supuesto desvío de fondos públicos asegurando, "sin ningún género de dudas", que el Govern pagó a los "observadores internacionales" del 1-O después de que por la mañana el ex número tres del Ministerio de Hacienda haya reconocido que algunos gastos de la Generalitat pudieron quedar "al margen del control" del Estado.

"Insultos y amenazas de muerte" frente a Exteriores

El guardia civil que participó en la detención del exresponsable de Tecnología Xavier Puig Farré en la Consellería de Exteriores ha descrito un ambiente "muy agresivo" con "insultos" y "amenazas de muerte" en la protesta que se concentró frente a este edificio el 20 de septiembre de 2017. Un escenario que el propio detenido describió de "terror total" cuando pidió a los agentes que le sacaran de allí, siempre según el testigo.

El agente, que ha destacado que por su trayectoria profesional contra el narcotráfico ha vivido situaciones "muy complejas de violencia", ha destacado que le "sorprendieron dos cosas" de aquella manifestación que al principio era simplemente de gente "descontenta" con la actuación de la Guardia Civil pero que fue transformándose: la "rabia descontrolada" de los manifestantes y que la población civil intentara "sustraer" al arrestado. Un hecho que ha calificado de "gravísimo" y de "inaudito".

Un guardia civil asegura que los congregados ante Exteriores el 20S les amenazaron de muerte y zarandearon el vehículo

Los momentos más "peligrosos" se vivieron cuando decidió evacuar a la letrada de la administración de justicia primero y al propio detenido después ante el "temor" de que los congregados "pudieran asaltar Exteriores". Cuando salió con la secretaria "empezaron a llover botellas de agua, los insultos y amenazas de muerte eran algo ya suave con lo que estaba ocurriendo allí (...) Empezaron a zarandear el vehículo de la secretaria, que comenzó a llorar (...) Estaba horrorizada", ha dicho este agente, que ha asegurado que la letrada llegó "temblando" a otro registro que tenía.

La operación de evacuación se repitió con el arrestado poco después con una "multitud" que intentó sustraer a Puig Farré de la cápsula de seguridad que habían formado los agentes mientras "los Mossos miraban lo que ocurría". Según su relato, volvieron a lanzarles botellas y a dar golpes en el coche, rompiendo incluso los cristales. Fue ante esta situación cuando el arrestado, también "horrorizado", dijo que le sacaran de allí.

Este agente ha asegurado también que la entonces presidenta del Parlament, Carme Forcadell, pasó por la concentración en coche sacando la mano por la ventanilla "para agitar a la masa", algo que ha sido puesto en cuestión por la abogada de la misma.

Intentos de "atropellos" y patadas en la cabeza el 1-O

En la sesión de este martes ha declarado también el responsable del registro en Unipost en Terrassa e instructor del atestado de la Guardia Civil en la zona de Barcelona el 1-O. Este agente ha explicado que en la primera de estas actuaciones fueron "insultados y hostigados" por una "multitud de personas sobreexcitadas" que lanzaron vallas contra la caravana de coches de la Guardia Civil.

Esta "situación hostil" se repitió el mismo día de la votación cuando los agentes de la Guardia Civil llegaban a los colegios. "Éramos increpados, insultados y golpeados ya que en la mayoría de los casos la denominada resistencia pasiva evolucionaba en resistencia activa y denotaba organización con ánimo de obstaculizar el cumplimiento del auto judicial". Este testigo ha descrito dos intentos de atropello, lanzamiento de sillas y patadas a los agentes en la cabeza.

Un agente testifica que "éramos increpados, insultados y golpeados" en los puntos de votación

Un ex alto cargo: "Coge los papeles y tíralos al patio"

Por su parte, el guardia civil responsable del dispositivo encargado de la detención del exsecretario de Hacienda de la Generalitat Lluís Salvadó ha declarado que este último mantuvo ese día una conversación telefónica con su secretaria para pedirle que deshiciera de documentos. "Entra en el despacho, coge la pila de papeles que hay encima de la mesa de reuniones y tíralos al patio", ha explicado el testigo que le dijo Salvadó a la empleada según la conversación grabada en el marco de la investigación y realizada justo en el momento en el que los agentes llegaban a su domicilio.

Según la reproducción de este diálogo por parte del agente, la secretaria respondió que ya se había deshecho de algunos documentos metiéndolos en la "caja de agua" pero que había venido la Guardia Civil y que ya no le daba tiempo a más.

Un guardia civil declara que Salvadó pidió a su secretaria que destruyera documentos: "Coge la pila de papeles y tíralos al patio"

El testigo ha explicado que en el registro del despacho de Salvadó encontraron en una papelera "ocho folios rotos" que se reconstruyeron y que correspondían a un documento sobre los "escenarios posteriores" al referéndum del 1-O y que se dividía en cuatro fases: "noche electoral, recuento y proclamación formal, transitoriedad jurídica y proceso constituyente".

Este guardia civil fue también el encargado de visionar las grabaciones que varias televisiones hicieron de la concentración frente a la Consellería de Economía y Hacienda para hacer capturas de las "partes más significativas". Preguntado por las defensas sobre si hizo pantallazos de la gente cantando y de los conciertos, ha respondido que las "más significativas" para él eran las relacionadas con el "asedio" y que él no describiría lo que pasó allí como un "ambiente festivo".

"Sànchez dijo que no iba a permitir la entrada de ningún vehículo"

También ha hablado de lo que ocurrió frente a la Consellería de Economía el cabo primero de la Guardia Civil que participó en la detención y el registro del domicilio del ex número dos de Oriol Junqueras, Josep María Llové. Este testigo ha explicado que el teniente que estaba al frente de la actuación en la Consellería le dijo que era "imposible" que se pudiera acercar con el detenido por la concentración que había y que, además, "había contactado con Jordi Sànchez [entonces presidente de la ANC] y que le dijo que no iba a permitir la entrada de ningún vehículo de ninguna comitiva [judicial]".

Un testigo asegura que Sànchez dijo que "no iba a permitir la entrada de ningún vehículo" el 20S

Esta conversación se produjo después de que acabaran el registro en el domicilio de Llové, donde se encontraron las dos agendas moleskine -que según la investigación posterior recogían varios encuentros entre líderes independentistas para hablar del referéndum- y el famoso documento Enfocats, que todos los acusados han negado conocer, sobre cómo debía irse incrementando la "conflictividad" para forzar al Estado a reconocer la independencia.

Este segundo testigo de la Guardia Civil ha hecho además un detallado relato de todas las investigaciones en las que participó para dilucidar si la Generalitat cometió un delito de malversación que ha provocado reiteradas protestas de las defensas que han alegado que la Fiscalía con sus preguntas estaba convirtiendo al testigo en un perito. Algo que ha negado el presidente de la sala, Manuel Marchena.

De esta manera, este guardia civil ha identificado al "tal Toni" del que han hablado muchos de los proveedores del 1-O en los últimos días como el ex secretario de Difusión de la Generalitat Antoni Molins, ha detallado como el gasto de los envíos de Unipost se iban a cargar a cinco consellerías distintas aunque nunca se pagó, ha afirmado con total seguridad que los llamados "observadores internacionales" se pagaron con dinero público a través de Diplocat y ha calificado como una "campaña de pago" la difusión en TV3 del anuncio de las vías en contra de lo que sostienen los acusados. [Consulta todo lo que ha dicho sobre el presunto delito de malversación]

El juicio del procés se ha retomado este martes con el testimonio de dos de los guardias civiles que participaron en las detenciones y registros relacionados con el referéndum ilegal de 1 de octubre. Mientras el primer agente ha asegurado que el 'número dos' de Junqueras, Lluis Salvadó, pidió por teléfono a su secretaria que destruyera documentos; el segundo, que participó también en la investigación por presunta malversación de fondos, ha identificado como 'Toni', la persona que supuestamente encargó los carteles animando al referéndum, a Antoni Molons, exsecretario de Difusión de la Generalitat y ahora secretario de Comunicación del Govern. Un teléfono usado para hacer el encargo, ha explicado, se encontró en su casa. Además, ha detallado que, en la sede central de Unipost en Hospitalet, se encontró documentación del encargo de la Generalitat para repartir 56.000 cartas a los miembros de las mesas del 1-O, por un coste de "novecientos y pico mil euros, sin IVA". Sin embargo, estas