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Fútbol

Ordenan la apertura de juicio oral contra Sandro Rosell, que deberá pagar 79 millones para evitar el embargo

  • La jueza de la Audiencia Nacional concluye la instrucción contra seis procesados de blanqueo
  • El expresidente del Barça, para el que piden 11 años, seguirá en prisión provisional

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Sandro Rosell, en una foto de archivo.
Sandro Rosell, en una foto de archivo.

La juez Carmen Lamela de la Audiencia Nacional ha enviado a juicio al expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell, a su mujer y a otros cuatro investigados por blanquear casi 20 millones de euros que obtuvo de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF). Además, al principal encausado le pide una fianza de 78,6 millones a depositar en 24 horas para evitar el embargo de bienes.

Hace dos días, la Fiscalía presentó su escrito de acusación contra Rosell solicitando una pena de 11 años de prisión por delitos de blanqueo y organización criminal así como una multa de 59 millones de euros por estos hechos.

La magistrada instructora acuerda mantener la prisión provisional decretada en mayo del año pasado para el expresidente azulgrana y para su socio Joan Besolí, al no haber variado las circunstancias que motivaron su actual situación y señala a la Sala de lo Penal para el enjuiciamiento de este procedimiento de la conocida como operación Rimet.

Los otros encausados, a los que también se imponen fianzas millonarias para asegurar las posible responsabilidades que pudiera imponérseles en sentencia, son la mujer de Rosell, Marta Pineda, así como Pedro Andrés Ramos, Shahe Ohannessian y José Colomer. Para estos, las fianzas oscinal entre 53,3 y 73,3 millones.

El Ministerio Público había pedido para ellos entre seis y diez años de cárcel, así como multas millonarias en función de las cantidades defraudadas. En el escrito, la fiscal afirmaba que los acusados, "al menos desde el año 2006, formaron una estructura estable, reforzada por vínculos de amistad y parentesco, dedicada al lavado de capitales a gran escala" dirigida por Rosell.

Además, en el transcurso de esta investigación, Lamela apreció indicios de delito en una conversación de Rosell en la que se aludía a la supuesta compra ilegal de un hígado para trasplantarlo al exdefensa francés del FC Barcelona Eric Abidal.