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Giuliano Razzoli se convierte en el heredero de Alberto Tomba al ganar el oro del Eslalom

  • Razzoli, que sólo contaba un triunfo en Copa del Mundo ha ganado el eslalon 
  • Tomba era el último campeón olímpico italiano de la disciplina, fue Calgary 88

Ver también: Especial: Juegos Olímpicos de Vancouver 2010

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Giuliano Razzoli durante su descenso en el Eslalom masculino.
Giuliano Razzoli durante su descenso en el Eslalom masculino.

Giuliano Razzoli, que sólo contaba un triunfo en Copa del Mundo -el mes pasado, en Zagreb-, ganó el eslalon de los Juegos de Vancouver y emuló a su compatriota Alberto Tomba, hasta hoy último campeón olímpico italiano de la disciplina, que también lo fue en Canadá -en Calgary- hace 22 años.

  

En la única ocasión, antes de Vancouver, que Canadá había organizado unos Juegos invernales -sólo había albergado los de verano, en Montreal, en 1976- se dio a conocer para el gran público Tomba, una de las estrellas de Calgary'88, donde ganó las dos pruebas técnicas y comenzó una de las mejores carreras en la historia del esquí alpino.

  

Tomba repetiría título cuatro años después, en el gigante de Albertville'92, pero en Francia se tuvo que conformar con la plata en un eslalon que ganó el noruego Finn-Christian Jagge, por lo que hasta hoy Italia no ha vuelto a celebrar a un campeón olímpica en esa disciplina.

Un desconocido hasta hoy

Hace cuatro años, en 'sus' Juegos, los de Turín, las esperanzas italianas se centraban en Giorgio Rocca, nacido en Chur (Suiza), pero con esa nacionalidad. Pero Rocca se salió de pista en Sestriere e Italia no ganó medalla en el deporte rey.

  

En Vancouver las cosas cambiaron de forma rotunda y hasta cierto punto inesperada. Nacido hace 25 años en Castelnovo ne Monti, Razzoli sólo contaba una victoria en la Copa del Mundo, la que logró el pasado 6 de enero en Zagreb, exactamente un año después de haber subido al primero de sus cuatro podios en esa competición, en idéntico escenario.

  

Que es de donde proviene el hombre al que hoy relegó a la segunda plaza, el croata Ivica Kostelic, el hermano de Janica -la esquiadora alpina más laureada del olimpismo-, que ya había ganado la plata en la combinada y hoy, después de ascender dos puestos tras la primera manga, capturó idéntico metal.

Un oro labrado en la primera manga

Razzoli fue el mejor en la primera bajada, en la que le colocó 43 centésimas al aún más sorprendente esloveno Mitja Valencic, que acabó sexto una prueba en la que Andre Myhrer protagonizó la gran remontada, al marcar el mejor crono en la bajada decisiva y subir del décimo al tercer puesto final, haciéndose acreedor al bronce.

  

Relegando al cuarto, por sólo cinco centésimas, al austriaco Benjamin Raich -doble campeón en las disciplinas técnicas en Turín-, que había sido tercero en la primera manga, pero fue demasiado conservador en la segunda. Y confirmando la "hecatombe" del equipo masculino de la República alpina, que, por primera vez en toda la historia de los Juegos, regresará a casa sin medallas.

  

Algo que se dejó a vislumbrar en la primera manga, en la que se salió de recorrido Manfred Pranger y en la que perdió toda opción Reinfried Herbst, décimo hoy en Whistler.

El fin de la era austriaca en el Eslalom

Hasta la fecha, la actuación más floja había sido la de Sarajevo'84, de donde los hombres de Austria, potencia histórica en el deporte rey invernal, regresaron con el bronce de "Jimmy" Steiner en el descenso como exiguo botín.

  

Teniendo en cuenta que en los Juegos de Garmisch'36 (Alemania) no participaron, al considerarse profesionales a los profesores de esquí, Vancouver supuso el final de una era gloriosa que abanderó durante los últimos catorce años el retirado Hermann Maier.

  

Sin "Herminator" y con Raich sin deslumbrar, Austria sólo podrá mostrar con orgullo los resultados de sus damas, que, a pesar del oro de Andrea Fischbacher (en súper), la plata de Marlies Schild (eslalon) y los dos bronces de Elisabeth Goergl (en descenso y gigante) fue superada por Alemania y Estados Unidos.

  

La primera referencia válida del acto decisivo la marcó el canadiense Julien Cousineau, que con el segundo mejor crono de la manga ascendió del decimonoveno al octavo, un puesto por detrás del italiano Manfred Moelgg.

  

A Razzoli le bastó el séptimo mejor tiempo de la manga para asegurarse el triunfo y ganar el primer oro de Italia en Vancouver. Una victoria gloriosa, con valor doble para Giuliano: todo el mundo ya asocia su nombre al de Alberto Tomba.