Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Khadija Amin pasó de presentar las noticias en la televisión pública a perder todos los derechos como mujer. Asegura que los talibanes le dijeron que no podía trabajar y una semana después huyó del país gracias a la ayuda de una periodista española que le consiguió plaza en uno de los aviones fletados por el Gobierno. Khadija acabó en Salamanca, donde ahora trata de rehacer su vida en un piso de acogida.

Tampoco había lugar para Nazima Nezrabi en Afganistán, era mujer y jueza. Vive en Bilabo y pudo venir con su marido, hijo y con su hija en el vientre.

Hamed Sanjideh estaba señalado porque había trabajado para el Ejército español y en el Parlamento afgano. Un año después, sigue viviendo en un albergue con su familia.

FOTO: Thomas COEX / AFP

Hoy comenzamos en Estados Unidos, después de que Donald Trump se haya acogido a la Quinta Enmienda para no declarar ante la fiscal. Seguimos Ucrania para conocer la situación en la que se encuentran muchos ciudadanos rusos que llevan viviendo en el país durante años pero que no tienen la nacionalidad ucraniana. El problema se plantea para muchos matrimonios que son mixtos, es decir uno de los cónyuges es ucraniano y el otro ruso o bielorruso. Conocemos el caso de Vadim y Marina, él ucraniano y ella rusa. La actualidad también nos hace mirar a Cuba y al Mar Egeo. Hablamos además con el coordinador de Médicos sin Fronteras en Grecia sobre las llegadas de migrantes a la isla de Samos y las denuncias por violencia y devoluciones en caliente. Y también conocemos el último informe de la organización 'Save the Children' sobre la situación de la infancia en Afganistán, un año después de la llegada de los talibanes al poder.

El escritor y periodista Ahmed Rashid ha pasado por Madrid, por Casa Asia, para presentar la última edición en español de 'Los talibán. Islam, petróleo y fundamentalismo en el Asia Central', traducido a más de 20 idiomas. Con él, hablamos sobre el movimiento de resistencia al poder actual y los motivos de una posible caída de los talibanes. Un reportaje de Isabel Dólera.

Estados Unidos ha matado al líder de Al QaedaAyman al-Zawahiri, y en Las Mañanas de RNE hemos hablado con Chema Gil, profesor colaborador del Centro Universitario ISEN de Cartagena y codirector del Observatorio Internacional, quien ha señalado que se trata de “un golpe más fuerte que el de Osama bin Laden”. Gil ha explicado que en el ataque se han alcanzado también a miembros del gobierno talibán de Afganistán, desde donde, indica, “han calificado la acción como el final de los acuerdos de Doha”. Y ha destacado la labor de las analistas de la unidad que en su momento trabajaron incesantemente para encontrar a binLaden ya que, señala, es lo que ha servido como guía para dar ahora con al-Zawahiri, al que ha calificado como “el más terrorista de todos”.

Desde el regreso al poder de los talibanes, en Afganistán se han disparado las solicitudes de asilo de afganos en Europa. Los que pueden dejan atrás un país en grave crisis económica y donde la mayoría, especialmente las mujeres, han perdido todos sus derechos. Támana, una destacada defensora de las mujeres afganas, gritaba con desesperación mientras grababa los instantes previos antes de ser detenida por los talibanes. Lo cuenta su amiga Maryam, quien sí consiguió salir del país y ahora es solicitante de asilo en España.

Afganistán pide de forma urgente ayuda internacional para afrontar la catástrofe humanitaria que ha provocado el terremoto del miércoles, con más de 1.000 muertos y 1.500 heridos. La zona del seísmo ha quedado totalmente devastada y los medios sanitarios, en manos del gobierno talibán, son insuficientes. La situación es una prueba de fuego para el gobierno de facto de los talibanes. Hasta ahora debían administrar un país de 40 millones de personas en el que pasan hambre más de la mitad de los hogares, según datos de la ONU. El seísmo agrava la situación, pero también abre la puerta de la solidaridad internacional, cerrada hasta ahora por las sanciones.

La zona más afectada por el terremoto en Afganistán ocurrido en la madrugada del miércoles es de difícil acceso. Los equipos de rescate no lo están teniendo nada fácil para llegar a las zonas más afectadas. Con cuentagotas evacúan a algunos heridos en helicóptero y a otros por carreteras que, en su mayoría, no están en buen estado. A la dificultad física de enviar ayuda a esta zona montañosa, se une que, desde que los talibanes volvieron al poder hace un año, no hay mucha que ofrecer, porque la mayoría de las agencias internacionales y ONGs se marcharon del país. Desde el gobierno han pedido colaboración internacional: "Es muy difícil para nosotros responder a una situación así".