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Tensión entre Kiev y Moscú que no se rebaja. Ucrania acaba de anunciar que prohibe la entrada en el país de adultos de la Federación Rusa, hombres de entre 16 y 60 años.

La medida se adopta tras la imposición de la ley marcial en 10 provincias de Ucrania, las que limitan con Rusia o están bañadas por el mar Negro. Kiev teme nuevas acciones rusas, despues de que Moscú apresara, el fin de semana, tres embarcaciones militares ucranianas que se encontraban cerca de las costas de Crimea.

El foco de la información internacional va a estar este viernes y sábado en Buenos Aires. Los principales líderes mundiales ya han llegado a la capital de Argentina, que acoge una cumbre del G20 en la que en representación de España el presidente del Gobierno al que acompaña la ministra de Economía va a defender su compromiso con el reto migratorio, la lucha contra el cambio climático, el empleo digno o la igualdad. La reunión que finalmente no se va a producir es la que tenía prevista Donald Trump con Vladimir Putin. El presidente de EEUU la ha suspendido debido a las reactivas tensiones entre Moscú y Kiev desde el incidente naval del domingo en aguas cercanas a Crimea.

La reactivada crisis entre Moscú y Kiev con ese conflicto naval del domingo escribe nuevos capítulos. Este jueves el diario alemán Bild ha pedido a los países miembros de la OTAN que desplieguen buques en el Mar de Azov. Según su homólogo en Rusia Vladimir Putin, la intención de Poroshenko no es otra que crear una crisis inventada con el único fin de aumentar su popularidad a cuatro meses de las presidenciales.

Rusia desplegará próximamente una nueva división de misiles antiaéreos S-400 en Crimea en plena escalada de tensión con Ucrania por el incidente naval en el estrecho de Kerch. Según Reuters, es probable que el despliegue estuviera planeado con anterioridad pero se ha anunciado ahora.

Según la agencia Interfax, que cita al Ministerio de Defensa, el sistema estará operativo a finales de año.

Rusia tiene instaladas en la península de Crimea, anexionada en 2014tres divisiones de misiles S-400. Los sistemas de misiles S-400 pueden abatir simultáneamente varios objetivos a una distancia de hasta 400 kilómetros y a una altura de hasta 30 kilómetros. Esto permite a Rusia controlar desde Crimea una amplia zona aérea sobre el Mar Negro.

Reuters informa también de que la armada rusa ha enviado a uno de sus barcos, el dragaminas Vicealmirante Zajarin desde el Mar Negro al mar de Azov.

Los movimientos militares rusos llegan en plena escalada de tensión entre Moscú y Kiev por el incidente naval en el estrecho de Kerch. La armada rusa apresó el pasado 25 de noviembre tres barcos ucranianos y a sus 24 tripulantes, a los que asegura que juzgará por haber invadido sus aguas. Ucrania ha declarado el estado de excepción, que entra en vigor este miércoles, y ha solicitado el apoyo de sus aliados internacionales.

Un día más, seguimos pendientes del crisis desatada entre Rusia y Ucrania, tras la captura de tres embarcaciones en el Estrecho de Kerch. La comunidad internacional ha hecho un llamamiento unánime para que ambas partes rebajen la tensión en una zona especialmente sensible. Kiev mantiene para mañana la entrada en vigor del estado de excepción y varios líderes mundiales han pedido a Moscú que libere a los barcos ucranianos y a los tripulantes detenidos.

Miramos a Ucrania donde el estado de excepción volverá a regir a partir de este miércolesen 10 de las 30 provincias del país: son las zonas que según el presidente corren mayor riesgo de sufrir un eventual ataque del Kremlin. La medida, aprobada este lunes en la Rada, el parlamento ucraniano, estará en vigor durante 30 días.

La tensión entre Rusia y Ucrania por el estrecho de Kerch, que comunica el mar de Azov (al norte) con el Mar Negro (al sur) junto a la península de Crimea, sigue en aumento este lunes, un día después de que la armada rusa apresara a dos patrulleras y un remolcador ucranianos que supuestamente habían entrado ilegalmente en sus aguas.

Moscú ha reconocido que abrió fuego contra los navíos, hiriendo a seis de sus tripulantes, dos de ellos de gravedad, pero ha asegurado que actuó dentro de la legalidad. Este lunes, las autoridades rusas han reabierto el paso del estrecho, pero no ha liberado ni los barcos ni a sus tripulantes, tal y como le exige Ucrania.

Por su parte, el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, ha declarado el estado de excepción, que aún debe ser ratificado por el Parlamento. Kiev ha puesto en alerta a sus fuerzas armadas y de seguridad.

Rusia trata de rebajar la tensión con Ucrania horas después de que sus guardacostas apresaran a tres buques de la armada ucraniana e hirieran a varios tripulantes junto a las costas de Crimea.

Moscú acusa a Kiev de violar sus aguas territoriales y ha reabierto el estrecho de Kerch, que une la península crimea con la Rusia continental, y cuyo cierre ordenó el domingo.

Rusia ha reabierto este lunes el estrecho de Kerch, que comunica el mar de Azov (al norte) con el Mar Negro (al sur) junto a la península de Crimea, tras el grave incidente de este domingo con navíos ucranianos, pero no ha liberado ni los barcos ni a sus tripulantes.

La armada rusa apresó a dos patrulleras y un remolcador ucranianos que supuestamente habían entrado ilegalmente en sus aguas. Moscú reconoce que abrió fuego contra los navíos, hiriendo a seis de sus tripulantes, que según asegura se encuentran fuera de peligro.

Rusia acusa a los barcos de realizar "maniobras peligrosas" y ha calificado lo sucedido como una "peligrosa provocación". Ucrania mantiene que sus buques fueron apresados en aguas neutrales cuando regresaban al puerto de Odessa, en el mar Negro, del que habían partido en la mañana del domingo.

La tensión en el Azov se ha disparado desde que Moscú inauguró en mayo un puente sobre el estrecho para unir la península de Crimea con Rusia. Moscú anexionó unilateralmente Crimea en marzo de 2014 y apoya a los rebeldes prorrusos en el este de Ucrania, precisamente la región que comunica con el mar de Azov.

Moscú y Kiev firmaron en 2003 un acuerdo sobre el uso del estrecho y del mar de Azov, por el que se permite la circulación de buques comerciales mientras que los navíos militares tienen que informar a la otra parte.

Sin embargo, Moscú ha establecido un reglamento de concesión de permisos y un horario de tránsito que según Kiev perjudica el comercio con sus puertos en el mar de Azov, Mariupol y Berdyansk. Además, las autoridades rusas han redoblado las inspecciones de los buques ucranianos, por lo que Ucrania denuncia un bloqueo comercial de facto para debilitar su economía y su control sobre el este del país.

El incidente naval ha hecho sonar las alarmas en las cancillerías de todo el mundo. Turquía, país costero del mar Negro, Alemania y China, entre otros, han mostrado su preocupación por los recientes acontecimientos. La UE ha condenado el uso de la fuerza por parte de Rusia y ha exigido que libere los barcos y a sus tripulantes, mientras que el Consejo de Seguridad de la ONU va a reunirse de urgencia.