Gabriel Romanelli es el párroco de Gaza. Estaba fuera cuando estalló la guerra y ahora no puede volver a la Franja, pero cuida en la distancia de los cristianos gazatíes, poco más de un millar. Las bombas también caen en las iglesias cristianas de Gaza. 18 personas murieron en un bombardeo en la de San Porfirio. En la iglesia del padre Romanelli murieron dos mujeres, madre e hija, por disparos de un francotirador. Entre las víctimas cristianas no había combatientes. Ahora, la iglesia es principalmente un gran refugio que atienden en Gaza dos monjas peruanas y un sacerdote.
Foto: Iglesia del Santo Sepulcro, Jerusalén (Getty Images)