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Esta madrugada entre 40 y 50 migrantes marroquíes han intentado entrar a nado a Ceuta por el espigón de Tarajal de la misma manera que durante la crisis migratoria del pasado mes de mayo. A esa fecha corresponden estas imágenes. El de esta pasada madrugada ha sido uno de los intentos más importantes de los registrados. Los migrantes han arrojado piedras a la Guardia Civil y uno de los agentes está herido.

FOTO: Imagen de archivo del mes de mayo de la llegada de migrantes marroquíes a Ceuta por el espigón del Tarajal. EFE/ Reduan Dris

La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, exige al presidente del Gobierno que hoy mismo cese al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras el auto de ayer sobre los menores de Ceuta. “El presidente no encuentra a nadie que quiera ser ministro de Interior y por eso no ha sido cesado” ha dicho en RNE. Acusa a Marlaska de haber vulnerado los derechos fundamentales y puntualiza sobre la postura de su partido: “Que Juan Vivas y el PP compartan que la mejor solución es la vuelta, no significa que tenga que hacerse pisoteando sus derechos fundamentales. Debe hacerse con garantías”. Sobre la Diputación Permanente que se reúne hoy y que pide la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso, Gamarra defiende que Sánchez tiene “alergia a los españoles” y que “no hay excusas” dada la envergadura de la operación que se está llevando a cabo en Afganistán. Atribuye todo el mérito de la operación a las FFAA y critica que Sánchez está provocando que España pierda credibilidad en la escena internacional. “Se ha perdido por su falta de responsabilidad, la de un gobierno socialista y comunista al que nadie tiene respecto”. Por último, Gamarra dice que el problema del Mar Menor está en el acuífero que es competencia de la Confederación Hidrográfica del Segura y, por tanto, del Gobierno central. “Ribera debe actuar y, si no, permitir y garantizar que lo haga otro en su nombre”.

Javier Baeza, presidente de la Asociación Coordinadora de Barrios para el seguimiento de menores y jóvenes, reconoce alivio tras el auto emitido ayer por el juzgado de Ceuta pero, añade, “con la intranquilidad de si esta suspensión cautelar respecto a un grupillo de pequeñajos, el Gobierno de la nación y de la ciudad lo va a extender al resto, a más de 7 centenares”. Tras la decisión judicial, Baeza plantea: “Habría que suspender todas las devoluciones de niños sin entrar en la manera o el por qué llegan a nuestro país”. Cree que todo el proceso se hizo “con nocturnidad y alevosía” y culpa directamente al ministro de Interior. Ante el argumento de que llegaron muchos de golpe, responde: “Los DDHH no pueden depender del número de personas a quien le afectan. Poner el énfasis en el número de niños que han entrado, cuando menos es un poco ruin”. Ante el encuentro de hoy entre Sánchez y el presidente Ceutí espera que se decida ofrecer a los niños la posibilidad de “soñar un futuro mejor” y argumenta que huyen de realidades muy complicadas: “Estos niños no vienen jugando. Muchos están perseguidos, no tienen familia, llevan una vida empobrecida”.

Para poder acceder a la vacunación en España hay que llevar tres meses viviendo en el país, tener un pasaporte actualizado y estar empadronado. Así es que hay cientos de personas que están quedándose fuera del proceso de vacunación. Muchos están en edades vulnerables. Médicos del Mundo recuerda que al no haber un plan nacional que lo coordine, muchos inmigrantes no están pudiendo inyectarse los sueros. Informa Alex Llorca.

Este fin de semana han llegado a Canarias más de 300 migrantes en siete embarcaciones. Cada una esconde una historia de dolor y sufrimiento. Lo sabe bien el capitán de un atunero que participó en el rescate de uno de esos cayucos. Nos ha contado cómo fueron aquellas horas y asegura que rescatarles con vida fue un milagro.

Luna Blanca es una de las ONG que trabaja en Ceuta. Antes ayudaba a 120 familias. Tras la crisis de mayo ha pasado a alimentar a unas 1.300 personas cada día. Dice su responsable que no estaban preparados y que siguen sin estarlo, porque la situación no mejora. Esta semana, cuentan, se han escapados muchos más niños de las naves donde están acogidos los menores. Hamed es uno de ellos. Dice que ha encontrado ayuda aquí y con algún vecino. No quiere volver a Marruecos. Allí estuvo 3 años viviendo en la calle. Informa Juan Coca

En Ceuta, solo la ONG Luna Blanca se ocupa de los menores marroquíes que viven en la calle, niños que se fugaron de centros temporales de acogida por el miedo de la repatriación a Marruecos. Esta organización ha pasado de dar comida a 120 personas, a atender a 1.300 cada dia. La situación inquieta a los vecinos y se sienten, dicen, abandonados. Informa el enviado especial Juan Coca.

En Ceuta sigue adelante el proceso judicial que tiene suspendidas las devoluciones a Marruecos de los menores que llegaron solos a la ciudad en mayo. La Delegación del Gobierno ha presentado sus alegaciones y defiende la legalidad de todo el proceso. En el escrito presentado a la justicia, defiende que Ceuta ha estudiado cada caso y que no se ha demostrado vulneración de derechos. Por eso pide que se retomen las devoluciones.

FOTO: Repatriación de los menores marroquíes a través de la frontera del tarajal el pasado lunes. EFE/Reduán

En los alrededores de la frontera del Tarajal, en Ceuta, también se localizan grupos de jóvenes, menores y mayores de edad, que tres meses después de cruzar la frontera prefieren volver a casa. No han encontrado las oportunidades que buscaban o, en algunos casos, se han enterado de problemas familiares. Los trabajadores de los centros de acogida dicen que, en general, hay más ansiedad y miedo entre los niños, tanto entre los que quieren volver como entre los que no. También lo notan los taxistas que trabajan en los alrededores del Tarajal. Juan Coca sigue en las calles de Ceuta hablando con ellos.

Las calles de Ceuta siguen salpicadas por menores de edad que llegaron hace tres meses y que huyen de una posible repatriación a Marruecos. Aunque nos cuentan que pasan hambre durante el día y mucho frío por la noche, coinciden en que en su país estarían peor, no tendrían ninguna oportunidad. Están recibiendo ayuda de vecinos y organizaciones, pero no tienen las condiciones mínimas para vivir con dignidad. Los ceutíes están preocupados por la situación. Juan Coca ha estado en la ciudad con unos y otros.