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En Las Mañanas de RNE profundizamos en las hipotecas mixtas, aquella en las que pagar los tipos de interés: uno fijo durante los primeros años y luego uno variable, con Pau Monserrat,  profesor de Economía Financiera de la Universitat de les Illes Balears y economista de Futur Legal. Nos explica que “si el Euribor de media,  sin tener en cuenta los periodos de interés negativos,  se ha movido en el 2,4 es una buena referencia para ver si la hipoteca que nos están ofreciendo a tipo fijo es buena o mala” por lo tanto, si el tipo fijo está por encima del 2,4 más un diferencial de un 1%, es decir del 3,4, Monserrat asegura “que es cara” y que si está por debajo, “es un fijo que se puede estudiar y que puede ser interesante.” Considera que “los bancos se están aprovechando legítimamente de que hay unas expectativas en el consumidor normal de subida de tipos, para ofrecer tipos fijos mixtos y tipos fijos normales en hipotecas fijas que son más elevados de lo que se puede prever” y que estamos contratando tipos fijos caros. Y aclara que las hipotecas mixtas no suelen ser flexibles una vez pactado.

La compraventa de viviendas vuelve a caer y en marzo bajó un 5,7% con respecto al año anterior. La ralentización del mercado inmobiliario es consecuencia directa del encarecimiento de las hipotecas.

Astrid, de 26 años, enseña su casa al equipo de TVE. Cuenta que sus únicas opciones para dejar de compartir piso eran viviendas que no llegan a los 30 metros cuadrados. Actualmente,  paga 500 euros, y al principio incluso pensó que había tenido suerte. "Para entrar a la ducha tengo que tirar de elasticidad", cuenta, "y no tengo espacio para tostadora ni microondas".

Cuenta que no puede descansar porque el espacio en el que duerme es demasiado pequeño. "La primera semana te hace ilusión, pero a la larga ves que no se puede", explica Astrid.

Foto: GETTY