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Más de 130 personas han muerto y decenas están desaparecidas en el sur de Filipinas tras el paso de la tormenta tropical Tembin, que ha causado riadas, corrimientos de tierra e inundaciones en la isla de Mindanao. El temporal ha afectado sobre todo la zona noroccidental de esta isla, la segunda mayor del archipiélago, y se dirige ahora hacia la isla de Palawan, en el oeste del país, donde las autoridades han elevado la alerta.

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, se arranca a cantar una canción de amor en la cumbre de la Asean, bajo "las órdenes" del comandante en jefe de EE.UU. Donald Trump ha sido recibido con manifestaciones en contra en las calles de Manila. El mandatario filipino ha comprado armas a Rusia y China pero ya no habla de desmantelar las cinco bases militares estadounidenses en suelo filipino. Además tropas especiales norteamericanas han combatido junto las Fuerzas Armadas filipinas en contra del Estado Islámico en Marawi.

Al menos 37 personas han perdido la vida y más de 50 han resultado heridas durante el asalto a un casino en el sur de Manila (Filipinas) perpetrado el jueves por la noche por un hombre armado, ha informado este viernes la Policía, que ha calificado el incidente como un robo. El ataque se produjo cuando un varón con una carabina M4 entró en la segunda planta del complejo y comenzó a quemar mesas de juego con gasolina. El Estado Islámico, sin embargo, ha reivindicado la acción.

Un complejo hotelero cercano al aeropuerto de Manila, la capital de Filipinas, ha sido blanco este jueves de un ataque en el que se han registrado tiroteos y explosiones, y que ha sido reivindicado por el Estado Islámico, aunque las autoridades filipinas privilegian la hipótesis de un robo y atribuyen esa reivindicación a la propaganda yihadista.

El presidente de FilipinasRodrigo Duterte, ha subrayado este jueves que la rebelión yihadista en la ciudad de Marawi, en la isla de Mindanao, no es obra de un grupo islamista local sino "puro Estado Islámico".

Duterte ha asegurado que yihadistas expulsados de Irak y Siria han llegado a Filipinas para instaurar otra base de operaciones, y que el asalto a Marawi estaba planificado desde hace tiempo.

Al menos 174 personas han muerto en nueve días de enfrentamientos entre el Ejército y yihadistas en Marawi (200.000 habitantes, en su mayoría musulmanes), capital de la provincia Lanao del Sur. Los combatientes del Grupo Maute, una guerrilla de la isla que ha jurado fidelidad al Estado Islámico, tomaron la ciudad el 23 de mayo como represalia por una operación militar para capturar al líder de Abu Sayaf, otro grupo yihadista.

El Ministerio de Defensa ha confirmado este jueves que entre los guerrilleros abatidos hay extranjeros de al menos cinco nacionalidadessaudíes, malasios, indonesios, yemeníes y chechenos.

Duterte declaró la ley marcial en toda la región de Mindanao el mismo día que se desató el conflicto.