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Sus embarcaciones de color naranja son desde hace casi tres décadas parte fundamental del paisaje portuario español. Grandes buques polivalentes, remolcadores, patrulleras y lanchas de intervención rápida que cuentan con el apoyo de helicópteros y aviones apostados a lo largo de nuestras costas. Es una enorme flota en permanente alerta para atender cualquier emergencia en las aguas de responsabilidad española, una descomunal región líquida cuya extensión triplica la superficie terrestre nacional. La Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (Sasemar) ha rescatado desde 1993 más de medio millón de vidas.

Su creación, exigida por convenios internacionales, fue tardía y compleja, pero consiguió elevar la seguridad de nuestros mares al nivel de las naciones más avanzadas en la materia. Para ello es fundamental el papel coordinador que desempeña esta entidad civil, capacitada para movilizar también medios ajenos –tanto públicos como privados– con el fin de resolver de forma inmediata cualquier situación de peligro. También ejerce una labor de contención y vigilancia de la contaminación y es responsable de los dispositivos de separación del tráfico marítimo en las grandes esquinas navales del país.

Hasta bien entrado el último cuarto del siglo XX las aguas españolas eran temidas por los marinos ante la ausencia de un sistema eficaz de búsqueda y rescate de barcos en apuros. Los voluntarios de la Cruz Roja del Mar, el Servicio Aéreo de Rescate del Ejército del Aire o los buques de la Armada intentaban cubrir con más voluntad que recursos ese enorme vacío.

La primera institución consagrada a la misión de evitar muertes en la mar fue la Sociedad Española de Salvamento de Náufragos, entidad nacida en 1880 bajo la presidencia del almirante Joaquín Gutiérrez de Rubalcava. Aunque el personal era voluntario y su red de estaciones a todas luces insuficiente, jugó un papel crucial en la protección de las aguas costeras.

El documental “El salvamento marítimo en España, la vida por la vida”, con guion de Álvaro Soto, recorre la historia del auxilio a los navegantes, un apasionante camino hacia la profesionalización del servicio donde la solidaridad y el heroísmo siempre han estado presentes.

Participan en el programa el asesor del Instituto de Historia y Cultura Naval José María Blanco Núñez y Juan Carlos Arbex, autor de varios libros sobre el salvamento marítimo en España. Por parte de Sasemar intervienen su director, José Luis García Lena; el director de operaciones, Germán Erostarbe; la jefa del servicio de flota y seguridad, Evangelina Díaz; el jefe de inspección aérea, Néstor Perales; uno de los responsables del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento, Ignacio Campos; el técnico de operaciones especiales y lucha contra la contaminación Marcos Riestra; y el jefe del centro de coordinación de Salvamento Marítimo en Palma de Mallorca, Miguel Félix Chicón. También suenan las voces de quienes están en primera línea: profesionales como el capitán del buque Clara Campoamor, Jesús Lanchares, o Jesús Alonso y Txomin Lecue, patrones con años de experiencia en embarcaciones rápidas de la clase Salvamar. El documental se completa con testimonios de personas rescatadas y grabaciones de intervenciones reales.

Los ruidos que provocamos los humanos en el mar no sólo desorienta a los animales, sino que también alteran a la flora marina. La contaminación acústica está matando a las poblaciones de posidonia, los bosques del mar. En el último siglo se han introducido muchas fuentes de ruido artificial en el medio marino y ahora se ha podido demostrar que afectan negativamente a los organismos que viven en él. Un estudio de la UPC, en Barcelona, concluye que el ruido de origen humano puede reducir las poblaciones de posidonia. Foto: Getty Images.

Se cumplen diez días de la aparición de los primeros peces muertos en las playas del Mar Menor. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha visitado esta mañana Los Alcázares con las organizaciones ecologistas, con vecinos y también con los alcaldes de las localidades afectadas en la zona. Posteriormente se reunirá con el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, con varias premisas previas: respeto a lo que digan los científicos, al cumplimiento de la ley y la participación social. Foto: Juan Carlos Caval / EFE.

Juan Manuel Ruiz, profesor de Investigación del Instituto Español de Oceanografía – CSIC, ha sostenido que el Mar Menor es uno de los sitios "más bellos y excepcionales" de litoral español. En 24 horas de RNE ha explicado que la relación del hombre con el Mar Menor comienza con la minería intensiva, que supone un proceso de aportación de sedimentos desde la sierra de Cartagena hasta el propio mar. "Ahí comienza la degradación y le siguen otros hitos como la apertura del canal del Estacio en los años 70", ha indicado y ha sostenido que, a partir de 2016, se observa un fenómeno denominado "sopa verde" que es la "cara visible" de un proceso que empieza décadas atrás. "Desde entonces, lo que tenemos es otro Mar Menor".

La situación crítica la ha achacado a los vertidos que llegan hasta el mar: "Entradas masivas de nutrientes, nitrógenos y fosforo, procedentes de la acción humana como la agricultura y los núcleos urbanos". Para solucionarla, el profesor de Investigación del Instituto Español de Oceanografía ha considerado necesario regular esos aportes, disminuirlos y crear infraestructuras "que se ajusten al sistema para que sea sostenible". "El Mar Menor no es un enfermo terminal, su destino no es la muerte. Si aplicamos las medidas en el origen del problema, en las entradas de nitrógeno y de fosforo, el Mar Menor se recuperará".

Cientos de miles de peces muertos cubren las playas del Mar Menor desde hace más de una semana. El Gobierno considera "un auténtico drama natural" lo que sufre el Mar menor, pero deja claro que la situación no es "fruto de un fin de semana", sino que se ha producido como consecuencia de un periodo dilatado de "inacción" por parte del Gobierno de Murcia a la hora de ejercer sus competencias.

Es la imagen en el Mar Menor, de nuevo peces muertos en la orilla y ya son 8 días seguidos. Desde el lunes pasado, se han recogido 4,5 toneladas. Las organizaciones ecologistas dicen que este episodio es más grave que el de 2019 y piden parar los vertidos a la laguna. El gobierno de Murcia solicita que se declare a la laguna zona especialmente afectada.