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La Corte de Apelación de Escocia declara ilegal la decisión de Boris Jonhson de suspender el parlamento hasta el 14 de octubre aunque la decisión final queda en manos del Tribunal Supremo.

La sentencia tumba otra de una instancia inferior que la semana pasada dictaminó que Johnson no había incumplido la ley y es contraria también a la opinión del Tribunal Superior de Londres, que también falló el viernes pasado a favor del Gobierno.

Última sesión del parlamento británico antes de la suspensión solicitada por el presidente Boris Johnson. Se reanudará la actividad en Westminster el 14 de octubre, dos semanas antes de que se haga efectivo el Brexit.

El Parlamento británico ha quedado clausurado este martes para las próximas cinco semanas, tras negar por segunda ocasión al primer ministro, el conservador Boris Johnson, el adelanto electoral que reclamaba. El jefe de Gobierno necesitaba el respaldo de dos tercios de la Cámara de los Comunes para convocar unas elecciones, pero la oposición se ha conjurado, como ya hizo la semana pasada, para votar en contra de la propuesta, que ha obtenido 293 votos de los 434 requeridos.

Los comunes parecen ir ganando el pulso entre el Parlamento y Boris Johnson sobre el Brexit.

El primer ministro insiste en que lo más importante es cumplir el mandato del referéndum, pero no tiene muchas opciones una vez que el Parlamento ha aprobado una ley que le obliga a pedir una prórroga a la UE antes que salir sin acuerdo. Johnson va a intentar este lunes de nuevo forzar la convocatoria de elecciones, pero la oposición se lo va a impedir. Así que solo le quedan dos opciones: dimitir o solicitar la prórroga.

Esta semana, su propio hermano dimitía como ministro, dividido entre su lealtad a la familia y el interés nacional. Además, 21 parlamentarios de las filas conservadoras votaban en su contra, lo que les costaba una fulminante expulsión del partido. Y lo que es peor, perdía la mayoría parlamentaria con la deserción de un diputado (Phillip Lee) que se ha pasado a las filas liberal-demócratas.

El Tribunal Superior de Londres ha desestimado la demanda presentada por la empresaria Gina Miller contra la suspensión excepcional de las sesiones parlamentarias dictada por el primer ministro, Boris Johnson. Los jueces autorizan sin embargo que los demandantes recurran al Tribunal Supremo, la máxima instancia judicial del Reino Unido, que analizará el caso el próximo 17 de septiembre. Al término de la vista, Miller dijo estar "decepcionada" por la decisión de la corte, aunque celebró la posibilidad de recurrirla e insistió en que "es crucial que el Parlamento esté abierto" en estos momentos críticos para el país.

El enfrentamiento del primer ministro británico, Boris Johnson, con el Parlamento a cuenta del Brexit se ha cobrado una baja política inesperada. El hermano de Johnson, Jo, ha dimitido como diputado y como junior minister (equivalente a un subsecretario de Estado). En un mensaje en Twitter, Jo Johnson asegura que "en las últimas semanas" se ha visto en una encrucijada entre "la lealtad familiar y el interés nacional". "Es una tensión sin solución y es el momento para que otros ocupen mi lugar como diputado y secretario de Estado". Desde la oficina del primer ministro se ha dado las gracias al dimitido por sus "servicios". Jo Johnson, de 47 años (Boris tiene 55), ya se había mostrado favorable a un segundo referéndum sobre la salida de la UE, pero aún así había aceptado los cargos de subsecretario de Empresas y de Educación cuando su hermano sustituyó a Theresa May en Downing Street. La dimisión de su hermano llega dos días después de que el primer ministro haya expulsado a 21 diputados conservadores rebeldes que sumaron sus votos a los de la oposición para rechazar la estrategia de Johnson y prohibir por ley un Brexit sin acuerdo.

Jo Johnson, hermano del primer ministro británico, ha dimitido de su cargo de Secretario de Estado de Universidades y ha dejado de ser diputado tory, por las discrepancias que tiene con su hermano sobre el Brexit. Jo era partidari de un segundo referédum y se opone a un Brexit sin acuerdo.

La ley para bloquear una salida sin acuerdo del Reino Unido de la Unión Europea (UE) ha sido aprobada por el Parlamento británico este miércoles en segunda votación. Tras una tercera lectura, la Cámara de los Comunes ha dado luz verde al texto para obligar al Gobierno liderado por Boris Johnson a pedir una prórroga a la salida de la Unión Europea (UE) si no ha llegado a un acuerdo con Bruselas el 19 de octubre.

Los diputados respaldaron por 327 votos a favor y 299 en contra una legislación que pasará ahora a la Cámara de los Lores, antes de recibir previsiblemente el asentimiento de la jefa de Estado, la reina Isabel II, en los próximos días.

Tras la votación, Johnson ha criticado el resultado y ha afirmado que esa "ley obligará al primer ministro a rendirse en las negociaciones con la UE". Según el mandatario, la nueva legislación "liquida de modo efectivo las negociaciones del Brexit". El texto, propuesto por la oposición y un grupo de conservadores críticos con su propio Ejecutivofue respaldado en una votación preliminar por 329 diputados, frente a 300 en contra.

Tras el segundo apoyo de la Cámara a la ley que ataja un Brexit duro, Boris Johnson ha propuesto ante el Parlamento celebrar unas elecciones generales anticipadas el próximo 15 de octubre. El conservador necesita el respaldo de dos tercios de los diputados para sacar adelante la iniciativa, una votación que de apoyo a su moción que tendrá lugar este mismo miércoles.

Jeremy Corbyn ya ha advertido que no quiere ir a las urnas hasta la entrada en vigor de la nueva legislación, lo que complica sus opciones de prosperar. Según el laborista, la moción de Johnson es una propuesta "envenenada" para conseguir un "no acuerdo".

"¿Ha perdido el control (del proceso del Brexit), primer ministro?" Gritan los periodistas a Boris Johnson a su salida del 1o de Downing Street. Es el día después de que el Parlamento británico haya arrebatado el control de la agenda parlamentaria al Gobierno tras una votación este martes ganada con el apoyo de una puñado de 'tories' rebeldes. Una derrota política y una derrota moral, por tanto, que además abre la puerta a la posibilidad de que pueda aprobarse una ley que permita retrasar el Brexit más allá del 31 de octubre. Un retraso que a su vez rescata en el horizonte la posibilidad de una renegociación de la salida o, improbablemente y a plazo incierto, una cancelación. Si esta ley se aprueba, Johnson amenaza con ir a elecciones anticipadas, otro escenario con variantes confusas, pues su conveniencia no está clara, ni para él, ni para el líder laborista Jeremy Corbyn, quien se supone que las desea, pero asume el riesgo de un resultado negativo en el que Johnson confía para su propio beneficio.