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El presidente estadounidense, Barack Obama, ha advertido este martes, en su último discurso sobre seguridad nacional, de que estigmatizar a los musulmanes y actuar como si el país estuviera en guerra con el Islam envalentonaría a los grupos extremistas y tendría un coste humano y moral para Estados Unidos, en una clara alusión a la retórica de su sucesor, Donald Trump.

"Nosotros no imponemos test religiosos como prueba por la libertad", ha dicho Obama en su último discurso sobre seguridad nacional, en Tampa (Florida).

El mandatario saliente se refería así a la polémica propuesta del presidente electo de EE.UU., que asumirá el poder el próximo 20 de enero, de someter a los inmigrantes de ciertos países, muchos de ellos con mayoría musulmana, a una "supervisión extrema" basada en "test ideológicos".

"Somos un país que ha derramado sangre contra ese tipo de discriminación y normas arbitrarias", ha subrayado Obama, sin nombrar en ningún momento a Trump.

Durante meses miembros de una tribu Sioux y grupos ecologistas han permanecido en este paraje de Dakota del Norte, intentando frenar la construcción de un oleoducto. Dicen que contaminará las aguas de la zona en una tierra que ellos consideran sagrada. Este domingo tuvieron buenas noticias, el gobierno federal descarta el tramo y propone que se construye en una ruta alternativa. Sin embargo, la victoria de los manifestantes puede durar poco tiempo. La nueva Administración de Donald Trump sí defiende el proyecto y las empresas que lo desarrollan quieren mantener el trazado inicial.
 

Las relaciones entre La Habana y Washington han estado rotas durante las últimas seis décadas hasta el inicio del deshielo en 2014. Allí en Estados Unidos las reacciones políticas han sido muy diferentes. Barack Obama ha dicho que será la historia quien juzgue la figura de Fidel Castro, mientras que el que será presidente desde enero, Donald Trump, le ha llamado "brutal dictador".

El presidente de EEUU, Barack Obama, y su homólogo de Rusia, Vladímir Putin, han mantenido este domingo una conversación informal al inicio de la cumbre de líderes del APEC en la que dialogaron de Ucrania y Siria, según informó la Casa Blanca. La conversación duró apenas cuatro minutos, de acuerdo con un alto funcionario de la Casa Blanca.

En ella, Obama urgió a Putin a "respetar" los compromisos asumidos por Rusia dentro de los acuerdos de Minsk sobre Ucrania y enfatizó la "necesidad" de que EEUU y Rusia sigan buscando opciones, junto con la comunidad internacional, "para disminuir la violencia y aliviar el sufrimiento del pueblo sirio".

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se encuentra en Perú para asistir a la XXIV Cumbre de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Será la última visita a Latinoamérica de Obama antes de ceder la presidencia al ganador de las elecciones, Donald Trump.

La cumbre incluirá reuniones entre altas autoridades, primeros ministros y gobernantes de las 21 economías que integran el bloque.

Los países del área han suscrito un acuerdo de cooperación económica (TPP) que Trump ha prometido no ratificar.

La cumbre ha sido recibida también con protestas en Lima en contra de dicho acuerdo.

La Cancillería alemana como el centro de guardia en tiempos de muchas incógnitas. Ángela Merkel como anfitriona de los cinco países con más peso de la Unión Europea, los seis más fuertes en la Otan. Y sobre la mesa, la lucha contra el Estado Islámico, sobre la que Barack Obama ya dijo anoche no espera grandes cambios. Theresa May y Mariano Rajoy pusieron énfasis en el debate sobre refugiados e inmigrantes.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y los mandatarios de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España se reúnen este viernes en Berlín en una cumbre en la que el aún inquilino de la Casa Blanca se despide de sus socios europeos.