Condenados a vivir en una habitación
- La crisis de la vivienda está transformando nuestra forma de vivir. Comprar o alquilar un piso es misión imposible para una gran mayoría, lo que obliga a compartir. Y el precio de las habitaciones ya alcanza los mil euros en Barcelona y Madrid.
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De la precariedad laboral a la habitacional: el «enorme agujero negro» de la vivienda
La principal preocupación de los españoles es, desde este año, la vivienda, según certifica el CIS. Un enorme agujero negro de la vivienda se está tragando la mejora de las rentas de los españoles y las políticas sociales. Como señala el Consejo Económico y Social (CES), estamos pasando de la precariedad laboral a la precariedad habitacional. La crisis de la vivienda está transformando de tal forma nuestra forma de vivir que cada vez hay más población que se ve obligada a compartir piso ya que comprar o alquilar piso es misión imposible para una gran mayoría y el precio de las habitaciones ya alcanza los mil euros en ciudades como Barcelona y Madrid.
La vivienda es la principal preocupación de los españoles, según el CIS Informe Semanal
Pisos de estudiantes, fin de la igualdad de oportunidades
La escalada de precios de la vivienda también afecta a las habitaciones en pisos de estudiantes. Su precio medio ha aumentado un 14 por ciento, lo que ha llevado a muchos, como Ranya El Baitah Abraq, a elegir Universidad en función del coste del alojamiento.
La escalada de precios de lMuchos estudiantes eligen Universidad en función del precio del alojamiento Informe Semanal
“En Lleida los precios de las habitaciones oscilan entre los 200 y 300 euros mientras que en Barcelona van de los 500 a los 1.000“
A pesar de ser de un pueblo de la provincia de Barcelona, Ranya ha decidido estudiar Biomedicina en Lleida "porque los precios de los alquileres en la capital catalana eran inasumibles para mí, que tengo 18 años y aún dependo económicamente de mis padres". En Lleida los precios de las habitaciones oscilan entre los 200 y 300 euros mensuales mientras que en Barcelona van de los 500 a los 1.000 euros.
El negocio de los pisos de estudiantes está en que alquilar por habitaciones es más rentable que a un solo inquilino Informe Semanal
El negocio de los pisos de estudiantes está en que alquilar por habitaciones es más rentable que a un solo inquilino. La situación llega a tal extremo que hay incluso estudiantes que tienen que cambiarse de Universidad y de ciudad a mitad de curso por la subida de los precios de las habitaciones, nos cuenta la portavoz del Sindicato de Inquilinas, Carme Arcarazo. Arcarazo añade que "lo fuerte es que no es una situación que afecte solamente a la gente joven sino que lo estamos viendo en todo ciclo de vida".
El sindicato de Inquilinas denuncia que la crisis de la vivienda urge de una solución urgente Informe Semanal
“No es una situación que afecte solamente a la gente joven sino que lo estamos viendo en todo ciclo de vida“
El doctor en antropología económica, codirector del Instituto de Investigación Urbana (IDRA) y autor del libro El secuestro de la vivienda, Jaime Palomera, denuncia que "esto atenta contra la igualdad de oportunidades, contra los derechos más básicos. Si no puedes vivir ahí donde tienes que estudiar, donde te has ganado una plaza como maestra, esto afecta y trunca proyectos vitales".
Generación inquilina compartida: emanciparse es ya un sueño irreal
La generación con más graduados universitarios de la historia es también la que no puede pagarse una vivienda. Emanciparse es ya un sueño irreal para la mayoría de jóvenes que se ven obligados a compartir, es la llamada generación inquilina. Hay una enorme brecha entre los precios de la vivienda, tanto en compra como en alquiler, y los salarios. La vivienda se ha encarecido cerca de un 80 por ciento en los últimos diez años, casi el triple que los salarios. El precio de las casas de obra nueva ha subido un 52% y el alquiler, un 91%, mientras que la variación salarial ha sido del 26,5%", según datos de la Sociedad de Tasación.
Javier Muñoz, del Consejo de la Juventud de España, afirma que somos la generación inquilina compartida Informe Semanal
“Las personas jóvenes tenemos que destinar casi el 100% del salario medio para poder pagar el alquiler“
A pesar de trabajar e incluso tener un buen sueldo, una gran mayoría de las personas jóvenes de España se ve obligada a compartir la vivienda porque es la única manera de poder pagar el alquiler, según el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España. Javier Muñoz, responsable del área socioeconómica del Consejo de la Juventud de España, sostiene que "las personas jóvenes tenemos que destinar casi el 100%, en torno a un 92%, del salario mediano para poder pagar el alquiler. El 87% de los jóvenes van a tener que compartir piso, ya que se estima que se necesitan entre 15 y 20 años para ahorrar y asegurarse la entrada a una vivienda. No solo somos la generación inquilina, sino que somos la generación inquilina compartida", sentencia.
A pesar de tener un buen sueldo, Javier Gonzálvez no se puede permitir vivir solo y tiene que compartir piso Informe Semanal
Javier Gonzálvez es de Castellón y se trasladó hace unos meses a Barcelona por trabajo. Vistos los precios, superiores a su sueldo, tuvo que descartar vivir solo. "Yo tengo un ciclo de grado superior, una carrera y un master, con un buen sueldo, pero, no me puedo permitir vivir solo. Te piden 800, 900 euros por una habitación. Ya no hablo de comprar porque eso ya es prácticamente imposible ya que te exigen un 20 o un 30 por ciento de la entrada. Si ya en alquiler se va el 70/80 por ciento del sueldo, ¿cómo ahorras?...¿Cómo veo el futuro? No lo veo….", sostiene Gonzálvez.
“Tengo un ciclo de grado superior, una carrera y un master, con un buen sueldo pero no me puedo permitir vivir solo“
En 2006 el porcentaje de hogares en propiedad entre los jóvenes de entre 16 y 29 años alcanzaba el 56%, según el INE. Esa cifra se ha quedado ahora en algo menos de la mitad y solo el 27% pueden presumir de ser dueño de una casa, en una generación que afronta además un escenario de mayor contención salarial y una tasa de desempleo más elevada que la de sus predecesores. La subida de precio de los contratos de alquiler de viviendas se limitó en 2023 al 2% anual, el 3% en 2024. Pero la ley no estipula ningún tope en el caso del alquiler de habitaciones. Y compartir no siempre es fácil. Melani Alarcón es recepcionista y hace seis años que vive compartiendo piso, "con personas, familias, siempre desconocidas, desgraciadamente. Gente de todo tipo, irrespetuosa, desagradable, sucia…", nos cuenta. Durante este tiempo se ha encontrado de todo: "Un armario era más grande que mi dormitorio. Y compartíamos un baño entre cinco. El dueño había creado en la sala de estar dos dormitorios por lo tanto no teníamos luz de ningún tipo, una cueva, cada uno comía en su dormitorio".
A sus 35 años, Melani Alarcón tiene que vivir en una habitación a pesar de tener trabajo desde hace años Informe Semanal
“No puedo seguir viviendo con gente desconocida. No puedo tener una vida privada, no hay privacidad“
Los pisos se trocean y se alquilan por habitaciones para sacar mayor rentabilidad eliminando zonas comunes y empeorando la calidad de vida. Compartir piso también comporta retrasar proyectos vitales como tener hijos, poder moverse para elegir un empleo u otro. Y esto tiene grandes repercusiones evidentemente a nivel de sociedad y también tienen un impacto en la salud mental de las personas, asegura Javier Muñoz, responsable del área socioeconómica del Consejo de la Juventud de España.
El no poder emanciparse tiene repercusiones a nivel de sociedad y un impacto en la salud mental de las personas Informe Semanal
Y además, el miedo al casero
La portavoz del Sindicato de Inquilinas, Carme Arcarazo, denuncia que "no es solo la humillación de tener que vivir en una habitación sin luz, sin tener ningún tipo de espacio común, es la inseguridad de no saber hasta cuándo vas a poder estar allí. Lo que hacen es que los inquilinos tengan que vivir con aún más miedo: si me quejo, si reclamo que tengo humedades y que me las arreglen, pues igual el mes que viene me dicen que me suben el alquiler 300 euros o que simplemente no me renuevan". Para Jaime Palomera, doctor en antropología económica y codirector del Instituto de Investigación Urbana (IDRA), está claro: "En el monopoly de la vida real lo que está pasando es que a los jugadores que ya tienen muchas casas cada vez que pasan por la casilla de salida le damos muchísimo dinero para que compren más y al resto de jugadores, cuando pasan por esa casilla les toca pagar…Ésta es la realidad de la gente joven y no tan joven que no tiene casa".
Los pisos se trocean y se alquilan por habitaciones para sacar mayor rentabilidad eliminando zonas comunes y empeorando la calidad de vida Informe Semanal
Nuevas formas de vivir: el coliving
Hoy en día triunfa el coliving, el alquiler de habitaciones por días o meses con servicios incluídos. Se presenta como una opción moderna y flexible que permite mudarse sin ataduras aunque para muchos es alquiler turístico encubierto o la versión de lujo del piso compartido para sacar más beneficio...Pero para que haya coliving en el mercado hay que vaciar pisos. Como el del arquitecto Joan Álvarez, en el que vive con su familia desde hace 25 años. Han acudido a los tribunales para denunciar que los quieren echar para dedicar todo el inmueble a esta fórmula que ya tiene más de 20 mil camas en España. Álvarez sostiene que "no nos vamos a ir, porque sentimos que es nuestra casa. Entendemos que ellos son los propietarios, por eso seguimos pagando, pero no es su casa, es nuestra casa. Y no puede ser que después de 25 años nos puedan echar así…"
El arquitecto Joan Álvarez en la casa en la que vive con su familia desde hace 25 años y de la que les quieren echar para hacer coliving Informe Semanal
Joan Álvarez asegura que "vivir en una habitación no es vivir, una habitación es un lugar de paso…Incluso en los pisos de estudiantes había espacios comunes, la gente se conocía. Lo que hay ahora en los colivings no es esto, cada uno con su habitación, con su llave, con su baño. Sin espacios comunes. Esto no es un hogar, no es una casa. Es sacar dinero".
“Vivir en una habitación no es vivir, esto no es un hogar, es sacar dinero“
Familias viviendo en una habitación
La escalada de precios ha comportado que dos o más núcleos familiares se vean obligados a compartir vivienda, una modalidad que se ha disparado un 13 por ciento en apenas cinco años. Es lo que le ha tocado vivir a la auxiliar de enfermería, Margot Rojas, desde que se separó hace más de diez años. Dice que criar a sus hijos compartiendo piso en una experiencia muy desagradable: "es una sensación de inseguridad total, tan pequeños tienes que dejarlos con desconocidos y te da mucho miedo".
Desde que se separó, Margot ha tenido que criar a sus hijos compartiendo piso con desconocidos Informe Semanal
Comprar una habitación a partir de 50 mil euros
La situación ha llegado a tal extremo en el mercado inmobiliario que algunos encuentran una salida no ya en el alquiler sino en la compra de una habitación. Jorge Gil es arquitecto y a sus 30 años se ha comprado una por 50 mil euros. Explica que "al principio es cierto que tenía un poco de miedo de cómo iba a salir porque era algo nuevo. Pero ahora que llevo ya viviendo aquí más de un año, ha sido una de las mejores decisiones que pude tomar entre comprar y alquilar. En un alquiler, el dinero lo dejas a fondo perdido y yo estoy adquiriendo un activo, que en el día de mañana puedo vender o alquilar y tener los ahorros para poder darle la entrada a una vivienda".
A sus 30 años, Jorge Gil se ha comprado esta habitación por 50 mil euros Informe Semanal
“Al comprar una habitación estoy adquiriendo un activo, que en el día de mañana puedo vender o alquilar “
Cuando compras una habitación, lo que compras en realidad es un porcentaje del inmueble, explica Oriol Valls, CEO de habitacion.com. "Lo que se denomina en un término técnico-jurídico el pro indiviso. Es la misma fórmula jurídica que cuando un matrimonio compra una casa, que compran los dos al 50 por ciento. Pues esto es lo mismo pero en lugar del 50, al 30 o al 25, lo que te corresponda. Es una fórmula legal. Lo único es que no permite pedir una hipoteca".
Pensionistas, toda una vida en una habitación
Ni hipotecas ni alquileres pueden permitirse los jubilados inquilinos, cuyas pensiones no dan para los precios del salvaje mercado. Alquilar es un lujo y cada vez son más los mayores que también tienen que vivir en una habitación. Marisa Espada y Ramón Holgado son compañeros de piso junto a otros jubilados gracias a tres entidades sociales como Llars Compartides. Marisa vivía en un piso de alquiler en la parte noble del ensanche de Barcelona. Trabajaba cuidando enfermos de alzheimer, pero al jubilarse nos cuenta que "la pensión no era lo misma que cuando estaba en activo. Los alquileres son altísimos y, bueno, no están al alcance de nosotros, en general, los pensionistas".
Desde que se jubiló, Marisa tiene que vivir en una habitación porque la pensión no le llega para pagar los salvajes precios del mercado inmobiliario Informe Semanal
Ramón hace 8 años que alquila habitaciones: "estuve en un lugar en el que había 9 habitaciones, un baño para 9, eso hay que vivirlo. ¿Cómo una persona pensionista va a poder alquilar? Si alquilas, no comes", sentencia.
A sus 84 años, Ramón hace 8 años que tiene que vivir en una habitación Informe Semanal
“¿Cómo una persona pensionista va a poder alquilar? Si alquilas, no comes“
¿Y ésto cómo lo frenamos?
Jaime Palomera, doctor en antropología económica y codirector del IDRA, denuncia que en tan solo una década el número de individuos con más de diez pisos ha aumentado un 20 por ciento mientras que cada vez más gente no logra tener ni una sola casa. "¿Ésto cómo lo frenamos? Pues como hizo Singapur hace años, a la persona que lo que está haciendo es acaparar casas con la expectativa de subir precios, se le grava con un impuesto más alto, un impuesto que ahora no paga, para que no lo haga. A la persona que ahora mismo no puede acceder a una casa, bajarle los impuestos para que se pueda construir un futuro", afirma.
Para Jaime Palomera la solución pasa por gravar con impuestos la compra de vivienda como activo financiero y ayudar fiscalmente a quien no puede acceder a una casa Informe Semanal
“Desde el Sindicato de Inquilinas propusimos una ley en el Congreso que ya se tramitó y solo hace falta votarla“
Para Carme Arcarazo, del Sindicato de Inquilinas, la solución es evidente: "lo que hay que hacer aquí es marcar unas reglas del juego iguales para alquilar un piso que para alquilar una habitación. Propusimos una ley en el Congreso que ya se tramitó y que solo hace falta votarla y que básicamente eliminaría estos incentivos que hacen que los más buitres se centren en temporada y habitación", sentencia.