El motivo por el que María Fernández huye de Samuel en 'La Promesa': ¡Está embarazada!
- La doncella lleva días evitando al sacerdote, y ya sabemos por qué
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María Fernández lleva unos días muy especiales en La Promesa. A los extraños signos de malestar, aumento de apetito y sueño, está también su comportamiento hacia el padre Samuel. Siempre ha estado muy unida y preocupada por el sacerdote. Todos sabemos que ellos tienen el amor más puro, real e imposible de la serie, y aunque han intentado evitar lo que sienten el uno por el otro, siempre han terminado teniendo momentos de bonita intimidad. Sin embargo, en los últimos días, desde que Pía le preguntara si estaba esperando una criatura, la doncella huye del cura, y ya conocemos el motivo. ¡Está embarazada! ¿Te has perdido el momento? ¡Te contamos todo lo sucedido en La Promesa!
María huye de Samuel
Teresa y María Fernández sacan la lana de un colchón mientras hablan de la reconciliación de Lope y Vera. Es entonces cuando la doncella más alegre de La Promesa recuerda a su ex novio: "Si lo ves con perspectiva, ¿a dónde estaba yo hace un tiempo? Comprometida con Salvador, y buscando fechas para la boda. Y antes de eso, Salvador estaba en la guerra, y Lope detrás mía. Y ahora Lope está con Vera y yo estoy soltera". Teresa se pregunta si su amiga echa de menos a Salvador, algo que María le confirma pero no de la manera que ella se imagina: "Salvador ha sido muy importante para mí". La joven recuerda cuáles eran los planes de su antigua pareja si se hubieran llegado a casa: quería comprar un terruño, construir una casa con sus propias manos, criar gallinas, tener un huerto y un negocio propio para no tener patrones. "Y quería hijos, muchos hijos", termina diciendo. Por su parte, Teresa recuerda también al fallecido Feliciano, y comenta que daría lo que fuera por tener una vida así junto a él, pero de nada sirve lamentarse.
"Teresa, ¿y si el amor no está hecho para mi?", le pregunta María a su amiga, pensando en que últimamente se enamora de quien no debe. Y justo en ese momento entra su amor imposible, el padre Samuel, pero nada más aparecer el sacerdote la doncella se levanta y se va sin dar ningún tipo de explicación, dejando muy preocupado por su comportamiento al cura.
"Estoy embarazada"
Claro que, si María evita a Samuel, él todo lo contrario, y no para de buscarla para preguntarle qué le ocurre con él. La doncella intenta esquivar la conversación, pero finalmente el cura le hace la pregunta: "¿Por qué huyes de mí?". Fernández niega rotundamente ese comportamiento, pero el sacerdote le abre los ojos y le recuerda el momento anterior con Teresa. "Después de escuchar tantas confesiones de cientos de penitentes, quizás he desarrollado un sexto sentido para ver lo que ahora veo en ti", le dice a la joven, añadiendo que ve "la vergüenza de la culpa".
Recordando el pasaje de Eva y Adán, él le ofrece su confianza para que le cuente qué le ocurre: "Puedes contar conmigo, sea lo que sea lo que te suceda. No estás sola". Es entonces cuando María Fernández accede a sincerarse con el hombre que quiere y le cuenta lo que le pasa: "Estoy embarazada", dice para sorpresa del sacerdote y de todos.
La pregunta que Samuel y todos nos hicimos fue: ¿Cuándo ha sucedido y con quién?. "Aunque tú y yo hemos estado enamorados, tú y yo nunca hemos yacido", le dice el sacerdote, que no comprende cómo puede haber pasado si la doncella no estaba con nadie: "¿Por qué lo has hecho? Es que no lo entiendo". María Fernández reconoce que ha cometido un error, porque es humana y pecadora, le responde antes de que el cura intente tranquilizarla.
Ambos se sientan para poder una conversación más seria donde María le recuerda la noche en la que salió a la verbena del pueblo. "Yo llegué ese día muy agobiada, con mucha tensión y muchas cosas en la cabeza. Tenía ganas de divertirse y olvidarme de todo lo que me estaba pasando. Yo no hice nada de no quisiera hacer", explica a la doncella, haciendo hincapié en que no abusaron de ella: "Allí me encontré con un mozo que ya conocía. Nunca había habido nada entre los dos porque, aunque él es muy majo y muy guapo, también es un pica flor. Me invitó a unos anises y bailamos, y pasó lo que pasó".
Samuel, visiblemente dolido, no es capaz de decir palabra hasta que María se lo pide: "¿Qué quieres que te diga? No sé qué decirte". La doncella esperaba un poco de comprensión, o que se lo echara en cara pero el sacerdote no tiene ganas de hablar.
Los miedo de María ante el embarazo
Tras confesarle a Samuel que está embarazada, María Fernández se lo cuenta a la señora Adarre, que continúa preocupándose por ella: no la ve bien, cansada y eso no es normal en ella. "Usted tenía razón, estoy embarazada", termina confesando y contando toda la verdad. Ella es consciente del grave problema que tiene ahora encima, y no es capaz de quitárselo de la cabeza.
Pía le recomienda que se lo cuente cuanto antes a los señores, pues lo haga o no terminarán sabiéndolo, por lo que, como María solo está de una falta, todavía tienen tiempo para pensar cómo hacerlo. Pero esa no es la mayor preocupación de la doncella ahora mismo, si no cómo será su vida a partir de ahora.
¿Qué pasará a partir de ahora? ¡No pierdas los próximos capítulos de La Promesa!
