Adriana miente al duque de Valle Salvaje: "Mi hijo es de Julio"
- La viuda de Julio responde a la incómoda pregunta de José Luis tras el acuerdo con Rafael
- Disfruta de todos los capítulos de Valle Salvaje, en La y RTVE Play
Parece que solo hay algo que pueda calmar el dolor del duque de Valle Salvaje por la muerte de su hijo Julio: saber que el niño que Adriana espera es de su primogénito. Una pregunta que ya le hizo a Rafael pero no supo qué responder. Tan solo pretendía ganar tiempo para hablar con su amada qué decir a todos sobre la paternidad del bebé que esperan, y qué consecuencias tendría mentir o decir la verdad. Finalmente, Adriana ha comunicado a José Luis de quién es su futuro nieto, pero parece que efecto de la noticia en su padre no termina de convencer a Rafael. ¡No te pierdas todo lo que ha pasado! ¡Te contamos la gran mentira que se ha generado en Valle Salvaje y los motivos que han llevado a los padres a tomar esta decisión!
Adriana y Rafael piensan que decir al duque
Rafael acudió a Adriana muy serio y preocupado por la pregunta que su padre le había hecho: si el hijo que la joven espera es de Julio o suyo. El Gálvez de Aguirre le contaba a la Salcedo de la Cruz que para salir del paso, dijo que debía ser a ella quién le preguntara, pues solo quería ganar tiempo para decir qué hacer, si contar la verdad o mentirles a todos. "Mi padre es un cínico, ahora que está muerto, se le llena la boca hablando de Julio, y cuánto deseaba que su primogénito le diese un nieto, cuando en vida lo martirizó hasta el último momento".
Por eso, ambos tienen que tomar una decisión, pero Rafael tiene dudas: "Por un lado, ardo en deseos de gritar a los cuatro vientos que ese hijo es nuestro, y que la sola idea de tenerlo nos llena de dicha, de alegría, de esperanza, y a quien no le guste, que se aguante. Pero por otro lado, si mi padre tiene la certeza de que ese hijo es mío, el duro golpe que recibiría le marcaría de por vida, y no tardaría en devolvérnoslo. No nos lo perdonaría jamás, Adriana".
Adriana miente a José Luis
Parece que finalmente, Adriana y Rafael decidieron mentir, pues cuando el duque pregunta a la joven por la paternidad del hijo que espera, esta miente: "Puede estar tranquilo, este niño, mi hijo, es de Julio". Ante estas palabras, José Luis se rompe por completo, y se disculpa ante la Salcedo de la Cruz: "No acostumbro a hacerlo. Nunca me había derrumbado así delante de nadie".
El duque de Valle Salvaje alega que las lágrimas no son solo por la muerte de su hijo, si no también de alegría al saber que el hijo de su primogénito crece dentro de Adriana. Sin embargo, para la joven también hay tristeza por saber que es lo único que queda de él. "Ojalá Julio pudiera verlo ahora mismo, hubiera sido consciente de cuánto usted lo quería", le dice a José Luis, que emocionado todavía arrepentido por no haberle dicho en vida a Julio las palabras de cariño que ahora dice sobre él.
El duque, orgulloso de Julio ante Rafael
Tras este momento, Rafael acude a la llamada de su padre, pues quería hablar con él para comunicarle que ha hablado con Adriana y que el hijo es de Julio. El segundo de sus hijos se alegra, pues sabe lo que significaba esa confirmación para él: "Los significaba todo. Significa que una parte de mi primogénito sigue viva en este mundo. Es como si Julio siguiera vivo a través de ese niño. Y eso me da fuerzas para vivir, un motivo para luchar, un propósito: voy a ayudar a Adriana a criar a ese niño para que crezca fuerte y sano y sepa quién fue su padre. Un hombre noble, bueno y justo, alguien de quien sentirse orgulloso", dice ante la mirada de Rafael.
Rafael se desahoga con Adriana
Las palabras de José Luis han hecho mella en Rafael, pero nada de lo que le dijo hizo que el joven Gálvez de Aguirre se olvidara de lo que siente en este momento: "Me siento tan feliz de poder vivir a tu lado y saber que vamos a criar a nuestro hijo juntos. De hecho, son tantas las veces que siento tanta felicidad que me da la sensación...", pero Adriana termina la frase: "De que se te sale el corazón del pecho". Algo que ella sabe bien porque le pasa lo mismo.
"Muchas veces pienso que me gustaría que nosotros tres fuéramos los únicos del mundo, que viviéramos lejos de todo, de todos", continúa. Especialmente, le gustaría vivir lejos de su padre, y aunque ha hablado con él, y ha ido bastante mejor de lo que él pensaba, Rafael siente que no ha sido tan buena idea mentirle, pues según él, José Luis "ha perdido el oremus por completo".
Ambos acordaron decir que el hijo que Adriana es de Julio, pero desde que el duque lo sabe, este solo sabe ensalzar la figura de su primogénito: "Se puso a hablar de Julio como si toda la vida hubiera estado orgulloso de él, incluso fantaseaba con que el día de mañana iba a decirle a nuestro hijo cómo era aquel que él cree que es su padre. Pero lo que le va a decir a su nieto no se lo dijo nunca a Julio en vida. Julio murió sin saber lo que pensaba mi padre de él, y no es justo".
En cambio, Rafael tiene una conclusión sobre todo esto, y le preocupa que José Luis se obsesione con su hijo y quiera criarlo a su manera. "Eso no va a pasar, porque estamos tú y yo para impedirlo. Rafael, este niño tiene un padre, y eres tú, y eso no lo puede cambiar el duque de Valle Salvaje. Además, que falta mucho para que este niño nazca. Dejemos a tu padre tranquilo, y ya cuando se le pase la euforia inicial, vemos que hacemos", le tranquiliza la joven.
Valle Salvaje