Marina Rivers sobre la cara oscura de ser influencer: "Cuidado con la salud mental"
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La influencer Marina Rivers ha reflexionado en Pasa sin llamar sobre aquello que no se ve en las redes sociales, pero que también forma parte de su trabajo: la presión de los haters. "Tienes que tener un pelín de cuidado con la salud mental", ha asegurado. La creadora de contenidos cuenta con vídeos de TikTok que han llegado al billón de visualizaciones, lo que la expone al odio de algunos usuarios. "Si no tienes una base muy bien construida sobre tu percepción, te puede llevar a casos muy extremos. He visto casos de depresión", se ha sincerado sobre el mundo que rodea a la fama.
Más allá de lo negativo, Marina Rivers también ha reconocido que las redes sociales le han cambiado la vida: "Una niña que soñaba con hacer un poco el tonto en internet como un hobby, de repente ha podido llevar a cabo sueños increíbles como participar en MasterChef Celebrity". Precisamente, en esa edición del concurso la influencer coincidió con la presentadora de Pasa sin llamar Inés Hernand, con quien hizo muy buenas migas. Las dos llegaron a batirse en el duelo final que coronó a Hernand como ganadora.
“Estoy en contra de creer que tenemos que educar a nadie“
Toda esta exposición en redes sociales y en televisión lleva añadida la responsabilidad de reflexionar sobre el mensaje que se transmite a la juventud, que constituye el grueso de sus seguidores. "Tenemos una pequeña responsabilidad: aportar un poquito de luz, información, veracidad y calma en estos momentos de histeria", ha subrayado Rivers. Pero también ha matizado que los creadores de contenido no son medios de comunicación: "Estoy en contra de creer que tenemos que educar a nadie".
La influencer Marina Rivers en la cocina de 'Pasa sin llamar' con las presentadoras Alba Carrillo, Inés Hernand y Carmina Barrios.
Propietaria a los 22
Marina Rivers también ha compartido en el programa que, gracias a su trabajo como influencer, se ha podido independizar: con 22 años se ha comprado un chalé. Desafortunadamente, no es nada habitual llegar a ese nivel económico con su edad. "Creo que es el sueño de muchas mujeres", ha señalado.
Pero ser propietaria también tiene un lado oscuro: lidiar con la comunidad. "Tengo una terraza de arriba en la que da el sol todo el tiempo y es el lugar perfecto para tender", ha comentado la madrileña. En una reunión de vecinos, uno de ellos se quejó de que la usara como tendedero. Pero lo peor fueron sus formas, ya que dijo directamente "no le quiero ver las bragas a esta chica", ha compartido en Pasa sin llamar.
Rivers ha demostrado ser una guerrera que sabe moverse en un mundo repleto de haters. Todo un éxito teniendo en cuenta que estos ya no solo se esconden en el anonimato de internet, sino que ahora también viven en la casa de al lado.