Marta Ribera y Aaron Cobos son los rostros inolvidables de 'Gypsy', galardonado con el Premio Talía al Mejor Musical
- Con el Premio Talía al Mejor Musical y reconocimientos a sus protagonistas, Gypsy se despide de Madrid como una de las producciones más ambiciosas y celebradas del teatro musical español
- Marta Ribera y Aaron Cobos visitan No es un día cualquiera para hablar del musical y de sus carreras
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La versión española de Gypsy, uno de los grandes clásicos del teatro musical estadounidense, ha sido un acontecimiento escénico único. Estrenado en Málaga bajo la producción y dirección de Antonio Banderas, el espectáculo ha ganado cuatro Premios Talía, incluidos los de mejor actriz y mejor actor de teatro musical para Marta Ribera y Aaron Cobos. A pocos días de su despedida en el Teatro Apolo de Madrid, los dos intérpretes reflexionan sobre el esfuerzo, la emoción y la transformación que ha supuesto este proyecto irrepetible.
"Este premio no sería igual sin toda la gente que nos rodea. Todo el equipo artístico, técnico y nuestros compañeros hacen que el trabajo tenga sentido", asegura Aarón. Al igual, su compañera en escena Marta lo secunda: "Un musical es un trabajo de equipo. Si hubiera cámaras detrás, la gente vería que hay cuatro musicales más en movimiento".
Marta Ribera ha sido Sally Bowles en Cabaret, Velma Kelly en Chicago y la Señora del Lago en Spamalot, ha trabajado en musicales desde Girona hasta Madrid y ahora protagoniza Gypsy con el personaje de Rose. Aaron Cobos, por su parte, se formó en danza, teatro y canto, y ha desarrollado una carrera como coreógrafo y director creativo dentro y fuera de España, en proyectos como In The Heights, A Chorus Line o Aladdin, dando ahora vida a Tulsa en este musical. Ambos coinciden en algo más que el escenario, ya que han seguido actuando lesionados. Marta, con el menisco roto durante siete meses: “No me quería bajar. Me ataba la rodilla para aguantar” y Aaron también, quien se lesionó en A Chorus Line: “Nos tienen que sacar a rastras. Somos adictos al escenario”.
Antonio Banderas, motor y denominación de origen
Gypsy, el cuarto musical dirigido por Antonio Banderas, es una majestuosa puesta en escena que rinde homenaje al teatro musical clásico con una historia apasionante sobre sueños, ambición y familia. Basado en las memorias de la legendaria artista de burlesque Gypsy Rose Lee, el musical sigue la vida de Rose, una madre implacable y carismática que vive a través del éxito de sus hijas en el mundo del espectáculo. Mientras impulsa con mano de hierro la carrera de su hija favorita, June, la tímida y desatendida Louise se transforma inesperadamente en una estrella del burlesque, desafiando el control de su madre y reclamando su propia identidad. Esta aclamada producción es considerada "la madre de todos los musicales".
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Antonio Banderas ha sido mucho más que el productor del montaje, ya que ha sido su impulsor y el alma creativa: "Tiene que haber músicos y voces en directo. Cuando lo cree, lo crea de verdad", explica Aaron. Fue también él quien apostó por una producción ambiciosa y poco convencional, con una treintena de intérpretes, 18 músicos, 150 piezas de vestuario y una escenografía imposible de girar: "Esto es muy difícil de mover. Tenemos hasta una plataforma giratoria", dice Marta.
Antonio Banderas junto al elenco de "Gypsy"
Ambos actores destacan el rigor y la exigencia del teatro musical. Marta, que comenzó con solo cuatro años en el mundo del baile, recuerda: "No somos deportistas de élite con sueldos millonarios, pero trabajamos con el mismo nivel de exigencia". Para Aaron, trabajar con Banderas es sinónimo de excelencia: "Es una denominación de origen. Todo está cuidado". La visión de Banderas es muy importantes para ambos actores y opinan que es una apuesta muy arriesgada y valiente: "Antonio no monta un musical cualquiera. Esto no es Mamma Mia hay que tener valor para apostar por títulos así".
En esta versión, por primera vez en la historia del musical, incluso la obertura ha sido coreografiada. Aaron ha sido responsable de mantener la calidad del movimiento escénico: "Este espectáculo ha nacido con nosotros dentro. Los personajes se han construido también con lo que aportamos los actores", explica.
Rose, una madre que empuja hasta el final
El corazón del musical es Rose, la madre de Gypsy Rose Lee, una mujer que proyecta sobre sus hijas la necesidad de triunfar. Marta interpreta el personaje con respeto y profundidad: "He llegado a quererla muchísimo. Siempre quiero entender a los personajes que hago. La gente juzga sin ponerse en su piel, pero si Gypsy fue quien fue, también fue por su madre", confiesa. Su interpretación de Rose ha sido celebrada por crítica y público: "Es un personaje complejo, al que he llegado a querer mucho. La gente juzga sin ponerse en su piel, pero si Gypsy llegó a ser quien fue, también fue por su madre", comenta Marta.
En uno de los momentos más especiales de esta producción, fuel que el nieto de la auténtica Gypsy Rose Lee acudió a ver la obra: "Él ha visto todas las versiones y esta le pareció muy rompedora. Al final del espectáculo, se puso en pie en los aplausos y se le veía emocionado. Dijo que lo disfrutó muchísimo”, explica Aaron
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Un adiós con lágrimas y nuevos comienzos
El próximo 25 de mayo, Gypsy bajará el telón en Madrid. No habrá gira, por la complejidad logística del montaje lo impide y eso deja un sabor agridulce. "Ya estoy llorando", confiesa Marta Ribera: "Las últimas funciones son duras. Las emociones están tan a flor de piel que cuesta sostenerlas". Aarón Cobos lo confirma: "Hay que protegerse. No solo estás tú, también está la energía de los compañeros. Y eso te atraviesa".
Ambos intérpretes miran al futuro con nuevos desafíos. Aaron está inmerso en el montaje coreográfico de un nuevo musical, escribe un libro y prepara un próximo proyecto junto a Antonio Banderas: "La vida decide por ti, pero tienes que estar dispuesto a saltar. Esta profesión es de kamikazes”, afirma el actor.
Actores de "Gypsy" en "No es un día cualquiera"
Marta, por su parte, protagonizará en otoño una comedia sobre Florence Foster Jenkins, la célebre “peor cantante del mundo”, junto a Ramón Gener, bajo dirección de Paco Mir: "Me muero de la risa leyendo el guion, pero también me emociono. Es un personaje tierno, patético y precioso", adelanta.
Aunque Gypsy no continuará en los escenarios, su impacto ya es inolvidable: "Este musical no se habría hecho sin Antonio… pero tampoco sin Marta", dice Aaron. Y en esa frase hay algo más que gratitud, porque hay respeto, admiración y la certeza de que cuando el teatro se hace con el cuerpo entero, deja huella tanto dentro como fuera del escenario.
