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Radio Clásica

Música de fondo: de la música clásica al Lofi Hip Hop

  • ¿Qué tienen en común los músicos que amenizaban el evento de un noble con el Lofi Hip Hop que usamos para estudiar?
  • La música de ascensor tiene un sentido, no es porque sí
  • La música de fondo es ignorada, pero su ausencia resuena como pocas lo hacen
Música de fondo: de la música clásica al Lofi Hip Hop
Amador Bauzá

(Artículo escrito por Amador Lluís Bauzá)

La música ha servido a distintos propósitos durante siglos, por ejemplo, como elemento ritualístico, como lenguaje militar, como bálsamo social… También la música ha conquistado el tener un sentido por sí misma, la música como arte al que prestarle atención. Sin embargo, puede que la música que hoy forma parte del repertorio de un concierto para cuarteto de cuerda en su momento formara parte de la playlist para amenizar veladas de un noble, es decir, que no fuera ‘‘la música por la música’’, sino que más bien fuera ‘‘música al servicio de’’, música de fondo para esa actividad.

A estos conceptos también podemos sumarle la visión que se tiene del que compone la música. Si bien hoy en día no dudamos en atribuirle la etiqueta de artista a un tal Mozart, en su momento el joven Amadeus podía ser visto también como un artesano, como un trabajador que depende de un mecenas y que compone música, entre otras finalidades, para el entretenimiento del pagador.

Habiendo dicho esto, cabe hacerse una pregunta. ¿Existe una distinción moral o social entre un artesano y un artista? ¿Entre la música por la música y la música de fondo/al servicio de? Parece que sí.

El propio Eminem, uno de los raperos más reconocidos del mundo, si no el que más, hacía el siguiente juego de palabras ingenioso en su canción Rap God: I make elevating music, you make elevator music. Es decir, yo hago música elevadora, tú haces música de elevador (ascensor). Distinción con la que creo que todos estaríamos de acuerdo, existe la música que eleva, la música que emociona y la ‘‘música de ascensor’’, la música de fondo que evita que se haga el silencio mientras compramos en un centro comercial, mientras charlamos en un bar o mientras…, en efecto, usamos el ascensor. La culpa de que en España hablemos del tiempo de manera impostada mientras subimos a casa es precisamente por la ausencia de esa música salvadora, esa música que evita que se produzca un silencio incómodo.

Erik Satie propuso el concepto musique d’ameublement (música de mobiliario) para referirse a esa música sin ninguna pretensión de que se le preste atención, la que acompaña y ameniza distintas actividades como una boda o una fiesta y que si dejara de sonar repentinamente, nos daríamos cuenta de ello enseguida, aunque no le estuviéramos dando atención.

Así pues, paradójicamente, mientras le otorgamos un mayor reconocimiento a la quinta sinfonía de Beethoven que a lo que suena mientras usted va a las rebajas, a la vez, somos conscientes de la importancia del papel que desempeña esta música al servicio de otros quehaceres.

Ahora bien, aquí entra otra pregunta: ¿si me pongo el O Fortuna (de Carmina Burana) de Carl Orff para meditar porque me relaja mucho se convierte en música de fondo? Bueno, aquí quizás ya entramos en divagaciones que dependen del nivel de poder que le queramos dar al autor y al oyente. Sin embargo, es interesante ver la transformación que sufren algunas obras al ser presentadas de una manera distinta a la que tenían originalmente. Por ejemplo, una misa interpretada por el conjunto de canto gregoriano Schola Gregoriana Mediolanensis ha alcanzado (hasta ahora) más de 12 millones de reproducciones y más de 600 mil ‘‘me gusta’’ en YouTube al ser incluida en un vídeo con el siguiente título: Playlist para estudiar como un filósofo medieval que tiene la verdad revelada por la gracia divina.

Después de procesar esto que le acabo de contar, cabe decir que aquí vemos un buen ejemplo de cómo una música que tiene una finalidad concreta, en este caso ritualística por su sentido religioso, es presentada como una música para estudiar, es decir, como una música de fondo, una música de acompañamiento, gracias al título nuevo que reformula la finalidad. De hecho, le animo a buscar el vídeo y así podrá seguir leyendo este artículo sintiéndose como un filósofo medieval que tiene la verdad revelada por la gracia divina.

Al margen de las reformulaciones, surge otra cuestión. ¿Tiene aquella música concebida desde su creación para que sea de fondo unas características concretas? Dentro de este gran abanico de posibilidades y subjetividad, tal vez podríamos decir que sí que hay algún elemento característico de este tipo de música.

El principal a destacar sería la naturaleza instrumental de la música de fondo. La ausencia de voz humana tiene todo el sentido del mundo, puesto que la voz nos llama la atención, la voz suele ser protagonista y nos dice cosas. Parece una buena idea que si la intención es que la música cree un colchón sonoro sobre el cual hacer otras cosas, no haya un elemento humano protagonista diciéndole cosas, que solo conseguiría distraerle mientras trata de terminar ese maldito éxcel.

Pequeño apunte, la voz humana podría utilizarse de manera adecuada si se la despoja de protagonismo, como en el ejemplo rocambolesco de antes, que al ser un conjunto de voces con frases largas, estas no despistan, no llaman la atención.

¿Y qué hay del carácter? Entendiendo que la música puede sonar más alegre, como el cuarteto de cuerda que ameniza la velada del noble, o más enigmática, como el beat lounge que suena en ese bar fancy donde le clavan 5 euros por un refresco, la música de fondo suele mantenerse en unos márgenes que evitan que esta suene dramática o épica, por ejemplo. Sensaciones que son protagonistas, cosa que queremos evitar.

Hablando de beats (usamos este término amplio para referirnos a toda una serie de bases instrumentales de ritmo repetitivo y que servirían como hilo musical), estos han ganado gran popularidad como acompañamiento, especialmente, gracias a esa repetición constante, un elemento más que podemos destacar de la música de fondo. Un ejemplo es el Lofi Hip Hop, un tipo de beat que se ha popularizado, entre otras razones, por su apelación a la calidez del sonido analógico (al ruido generado por los medios de grabación poco fiables) y por su ritmo monótono, además de tener un tempo muy lento, lo que favorece actividades que requieran calma como dormir, leer, estudiar… De hecho, su elemento visual más reconocible es la animación en bucle de una chica estudiando.

Llegados a este punto, temeroso de que mis palabras se conviertan en palabrería de fondo mientras usted piensa en otra cosa por estar aburriéndole, le he compartido algunas ideas sobre la música de fondo, aquella música a la que no le prestamos atención, pero cuya ausencia resuena como pocas lo hacen. Le animaría a fijarse en la música la próxima vez que la oiga en uno de estos contextos, pero quizás eso sea contradecir su propia naturaleza (la de la música, no la suya, a usted no le conozco tanto). Bueno, le dejo, que ya llega el ascensor.