El ticket dorado para llegar a la final: el homenaje a Balenciaga pone a prueba a los aprendices
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- La gran final de primera edición celebrity tendrá lugar el próximo 16 de abril a las 22:50 horas en La 1 y RTVE Play
La semifinal de Maestros de la Costura Celebrity tuvo una prueba de eliminación a la altura del legado del gran maestro Cristóbal Balenciaga. El reto fue replicar tres de sus vestidos más emblemáticos, piezas de construcción compleja, acabados precisos y elegancia escultórica. Una exigencia que llevó al límite la destreza técnica, la visión estética y la resistencia emocional de los aprendices.
La sombra del maestro
Cristóbal Balenciaga no solo cambió la historia de la moda, la elevó a arte. Su dominio del volumen, la estructura y el tejido lo convirtieron en el modista más influyente del siglo XX. “El único verdadero couturier”, en palabras de Christian Dior. En esta prueba, su herencia no fue solo inspiración, sino un listón infranqueable para cualquier costurero sin el nivel requerido.
Los aspirantes tuvieron que replicar tres diseños que marcaron distintas etapas de su carrera: el vestido negro “sobre”, un vestido de noche de corpiño ajustado con falda de vuelo corta delante y larga detrás, similar a un traje flamenco, y el icónico vestido de noche en tafetán de seda rojo.
Estrategia y tensión entre los mandiles negros
El privilegio de ser el mejor mandil negro del reto anterior permitió a Edu Soto escoger su modelo y repartir el resto. Su estrategia fue definir qué prenda iba más con la identidad de cada aprendiz, pero su reparto dejó huella. Edu se asignó el vestido negro con volantes fucsias (de dificultad media), entregó el modelo “sobre” a Laura Sánchez (el más sencillo, en teoría) y asignó el temido vestido rojo con tres capas a Carmen Farala, el más complejo del trío.
Este reparto desató tensiones. Carmen, conmovida hasta las lágrimas, sintió el peso de la responsabilidad. A pesar del reto, decidió no usar el imperdible que le daba opción a pedir ayuda. Nunca lo ha hecho en el programa. “Mi única enemiga soy yo”, confesó. Su decisión fue coherente con toda su trayectoria: ha cosido sin hilo, ha trabajado en silencio y ha llevado el orgullo como bandera. “He llegado hasta aquí sola y quiero seguir demostrándome que puedo”, dijo emocionada. Su ejecución, aunque con momentos de crisis, fue brillante. Consiguió terminar el vestido y añadir el tul necesario para lograr el vuelo final en los últimos minutos.
Laura, en cambio, sí pidió el imperdible y escogió a Pilar Rubio como ayudante. Sin embargo, cometió un error crítico: descartó uno de los tejidos fundamentales del vestido al pensar que era una trampa. El resultado fue un diseño incompleto, más cercano a un disfraz que a una pieza de alta costura. Edu, por su parte, comenzó con seguridad y precisión. Su cuerpo estaba bien ejecutado, pero al montar los volantes cometió un fallo irreversible: los cosió al revés. Su vestido dejó de ser una réplica para convertirse en una deconstrucción involuntaria.
El vestido “sobre”: un ícono de modernidad
La pieza que le tocó a Laura es uno de los grandes hitos de Balenciaga. A primera vista puede parecer simple, pero es una lección de innovación y elegancia. Se trata de un vestido negro sin apenas costuras visibles, cuya estructura se basa en la caída natural del tejido y una ingeniería de patrón que elimina elementos superfluos. Pertenece a su última etapa creativa, cuando abandonó los corsés y estructuras internas para explorar la pureza de la forma. El “vestido sobre” fue un fenómeno editorial y comercial, apareciendo en las principales revistas de moda de la época. Hoy sigue siendo referencia de modernidad atemporal.
Caprile y Balenciaga: un hilo maestro
La magnitud del reto llevó a Lorenzo Caprile a tomar aguja e hilo y coser durante la prueba. Esta escena, más allá del momento puntual, evidenció su vínculo personal y profesional con el maestro de Getaria. El juez del talent comparte con Balenciaga una visión de la moda basada en el patronaje, el dominio del tejido y la búsqueda de la perfección estructural. Ambos desconfían del ornamento gratuito y elevan la silueta desde la técnica, no desde el artificio. La conexión va más allá de lo conceptual: Caprile fue el responsable de restaurar el histórico vestido de novia que Balenciaga diseñó para Fabiola de Bélgica, una de las piezas más valiosas de la historia de la alta costura europea. Restaurar una prenda del maestro no es solo un honor; es también un gesto de reverencia y una muestra de la pericia técnica que los une.
Rumbo a la gran final
La valoración final fue clara. Carmen Farala logró entrar en la final con una ejecución sobresaliente. Edu, pese al error, fue salvado por el jurado. Laura Sánchez se convirtió en la última expulsada de la edición. Se despidió entre lágrimas, abrazando a sus compañeros y dedicando palabras de admiración a Carmen, a quien deseó la victoria. “Una drag ha llegado hasta aquí”, dijo Carmen, emocionada, reivindicando su lugar en un oficio históricamente marcado por otras narrativas.
Con esta prueba termina la semifinal y el camino queda despejado para los cuatro finalistas: Pilar Rubio, Carmen Farala, Terre y Edu Soto. Cada uno con un perfil muy distinto, pero con algo en común: han demostrado que la costura es esfuerzo, aprendizaje y emoción. La gran final de Maestros de la Costura Celebrity se celebrará el miércoles 16. El maniquí de cristal y 50.000 euros para la ONG elegida por el ganador están en juego.